En Perú, casi el 30% de las muertes neonatales se deben a nacimientos prematuros, según datos del Ministerio de Salud del Perú (Minsa). Por ello, es crucial tomar consciencia sobre el riesgo de fallecimiento en esta etapa tan vulnerable.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera “prematuro” a un bebé que nace antes de completar 37 semanas de embarazo; si nace antes de las 32 semanas, es “muy prematuro”, y si es antes de las 28 semanas, se considera “prematuro extremo”.
A nivel global, la prematuridad es la principal causa de muerte en bebés, y Perú no es ajeno a esta realidad. En este sentido, en lo que va del año 2024, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú) ha registrado 1.765 muertes neonatales, de las cuales el 29.9% se debe a nacimientos prematuros.
“Los bebés prematuros, además de no haber completado todas las semanas de gestación, suelen tener un muy bajo peso. Estas condiciones los vuelven muy vulnerables a sufrir con mayor gravedad y frecuencia infecciones que podrían ser prevenibles mediante una vacuna”, señaló Ofelina Vergara, Gerente Médico de Vacunas en Sanofi. Por eso, en el caso de los bebés que nacen de manera prematura, la vacunación cumple un rol fundamental para preservar su salud y su vida. En ese sentido, las vacunas hexavalentes acelulares son una forma efectiva de prevenir la mortalidad en bebés prematuros.
Las vacunas hexavalentes acelulares
La vacunación es fundamental para toda la población, pero adquiere especial importancia entre los grupos que requieren mayor protección. En particular, los neonatos prematuros necesitan más atención y cuidado, ya que su sistema inmunológico es más vulnerable y son más susceptibles a diversas enfermedades infecciosas. Aquí es donde las vacunas hexavalentes acelulares combinadas desempeñan un papel especial. Este tipo de vacunas reducen la probabilidad de efectos adversos potenciales y protegen contra seis enfermedades: difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b, hepatitis B y polio.
“Una de las principales ventajas de la vacuna hexavalente es que, al proteger contra un mayor número de enfermedades, se necesitan menos inyecciones, lo cual evita estrés e incomodidad en el bebé, y también supone un ahorro considerable para el país”, añadió la doctora Vergara.
La característica principal de las vacunas acelulares es que identifican y separan fracciones específicas de la bacteria, lo que disminuye los efectos secundarios propios de la vacunación. Estas vacunas representan una alternativa menos dolorosa y más segura y efectiva para los bebés.
Por ello, es importante destacar la vacunación acelular como una estrategia esencial en el cuidado y protección de los bebés prematuros, ya que les permite fortalecer su sistema inmunitario y prevenir diferentes tipos de enfermedades y bacterias infecciosas.
¿Cuándo se aplica la vacuna hexavalente acelular?
La vacuna hexavalente acelular se administra en tres dosis y un refuerzo adicional:
- La primera dosis se aplica a los 2 meses o, como mínimo, desde la sexta semana de vida.
- La segunda dosis se administra a los 4 meses o al menos 30 días después de la primera dosis.
- La tercera dosis se aplica a los 6 meses o mínimo 30 días después de la segunda dosis.
- Finalmente, el refuerzo se administra a los 18 meses o al menos 6 meses después de la tercera dosis.
La vacuna hexavalente acelular es segura y eficaz, causando menos reacciones adversas en los bebés que la vacuna tradicional, ya que está compuesta por fragmentos celulares en lugar de células enteras.
Características de la vacuna hexavalente acelular
La vacuna hexavalente acelular utiliza una formulación acelular, lo que significa que contiene componentes inactivados o fragmentos de los agentes patógenos que causan las enfermedades. Esto reduce significativamente el riesgo de efectos secundarios graves y proporciona una mayor seguridad para los niños. Además, al utilizar una formulación acelular, se minimiza el riesgo de reacciones alérgicas asociadas con las vacunas de células completas.
La acción de la vacuna hexavalente acelular se basa en la estimulación del sistema inmunológico del niño. Al administrar los componentes de los agentes patógenos en forma inactivada, el sistema inmunológico del niño reconoce estos componentes como extraños y desarrolla una respuesta inmunitaria protectora. Esto significa que, cuando el niño entra en contacto con los agentes patógenos reales en el futuro, su sistema inmunológico estará preparado para combatirlos eficazmente y evitar el desarrollo de enfermedades graves.