No cabe duda que las arañas son animales fascinantes. Son cazadoras muy efectivas cuyo cuerpo totalmente funcional les permite desplazarse por cualquier superficie. Su convivencia con los humanos suele ser de mutuo beneficio, ya que pueden exterminar algunas plagas de insectos potencialmente nocivos para nosotros, como los mosquitos.
Suelen ser tímidas frente a los humanos. Ante un encuentro cercano, prefieren huir o esconderse en sus telarañas. Sin embargo, cuando se sienten muy amenazadas o arrinconadas, clavan los colmillos e inyectan su veneno. Este es, en la mayoría de los casos, inofensivo; pero hay especies que representan un verdadero peligro. Tres de ellas habitan en Perú, según una actualización publicada en la Revista Médica Herediana.
La actual transición a una estación más cálida tiene como consecuencia una mayor proliferación de arañas en los distintos entornos. Por ello, describiremos a las más peligrosas.
Araña del rincón
La Loxosceles laeta, conocida comúnmente como la araña del rincón o araña violinista, es una de las más temidas. Prefiere los sitios oscuros y tranquilos, dentro de casas y espacios no perturbados.
Su mordedura es peligrosa porque el veneno contiene enzimas que pueden destruir tejidos, lo que lleva a la necrosis en casos graves. Los síntomas iniciales suelen ser dolor y enrojecimiento, seguidos de fiebre y malestar general. Si no se trata a tiempo, puede causar daños significativos a la piel y los tejidos subyacentes.
Viuda negra
La viuda negra (Latrodectus mactans) es otra de las arañas que causan mayor preocupación. Es fácilmente reconocible por su cuerpo negro brillante y una marca roja en forma de reloj de arena en la parte inferior del abdomen. Esta especie se encuentra en áreas rurales y suburbanas.
El veneno neurotóxico de la viuda negra afecta el sistema nervioso, causando dolor muscular, náuseas y, en casos severos, convulsiones. Aunque rara vez es letal debido a la disponibilidad de antídotos, su mordedura requiere tratamiento médico inmediato.
Araña bananera o armadeira
Las arañas del género Phoneutria, comúnmente conocidas como arañas bananeras o armadeiras, son consideradas algunas de las más venenosas del mundo. Aunque suelen encontrarse en la Amazonía, su distribución se ha extendido a otras regiones del país. La más reportada es la Phoneutria spp.
Son arañas agresivas capaces de infligir mordeduras dolorosas. Su veneno contiene toxinas que afectan el sistema nervioso y cardiovascular, lo cual provoca síntomas como taquicardia, escalofríos y shock en casos extremos.
¿Cómo saber si me picó una araña?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), las mordeduras de las arañas caseras se suelen dar con frecuencia en la noche y madrugada, cuando estos artrópodos aprovechan la oscuridad para desplazarse incluso sobre las camas y entramos en contacto con ellos al movernos.
“Si el insecto pica y peor aún con toxinas, es capaz de producir mucho dolor, similar a un lancetazo o quemadura al momento de la mordedura. Entonces, una primera llamada de atención es el dolor en alguna parte del cuerpo, como en la mano o el brazo. También uno puede identificar a la vista la marca de dos puntitos que son por los colmillos de la araña”, explica la entidad estatal.
Los especialistas recomiendan evitar aplastar a estos animales y dejar que continúen su camino. En el caso de que aparezca una sobre el cuerpo, se aconseja emplear una hoja de papel para retirarla de forma serena.
¿Cómo actuar ante una picadura de araña?
El portal Cleveland Clinic indica que nunca se debe intentar succionar ni extraer el veneno de una picadura de araña. En lugar de eso, se debe seguir estos pasos:
- Limpiar la zona de la picadura con agua tibia y jabón.
- Aplicar un paño húmedo y frío o una compresa de hielo en el área de la picadura.
- Elevar el área de la mordedura.
- Tomar un antihistamínico (medicamento contra la alergia) para aliviar la picazón y la hinchazón.
- Tomar un analgésico de venta libre para el dolor y la hinchazón.
- Buscar atención médica inmediata si presenta síntomas.