Según la Federación Mundial de la Obesidad, se espera que en el 2035 haya más de 4 mil millones de personas con obesidad y sobrepeso en el mundo, lo que será equivalente a más del 50% de la población global. En el Perú, 4 de cada 10 personas mayores de 15 años tienen sobrepeso y 2 de cada 10 tienen obesidad, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2023.
Estas preocupantes estadísticas resaltan la necesidad de que los pacientes con estas condiciones caracterizadas por el exceso de peso reciban atención médica adecuada para evitar complicaciones graves y mejorar su calidad de vida. Hay que tener en cuenta que el sobrepeso y la obesidad pueden traer consigo la aparición de complicaciones adicionales como la diabetes, la hipertensión, los problemas cardíacos, los accidentes cerebrovasculares (ACV), el cáncer e incluso la muerte súbita.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que, en gran medida, el sobrepeso y la obesidad se pueden prevenir y controlar en base a ciertos consejos para mantener un peso saludable.
Consejos para mantener un peso saludable
A nivel individual, las personas pueden reducir el riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad adoptando una serie de medidas preventivas a lo largo de la vida, incluso antes de la concepción y durante los primeros años de vida. De acuerdo a la OMS, entre estas medidas se incluyen:
- Asegurar que el aumento de peso durante el embarazo sea el adecuado.
- Fomentar la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y continuarla hasta los 24 meses o más.
- Promover hábitos saludables en los niños, tales como una alimentación equilibrada, actividad física regular, reducción de comportamientos sedentarios y un buen patrón de sueño, independientemente de su peso actual.
- Limitar el tiempo frente a las pantallas.
- Reducir el consumo de bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico, al mismo que se promueven hábitos alimentarios más saludables.
- Adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio físico, un buen sueño, evitar el tabaco y el alcohol, y practicar la autorregulación emocional.
- Limitar la ingesta de grasas saturadas y azúcares, al mismo tiempo que se aumenta el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Realizar actividad física de manera regular.
Sobrepeso y obesidad en Perú
En Perú, la obesidad y el sobrepeso en adultos han mostrado un aumento considerable en los últimos años, colocando al país entre los tres primeros con mayores índices de sobrepeso en Latinoamérica. Según la Asociación Peruana de Cirugía Bariátrica y Enfermedades Metabólicas, alrededor de 300 mil peruanos sufren de obesidad mórbida, y se estima que para el año 2035, aproximadamente el 35% de la población padecerá de obesidad.
El Dr. Luciano Poggi, miembro de la directiva de la Asociación Peruana de Cirugía y Enfermedades Metabólicas (APCBEM), señala que, en el caso de la obesidad mórbida se trata de una enfermedad compleja en el que “menos del 5% de los pacientes logra mantener una pérdida de peso sostenida sin intervención especializada, dado que en estos casos la dieta no será suficiente. Por ello, es importante que reciban atención médica y sean tratados por profesionales en distintas áreas, de manera oportuna y adecuada”.
En algunos casos, en el tratamiento para la obesidad se realizan procedimientos endoscópicos para la pérdida de peso que no requieren incisiones ni cortes en la piel. Tras la administración de anestesia, se introducen sondas flexibles y otros instrumentos a través de la boca y la garganta hasta llegar al estómago. Entre los procedimientos más comunes se encuentran:
- Gastroplastia endoscópica en manga: este procedimiento implica la colocación de suturas en el estómago con el objetivo de reducir su capacidad, limitando la cantidad de alimentos y líquidos que puede contener. Con el paso del tiempo, el paciente experimenta una ingesta reducida, lo que favorece la pérdida de peso.
- Globo intragástrico para pérdida de peso: en este procedimiento, se introduce un pequeño globo en el estómago que se llena con agua, disminuyendo el espacio disponible en el estómago. Como resultado, la persona siente saciedad con porciones más pequeñas de comida. El globo se deja en su lugar durante un máximo de seis meses, después de los cuales se retira mediante un endoscopio. Dependiendo del plan de tratamiento, se puede colocar un nuevo globo si es necesario, según lo indicado por el equipo médico.