Cada 28 de noviembre se celebra a nivel nacional el Día del Médico Internista Peruano, una fecha en la que se destaca la labor de los profesionales de medicina interna.
Esta área de la medicina brinda un servicio que tiene como objetivo la prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento de patologías.
El médico internista tiene la labor de diagnosticar la situación de salud del paciente adulto, basándose en el estudio de aspectos biológicos, sociales y psicológicos.
A pesar del importante rol que cumple la medicina interna en los establecimientos de salud, es común que en el Perú los pacientes no tengan claro qué enfermedades puede tratar el médico internista y cuándo se debe acudir a este profesional de la salud.
¿Qué enfermedades puede tratar el médico internista?
La especialidad de medicina interna abarca un amplio conocimiento de distintas áreas de la medicina. Esto permite al médico proporcionar una atención integral a cada paciente adulto.
La medicina interna se enfoca en la atención de enfermedades que afectan a los adultos, siempre que no requieran tratamiento quirúrgico.
Una vez que el médico internista establece el diagnóstico, puede remitir al paciente a otro especialista, como un cardiólogo, endocrinólogo, ginecólogo, etc.
En esencia, el médico internista actúa como un médico generalista dentro de los establecimientos de salud, tratando enfermedades que suelen pertenecer a otras especialidades. Por eso, se podría decir que el médico internista es una especie de “diagnosticador” porque evalúa al paciente de manera global.
Las enfermedades que con más frecuencia son atendidas por medicina interna incluyen diversas patologías como las siguientes:
- Hipertensión arterial
- Diabetes
- Alteraciones del colesterol
- Enfermedades de la tiroides
- Insuficiencia cardiaca
- Neumonía
- Insuficiencia respiratoria
- Neoplasias malignas
- Insuficiencia renal
- Ictus o infarto cerebral
- Pancreatitis
- Cirrosis hepática
Los tratamientos más comunes en esta especialidad suelen basarse en el uso de medicamentos como antibióticos, antifúngicos y antivirales. Muchas de las enfermedades tratadas por el internista son de origen bacteriano, por lo que es habitual el uso de antibióticos específicos según el tipo de bacteria, administrados por vía oral o intravenosa. Los antifúngicos se utilizan para tratar infecciones causadas por hongos, ya sea localizadas o sistémicas, como las que pueden ser relativamente comunes en pacientes sometidos a quimioterapia. Mientras que los antivirales se emplean cuando el patógeno es un virus, como en los casos de VIH, VPH, entre otros.
¿Cuándo se debe acudir a un médico internista?
Se recomienda que cualquier persona con patologías o síntomas de posibles enfermedades acuda a la consulta del médico internista. Además, deben acudir quienes tengan factores de riesgo como tabaquismo, sobrepeso o consumo de alcohol, entre otros.
Por último, se aconseja que las personas mayores de 40 años sin factores de riesgo visiten anualmente al internista para chequeos. Esto permite diagnosticar de manera precoz posibles enfermedades futuras y llevar un control de patologías existentes, evitando complicaciones.
¿Cuánto tiempo se estudia para ser médico internista?
Al tratarse de una especialidad de la medicina humana como cualquier otra, estudiar medicina interna toma un total de 10 años.
En Perú, la carrera de medicina humana en pregrado dura siete años, divididos en seis de estudios teórico-prácticos y uno de internado, totalizando 14 semestres.
En los primeros ciclos académicos, se cursan materias fundamentales que establecen la base de la formación médica. En la siguiente etapa, se aplica lo aprendido en entornos clínicos, participando en prácticas o simulaciones de la realidad profesional.
Sin embargo, finalizar esta formación inicial no significa ser médico. Antes de obtener el título profesional, es necesario completar una etapa adicional: el internado médico. Este es un año de práctica intensiva en hospitales o centros de salud asignados por la universidad, donde se trabaja a tiempo completo para consolidar habilidades clínicas y adquirir experiencia práctica en diferentes áreas médicas.
Después de completar el internado, se debe cumplir con el Serums (Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud), un requisito indispensable para ejercer como médico en Perú. Este año de servicio social obligatorio implica trabajar en áreas rurales o urbano-marginales, brindando atención médica a poblaciones con acceso limitado a servicios sanitarios.
Al finalizar todas estas etapas, el graduado obtiene el título de médico cirujano o médico general, según la universidad. Luego, corresponden 3 años de residentado médico. Esta es una etapa de formación académica de especialización destinada a médicos.