Verano: consejos para cuidar tu salud y prevenir las enfermedades causadas por las altas temperaturas

El golpe de calor, la deshidratación y la insolación son algunas de las enfermedades más comunes durante el verano, pero son totalmente prevenibles

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Aparte de consumir los 2
Aparte de consumir los 2 litros de agua recomendados diariamente, es beneficioso incluir alimentos ricos en agua (Imagen Ilustrativa Infobae)

El verano no solo se caracteriza por sus días soleados y actividades al aire libre, sino que también presenta desafíos para la salud que pueden prevenirse tomando las medidas adecuadas.

Durante esta temporada, especialmente a mediados de la estación, en Lima pueden ocurrir olas de calor con temperaturas superiores a los 31 °C, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrografía (Senamhi). Las altas temperaturas de la estación veraniega son importantes de considerar al planificar las actividades al aire libre, ya que el calor intenso puede afectar el bienestar físico.

Consejos para cuidar tu salud durante el verano

Para mantenerse sano durante la estación más calurosa del año se deben tener en cuenta los siguientes consejos que van más allá del cuidado de la piel:

Los expertos aconsejan utilizar protector
Los expertos aconsejan utilizar protector solar con FPS 50+ (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Protección solar: la exposición al sol sin protección puede ocasionar desde manchas en la piel hasta envejecimiento prematuro e incluso cáncer. Los expertos aconsejan utilizar protector solar con FPS 50+, aplicarlo cada dos horas y no olvidar áreas sensibles como los labios y las orejas. Además, es recomendable complementar el uso de protector solar con sombreros de ala ancha y gafas con filtro UV para protegerse adecuadamente.
  • Hidratación inteligente: el calor aumenta la pérdida de líquidos, lo que hace esencial mantener una hidratación adecuada para evitar la fatiga y los mareos. Aparte de consumir los 2 litros de agua recomendados diariamente, es beneficioso incluir alimentos ricos en agua, como la sandía, el pepino y el melón. Se debe evitar el consumo de bebidas azucaradas o alcohólicas, ya que estas contribuyen a la deshidratación.
  • Alimentación fresca y balanceada: el verano es el momento ideal para disfrutar de una dieta ligera. Se sugiere optar por frutas y verduras frescas, proteínas magras como el pollo y el pescado, y grasas saludables como el aceite de oliva. Es importante recordar lavar bien los alimentos y almacenarlos adecuadamente para prevenir infecciones gastrointestinales, que pueden aumentar durante la temporada.
  • Cuidados especiales para la piel y el cuerpo: el uso prolongado de ropa húmeda o trajes de baño puede dar lugar a infecciones vaginales o cistitis, afecciones que aumentan hasta en un 60% durante el verano, según el Dr. Rubén Flores Vergara, médico de emergencias de la Clínica Delgado Auna. En este sentido, se recomienda cambiarse rápidamente y optar por ropa interior de algodón para evitar estas complicaciones.

“El verano es una temporada para disfrutar, pero también para ser responsables con nuestra salud. Muchas de las afecciones más comunes son totalmente prevenibles si tomamos las medidas correctas. Recordemos que el autocuidado no solo nos protege, sino que también nos permite disfrutar plenamente de las actividades que amamos en esta época del año”, explica el Dr. Flores.

Las enfermedades más comunes causadas por las altas temperaturas

Entre las enfermedades que se presentan con más frecuencia durante el verano debido a las altas temperaturas destacan las siguientes:

El golpe de calor provoca
El golpe de calor provoca un aumento de la temperatura corporal, fiebre alta, confusión, mareos, y en casos graves, puede ser fatal (Shutterstock)
  • Golpe de calor: este trastorno ocurre cuando una persona está expuesta de manera prolongada al sol o a temperaturas extremas, lo que provoca un aumento de la temperatura corporal, fiebre alta, confusión, mareos, y en casos graves, puede ser fatal.
  • Deshidratación: la excesiva pérdida de líquidos y electrolitos debido al calor intenso afecta el equilibrio hídrico del cuerpo, causando síntomas como fatiga, sequedad de la piel y, en situaciones severas, puede llevar a un choque hipovolémico, una condición potencialmente peligrosa.
  • Insolación: considerada una forma más severa de golpe de calor, la insolación se caracteriza por piel seca, dolor de cabeza, náuseas y pérdida de la conciencia. Es una afección que requiere atención médica inmediata.
  • Diarreas y enfermedades gastrointestinales: el consumo de alimentos o agua contaminados es común durante el verano, debido al aumento de la proliferación bacteriana en condiciones de calor. Estas infecciones pueden generar síntomas digestivos como diarrea, vómitos y malestar estomacal.
  • Infecciones urinarias: la deshidratación, sumada a la retención de orina en ambientes cálidos, eleva el riesgo de desarrollar infecciones urinarias, que pueden ser dolorosas y requerir tratamiento.
  • Erupciones cutáneas o sarpullido: el calor y la humedad excesiva son factores que favorecen la obstrucción de los poros y la irritación de la piel, lo que resulta en inflamación y picazón. Estos brotes son comunes durante el verano.
  • Quemaduras solares: la exposición prolongada a los rayos UV sin protección adecuada puede generar daños en la piel, como enrojecimiento, ampollas y, con el tiempo, un aumento del riesgo de cáncer de piel. La protección solar es esencial para evitar estos problemas.
  • Alergias e infecciones oculares: durante el verano, los factores ambientales como el polvo, el polen y la exposición al cloro en las piscinas pueden irritar los ojos, provocando alergias o conjuntivitis. Los síntomas incluyen picazón, enrojecimiento y secreción ocular.
  • Intoxicaciones alimentarias: los alimentos que no se conservan correctamente son más propensos a descomponerse en altas temperaturas, favoreciendo el crecimiento de bacterias como la Salmonella. Esto puede causar problemas digestivos graves como vómitos, diarrea y dolor abdominal.
  • Infecciones respiratorias: el uso excesivo de aire acondicionado y los bruscos cambios de temperatura entre el exterior caluroso y el aire frío pueden desencadenar resfriados, faringitis y otros problemas respiratorios comunes durante el verano.
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