A finales del pasado julio, el Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud) informó que, desde enero del presente año hasta dicha fecha, más de 182 mil personas fueron diagnosticadas por trastornos de ansiedad en el Perú.
Entre los comportamientos más comunes que se pueden observar en una persona ansiosa se encuentra el mal hábito de interrumpir constantemente una conversación. Participar en un diálogo impidiendo que la otra persona pueda terminar de enunciar una idea o incluso de completar una oración es una conducta que puede resultar incómoda para quienes son interrumpidos.
Sin embargo, de acuerdo a la psicología, interrumpir de manera constante una conversación tiene diversos significados. No se trata únicamente de que quien interrumpe sea ansioso, impertinente o incluso narcisista. Existen diversos motivos detrás de este comportamiento, que no siempre se relacionan con el aburrimiento o el desinterés
El significado de que una persona interrumpa una conversación
Cada motivo por el que una persona interrumpe una conversación tiene un significado desde el punto de vista de la psicología. A continuación, se mencionan algunas de las razones más comunes de este comportamiento y su respectiva explicación:
- Cuestiones de género: Joanna Wolfe, de la Universidad Carnegie Mellon, ha investigado cómo las interrupciones durante las conversaciones pueden estar influenciadas por diferencias de género. Según un estudio realizado por la Universidad George Washington, los hombres interrumpen a las mujeres un 33% más que a otros hombres, comportamiento que no solo afecta la dinámica comunicativa, sino que podría estar enraizado en diversos factores relacionados con el machismo.
- Conducta aprendida en la infancia: entre esos factores, se resalta la posibilidad de que las interrupciones sean aprendidas desde la infancia. Cuando alguien crece en un ambiente donde interrumpir es una norma de comunicación, esta conducta puede parecer natural. Este patrón familiar, aunque no justificable, puede explicar por qué algunas personas consideran este comportamiento como algo casi innato.
- TDHA: otro aspecto que cubren las investigaciones de Russell Barkley, especialista en Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), es cómo el TDAH afecta el autocontrol verbal. Las personas con TDAH tienen dificultades con la función ejecutiva del cerebro, lo que compromete su capacidad para controlar impulsos y planificar acciones. Estos déficits pueden llevar a interrupciones frecuentes, pues su memoria no les permite recordar qué querían decir cuando esperan su turno para hablar.
- Entusiasmo excesivo: el entorno emocional también influye en las interrupciones, según la psicóloga Barbara Fredrickson, quien menciona que las emociones positivas como el entusiasmo pueden motivar a alguien a interrumpir, ya que el impulso de compartir ideas rápidamente puede ser abrumador.
- Personalidad narcisista: las personas con una personalidad egocéntrica o narcisista suelen manifestar una notable necesidad de reconocimiento y validación social. Tal comportamiento puede reflejarse en su interacción con los demás, donde el acto de interrumpir constantemente se asocia con este tipo de perfil. El propósito es posicionarse como el centro de atención en sus conversaciones. Este enfoque excesivo hacia su propio ser es común en individuos con tales características, que son propensos a monopolizar la atención en cualquier situación.
- Falta de escucha activa: por último, la falta de habilidades de escucha activa es otro factor relevante. Carl Rogers, conocido por su enfoque en la psicología humanista, argumentaba que suspender los juicios y dedicarse auténticamente a prestar atención al otro es fundamental en la escucha activa. Cuando alguien está más concentrado en lo que quiere decir que en lo que se le está comunicando, el resultado suele ser una interrupción.
¿Por qué una persona interrumpe constantemente una conversación?
Las interrupciones en una conversación son una de las principales factores que terminan con el diálogo. Maria Venetis, profesora asociada de Comunicación en la Universidad de Rutgers, explicó a The New York Times que ser interrumpido puede resultar degradante y condescendiente. Esta acción puede generar enfado al sugerir que las ideas o la participación de alguien no tienen validez.
Las interrupciones, más allá de ser simplemente molestas, pueden tener raíces en diversos factores que van desde características de personalidad hasta diferencias culturales o trastornos psicológicos.
En conclusión, las razones detrás de las interrupciones son complejas y multifacéticas, desbordando las explicaciones más simples como la falta de educación o el desinterés en la conversación ajena.