El Perú, al ser uno de los 20 países megadiversos del mundo, se distingue por ser un territorio con una gran riqueza en cuanto a ecosistemas, especies, recursos genéticos y culturas aborígenes. Ejemplo de ello es que el país inca es el único centro de origen y domesticación de cultivos que alberga las cinco especies de ajíes, así como al rocoto, cultivos que los botánicos clasifican como Capsicum domesticados.
Entre ellos se encuentran el ají bravo, el pipí de mono o pinchito de mono, el ají dulce, ají de mesa o ají panca; el ají charapita, cerecita o ají de la selva baja, el ají cevichero o ají de mesa y, no menos importante, el rocoto.
Empleado en la gastronomía peruana como un condimento esencial, el ají en sus diversas variedades es también un superalimento que ofrece varios beneficios para la salud porque ayuda a aliviar el dolor de la artritis, regular los niveles de colesterol y reducir la presión arterial.
El ají alivia el dolor de la artritis
El componente principal del ají es la capsaicina, un alcaloide natural que se emplea de manera tópica para aliviar dolores leves en músculos y articulaciones ocasionados por la artritis, los dolores de espalda, las distensiones musculares, los hematomas, los calambres y los esguinces.
Esto se debe a que la capsaicina, presente en la familia Capsicum, tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias que reducen el dolor. Además, el consumo de ajíes estimula el sistema nervioso, ya que induce al organismo a producir endorfinas, compuestos que están vinculados con la sensación de satisfacción y bienestar.
El ají regula los niveles de colesterol
Entre los efectos positivos de la capsaicina, ingrediente activo del ají, se destaca la disminución de los niveles de colesterol LDL o “colesterol malo”, tal como se afirma en un estudio de 2018 publicado en la revista Journal of Functional Foods. Además de ayudar a regular los niveles de colesterol, también controla la salud de las arterias, por lo que se considera recomendable para quienes necesitan controlar el LDL en sangre.
El ají reduce la presión arterial
El consumo de ají ejerce una acción antiinflamatoria a nivel arterial y activa la circulación. Utilizar especias picantes puede ser un buen sustituto de la sal, lo que favorece un mejor control de la hipertensión arterial.
Cuando hay un exceso de sal en el organismo, el corazón bombea más sangre en un tiempo determinado, lo que aumenta la presión arterial. Con el tiempo, la sal estrecha los vasos sanguíneos, que es la característica más común de la presión arterial alta.
Además, el consumo de ají molido mejora la circulación en el organismo gracias a sus propiedades vasodilatadoras, lo que resulta beneficioso para evitar problemas cardiovasculares, ya que la vasodilatación aumenta el flujo de sangre a microvasos sanguíneos, permite que se tenga una mejor oxigenación del cuerpo, así como un menor riesgo de sufrir hipertensión arterial y también ayuda a que los nutrientes lleguen más fácil a los tejidos.
Vitaminas y minerales del ají
Entre las vitaminas y minerales que se encuentran en el ají destacan los siguientes:
- Vitamina A
- Vitamina B1
- Vitamina B2
- Vitamina B6
- Vitamina B9
- Vitamina C
- Vitamina K
- Potasio
- Magnesio
- Hierro
- Azufre
- Calcio
- Sodio
- Yodo
Beneficios del ají para la salud
- El ají regula los niveles de glucemia, complementando el tratamiento de la diabetes, y genera un efecto bactericida al eliminar las bacterias nocivas que afectan el estómago.
- El consumo del ají también previene afecciones respiratorias, pancreáticas y hemorragias, además de estimular la producción de leche materna, lo que lo convierte en un elemento clave para garantizar una buena lactancia.
- Los ajíes proporcionan un bajo aporte calórico, dado que casi el 90 % de su composición es agua, por lo que son recomendados en una dieta balanceada para mantener un peso adecuado. En cualquiera de sus variedades, los ajíes poseen una amplia diversidad de nutrientes.