Vinatea & Toyama ha presentado su cuarto informe “Conflictividad Laboral 2024″, basado en una encuesta realizada en octubre a 122 líderes de gestión humana de empresas privadas grandes y medianas de más de nueve sectores económicos. El estudio revela que el 27% de estos líderes percibió un aumento en la conflictividad en comparación con el primer semestre del año, mientras que cerca del 50% considera que se mantuvo sin cambios y solo 19% observó una disminución.
La encuesta destaca que las políticas salariales son el principal motivo de reclamos, con un 52% de los encuestados señalándolas como la causa más frecuente de quejas. Los reclamos sindicales también son significativos, mencionados por el 43% de los líderes, seguidos por la resistencia al cambio de funciones, horarios y lugar de trabajo, que afecta al 36% de las empresas. Además, las quejas relacionadas con el tiempo de trabajo también alcanzan el 36%.
Otros motivos de conflictividad incluyen las sanciones disciplinarias, que generaron un 31% de las quejas, y los reclamos contra el jefe directo, reportados por el 30% de los encuestados.
Las preocupaciones sobre seguridad y salud en el trabajo alcanzaron el 29%, mientras que la falta de oportunidades de crecimiento profesional fue mencionada por el 11%. Los reclamos relacionados con el teletrabajo o el trabajo híbrido representaron el 9%, y el hostigamiento sexual fue señalado por un 6% de los líderes.
El informe de Vinatea & Toyama subraya que, aunque la conflictividad laboral se ha mantenido estable en comparación con meses anteriores, un tercio de los líderes de gestión humana percibió un aumento en este indicador. La percepción de trato desigual y la mala comunicación interna son factores que contribuyen a esta situación, según el análisis de la firma.
Exceso de trabajo, estrés y falta de comunicación
La conflictividad laboral en el ámbito empresarial ha sido objeto de un análisis exhaustivo en el IV Informe de Vinatea & Toyama. Según el documento, uno de los factores que más contribuyen al malestar entre los trabajadores es el exceso de trabajo y el estrés, que afecta al 20% de los encuestados. Este problema se suma a una serie de causas que generan tensiones en el entorno laboral.
El informe destaca que la falta o deficiente comunicación interna es la principal fuente de reclamos, señalada por el 47% de los participantes. Esta carencia en la comunicación puede llevar a malentendidos y desmotivación entre los empleados, afectando su rendimiento y satisfacción laboral.
Además, la percepción de trato desigual entre trabajadores es otro factor significativo, mencionado por el 39% de los encuestados, lo que sugiere un ambiente de trabajo donde no todos los empleados se sienten valorados de la misma manera.
Otro aspecto relevante es la influencia de las presiones de dirigentes sindicales, que afecta al 38% de los trabajadores. Estas presiones pueden derivar en conflictos internos y afectar la cohesión del equipo. Asimismo, el informe señala que el contexto económico desfavorable es una preocupación para el 33% de los encuestados, lo que refleja cómo las condiciones económicas externas pueden impactar en el ambiente laboral.
La gestión ineficaz de los jefes también es un tema de preocupación, mencionado por el 30% de los participantes. Una gestión deficiente puede llevar a una falta de dirección clara y a un ambiente de trabajo desorganizado.
Por último, la normativa laboral fue identificada como una causa de conflicto por el 17% de los encuestados, lo que indica que las regulaciones actuales pueden no estar alineadas con las necesidades y expectativas de los trabajadores.
¿Cómo viene el 2025 en cuanto a conflictividad laboral?
La conflictividad laboral en el Perú se perfila como un desafío persistente para el año 2025, según Vinatea & Toyama. El estudio revela que un significativo 41% de los gerentes de recursos humanos de las empresas encuestadas anticipan un aumento en los conflictos laborales, mientras que un 46% espera que se mantenga en el mismo nivel. Solo un 13% de los encuestados prevé una disminución, lo que sugiere un panorama poco alentador para el próximo año.
El informe destaca diferencias en los retos que enfrentan las empresas con y sin sindicato. En las organizaciones sindicalizadas, el principal desafío es la falta de alineación de expectativas laborales entre trabajadores y directivos, señalado por el 55% de los encuestados.
Además, un 45% menciona la carencia de habilidades de gestión de conflictos en los líderes, y un 43% subraya la necesidad de adecuar el marco regulatorio para reducir los conflictos.
Por otro lado, en las empresas sin sindicato, la transformación de la cultura laboral es vista como el mayor reto, reportado por el 52% de las organizaciones. La falta de habilidades de gestión de conflictos en los líderes también es un problema significativo, mencionado por el 45%, seguido por la desalineación de expectativas laborales con un 43%.
Estos datos reflejan una tendencia que podría impactar en la estabilidad laboral y la productividad de las empresas en el país. La gestión efectiva de la conflictividad laboral se presenta como un aspecto crucial para las organizaciones, tanto para aquellas con representación sindical como para las que no la tienen.
La capacidad de los líderes para manejar conflictos y la adaptación de las regulaciones laborales son elementos clave que podrían influir en la evolución de este fenómeno en el futuro cercano.