En Perú, la violencia sexual continúa siendo un problema alarmante y son las menores de edad una de las poblaciones más afectadas. De acuerdo con el último informe del Programa Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), entre enero y julio de 2024, más de 11,198 niñas y adolescentes han sido víctimas de abuso. El reporte también destaca que la problemática afecta principalmente a la población femenina, ya que los casos de abuso sexual infantil en menores varones sumaron 1,042 en el mismo período.
Debido a que la violencia sexual en contra de menores de edad es un problema no solo a nivel nacional sino también global, cada 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil. Esta fecha tiene como objetivo crear conciencia sobre esta problemática además de fortalecer la prevención de una de las violaciones más graves a los derechos humanos porque afecta la integridad y el desarrollo de niñas, niños y adolescentes.
Contrariamente a lo que se piensa, el abuso sexual infantil no siempre requiere de contacto físico como besos o tocamientos, ya que este tipo de violencia también puede ocurrir cuando el abusador no toca a la víctima como al tomarle fotos o hablarle de sexo.
Tipos de abuso sexual
De acuerdo con el MIMP, la violencia sexual contra niñas y adolescentes, conocida también como abuso sexual infantil, se define como el contacto que ocurre entre una persona adulta y un(a) menor de 18 años, con el propósito de obtener gratificación o estimulación sexual por parte del adulto que perpetra el abuso.
El término “abuso” se utiliza para describir este tipo de violencia sexual debido a la desigualdad existente entre el adulto y el o la menor, ya que el primero utiliza su posición de autoridad o poder para someter al niño, niña o adolescente.
Existen 2 tipos de abuso sexual infantil: con contacto físico y sin contacto físico.
Abuso sexual infantil con contacto físico
El contacto físico abusivo puede manifestarse de las siguientes formas:
- Contactos bucales en zonas genitales o áreas relacionadas con la actividad sexual que incluyen partes del cuerpo que suelen estar cubiertas por la ropa como el pecho, vientre, pelvis y glúteos. Pueden involucrar besos, lamidas o mordidas con fines de gratificación oral.
- Caricias, frotamientos o tocamientos dirigidos a las áreas mencionadas, tienen como propósito excitar al agresor o explorar el cuerpo del menor. Esto incluye la estimulación de los órganos sexuales de la víctima. Asimismo, abarca frotamientos realizados “como por descuido” o aprovechando momentos donde el cuerpo de el o la menor es accesible, como al pasar por un lugar estrecho, en el transporte público, al compartir la misma cama o en situaciones de afecto físico.
- Realización del acto sexual o coito conocido como violación sexual, implica la penetración del pene en la vagina o el ano. También incluye la penetración con otras partes del cuerpo, como los dedos, o con objetos. El sexo oral, al implicar contacto genital, se considera otra modalidad de violación sexual.
- Sexo interfemoral, que consiste en la estimulación del órgano sexual masculino mediante frotamiento entre las piernas de el o la menor, sin penetración.
Abuso sexual infantil sin contacto físico
Existen otras formas de abuso sexual en las que no hay contacto físico y usualmente acompañan o sirven de antesala para el contacto físico posterior:
- Espiar al niño, niña o adolescente mientras se viste.
- Exponer los genitales ante el o la menor de edad o masturbarse delante de él o ella.
- Utilizar a el o la menor para elaborar material pornográfico como tomarles fotos o grabar videos de él o ella sin ropa.
- Hacer que el o la menor vea pornografía.
- Incitación, por parte de la persona abusadora, a que el niño, niña o adolescente toque sus propios genitales.
- Incitar la sexualidad del menor de edad mediante conversaciones e imágenes de contenido sexual a través del chat, correo electrónico o redes sociales, entre otros.