Debido a la llegada del verano, las costas del Perú han experimentado recientemente fluctuaciones de temperatura propias del cambio de estación, lo que ha provocado un aumento de casos de enfermedades respiratorias en los niños. Estas variaciones climáticas facilitan la propagación de virus y la exposición a alérgenos.
El Dr. Álvaro Altamirano, médico pediatra y asesor médico de Laboratorios Elifarma, subraya que, a pesar de las temperaturas más cálidas recientes, es crucial tomar medidas preventivas para proteger la salud respiratoria de los niños. “Los niños pequeños tienen un sistema inmunológico en desarrollo, por lo que son más vulnerables a los cambios climáticos y tienen mayor riesgo de contraer infecciones, dado que suelen respirar más por la boca que por la nariz”, explica.
Cómo prevenir el asma, las alergias y los resfriados
El especialista detalla que el asma es la enfermedad respiratoria más común en esta época, con síntomas como dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. Las alergias también son frecuentes, provocando congestión nasal, estornudos y picazón en los ojos. Además, los cambios de clima pueden desencadenar resfriados, bronquitis e incluso amigdalitis. “Es importante identificar y tratar adecuadamente malestares comunes como la mucosidad nasal, el dolor de garganta, la fiebre y el malestar general”, señala.
En este sentido, el Dr. Altamirano ofrece algunas recomendaciones para padres, madres y cuidadores a fin de mantener las defensas altas y prevenir problemas respiratorios en los niños:
- Vestir adecuadamente a los niños: el uso del método de capas es ideal para adaptarse a los cambios de temperatura. Es recomendable vestirlos con varias prendas delgadas que puedan quitarse o ponerse fácilmente, especialmente en la mañana y la noche, cuando las temperaturas son más bajas.
- Mantener una buena higiene: el Ministerio de Salud (Minsa) recomienda lavar las manos con agua y jabón por 20 segundos, lo que reduce casi un 25% de los casos de infecciones respiratorias. El uso de alcohol en gel también es una alternativa efectiva, especialmente antes de comer.
- Asegurar una adecuada ventilación: abrir las ventanas en casa durante al menos 10 minutos al día permite la circulación del aire y ayuda a eliminar polvo, moho y ácaros. También se recomienda limpiar profundamente el hogar con desinfectantes como lejía diluida, vinagre blanco o bicarbonato de sodio.
- Alimentación y bienestar: mantener una dieta rica en vitaminas A y C, con frutas cítricas y verduras de hoja verde, fortalece el sistema inmunológico de los niños. Para los bebés, la lactancia materna es la mejor opción, ya que refuerza sus defensas.
Además, el Dr. Altamirano enfatiza que si los síntomas persisten por más de siete días, es fundamental consultar con un pediatra para obtener el diagnóstico y tratamiento adecuado. “La consulta médica oportuna es esencial para el manejo adecuado de las enfermedades respiratorias. En casos de alergias, los antihistamínicos orales o los corticoides intranasales pueden ser recetados. Para los resfriados, se recomiendan antihistamínicos, analgésicos y antiinflamatorios, e incluso expectorantes para ayudar a eliminar la mucosidad. Existen diversas soluciones para aliviar los síntomas y promover la recuperación”, concluye el médico.
Enfermedades respiratorias más comunes en verano
El cambio de estación puede aumentar la incidencia de diversas enfermedades respiratorias, especialmente en niños. Algunas de las más comunes incluyen:
- Asma: es una afección crónica que afecta las vías respiratorias, causando dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. Se desencadena por factores como alérgenos, infecciones respiratorias o cambios climáticos.
- Alergias: las alergias respiratorias suelen manifestarse con síntomas como congestión nasal, estornudos, picazón en los ojos y dificultad para respirar. Son provocadas por la exposición a alérgenos como polen, polvo o moho.
- Resfriados: causados por virus, los resfriados son infecciones leves del tracto respiratorio superior. Sus síntomas incluyen congestión nasal, dolor de garganta, tos y fiebre baja.
- Bronquitis: se trata de la inflamación de los bronquios, que provoca tos persistente, producción de moco y dificultad para respirar. Puede ser aguda (causada por virus) o crónica (debido a factores como el tabaquismo).
- Amigdalitis: es la inflamación de las amígdalas, generalmente provocada por infecciones virales o bacterianas. Los síntomas incluyen dolor de garganta, fiebre y dificultad para tragar. En algunos casos, puede requerir tratamiento antibiótico.