Verano: por qué es más común la cistitis y cómo prevenir esta infección urinaria

A mediados de 2022, especialistas del Seguro Social del Perú (EsSalud) revelaron que el 25% de las mujeres peruanas ha experimentado cistitis al menos una vez en su vida. Se trata de una inflamación de la vejiga que generalmente es causada por una infección bacteriana.

Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, las mujeres tienen un mayor riesgo debido a su anatomía, ya que su uretra es más corta y está más cerca del ano, lo que facilita la entrada de bacterias.

Este tipo de infección se vuelve más frecuente durante el verano, cuando las altas temperaturas y los cambios en los hábitos de higiene pueden aumentar el riesgo de sufrirla.

El verano, con sus altas temperaturas y aumento de la humedad, favorece el crecimiento de bacterias y el desarrollo de infecciones urinarias, como la cistitis. Existen varios factores relacionados con el calor y el comportamiento común durante la temporada estival que contribuyen a este aumento en los casos de cistitis:

• Uso frecuente de trajes de baño mojados: durante el verano, muchas personas pasan tiempo en piscinas o playas, lo que implica estar en contacto con el agua durante largos períodos. Usar trajes de baño mojados durante muchas horas aumenta la humedad en la zona genital, creando un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias, como Escherichia coli, que es la causa más común de la cistitis. La humedad constante favorece la proliferación bacteriana, lo que puede derivar en infecciones.
• Deshidratación: en los meses de verano, el cuerpo tiende a deshidratarse más rápidamente debido al sudor y la exposición al calor. La falta de suficiente ingesta de líquidos reduce la producción de orina, lo que dificulta la eliminación de toxinas y bacterias de las vías urinarias. Esto aumenta el riesgo de infecciones, ya que las bacterias pueden proliferar en la vejiga sin ser eliminadas adecuadamente.
• Ropa ajustada y sintética: En verano, las personas suelen optar por ropa más ligera y ajustada, como ropas de baño o shorts de materiales sintéticos. Estos tejidos pueden no permitir una adecuada ventilación, lo que aumenta la humedad en la zona genital y crea un entorno favorable para el crecimiento bacteriano. Además, la fricción de la ropa ajustada puede irritar la piel y facilitar la entrada de bacterias en la uretra.
• Cambios en la higiene personal: en la temporada estival, debido a la mayor actividad al aire libre y los viajes, muchas personas pueden experimentar cambios en sus rutinas de higiene personal. Algunas pueden no orinar con la frecuencia necesaria, lo que permite que las bacterias se queden en la vejiga por más tiempo. Además, el uso excesivo de productos de higiene íntima, como geles perfumados, puede alterar el pH de la zona genital y favorecer la proliferación bacteriana.
• Relaciones sexuales más frecuentes: durante el verano, debido al clima cálido y las vacaciones, muchas personas tienen una vida sexual más activa. Las relaciones sexuales pueden aumentar el riesgo de cistitis, especialmente en las mujeres, ya que las bacterias pueden ser empujadas hacia la uretra durante la actividad sexual. Si no se vacía la vejiga después de las relaciones sexuales, las bacterias pueden tener más posibilidades de causar una infección.
• Sistema inmunológico debilitado: las altas temperaturas pueden debilitar el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más susceptible a infecciones. El malestar producido por el calor excesivo y la deshidratación pueden afectar las defensas del cuerpo, reduciendo su capacidad para combatir bacterias en las vías urinarias.

Existen varias medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cistitis durante el verano. Algunas de las recomendaciones más importantes incluyen:

• Hidratación adecuada: beber suficiente agua durante el día es fundamental para mantener las vías urinarias limpias y eliminar las bacterias. En verano, es aún más importante incrementar la ingesta de líquidos debido al calor y la deshidratación.
• Cambiarse rápidamente el traje de baño mojado: después de nadar, es importante cambiarse rápidamente de ropa mojada para evitar la acumulación de humedad en la zona genital.
• Usar ropa cómoda y de algodón: optar por ropa interior de algodón y evitar prendas sintéticas o ajustadas puede ayudar a mantener la zona genital fresca y seca, reduciendo el riesgo de infecciones.
• Orinar con frecuencia: no aguantar las ganas de orinar, especialmente después de relaciones sexuales, ayuda a eliminar las bacterias de la uretra y reduce el riesgo de cistitis.
• Evitar el uso excesivo de productos de higiene íntima: usar jabones suaves y evitar productos perfumados o productos que alteren el pH vaginal puede prevenir irritaciones y desequilibrios bacterianos.