En el Perú, el 34% de mujeres ha pasado por una situación de hostigamiento sexual, aunque solo el 4% de ellas lo reconoce, de acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). En el caso del hostigamiento sexual laboral, que es uno de los más comunes, solo el 10% de las mujeres que lo sufren se atreven a denunciar.
La dificultad que las mujeres tienen para reconocer que están siendo víctimas del acoso sexual se debe a que este tipo de violencia de género está tan normalizada en la sociedad peruana que no solo ocurre en el espacio público y el trabajo sino también en el ámbito familiar y académico. Además, el 91% de víctimas de este tipo de violencia de género no recibe ayuda.
Al respecto, una herramienta útil para identificar a un acosador sexual es conocer cuáles son los rasgos psicológicos que lo caracterizan.
El perfil psicológico de un acosador sexual
El acoso sexual y el hostigamiento sexual son un tipo de violencia sexual que consiste en conductas de naturaleza sexual que incomodan, molestan o humillan a una persona como insinuaciones o acercamientos sexuales y promesas no deseadas o inapropiadas a cambio de favores sexuales.
Aunque los acosadores sexuales pueden pertenecer a diversas etnias, tener distintas edades o formar parte de cualquier nivel socioeconómico, existen varios rasgos psicológicos que suelen ser comunes entre ellos como los siguientes:
- Comportamientos narcisistas: muchos acosadores presentan un sentido exagerado de su propia importancia. Este rasgo los lleva a aprovecharse de los demás para alcanzar sus propios objetivos, mostrando una evidente falta de empatía hacia las personas a su alrededor.
- Egoísmo: el egoísmo es otra característica común en el perfil de un acosador. Estas personas suelen actuar sin preocuparse por las consecuencias de sus acciones, sin mostrar remordimientos por el daño que puedan causar.
- Incapacidad para manejar el rechazo: las personas acosadoras suelen tener dificultades para enfrentar el rechazo. El miedo a ser rechazadas por los demás puede llevarlas a usar la violencia o la burla como una forma de intentar encajar en grupos sociales o de obtener la atención que desean.
- Rasgos obsesivos, controladores y compulsivos: el perfil de un acosador frecuentemente incluye una tendencia a ser obsesivo, controlador y compulsivo. Estas personas experimentan ansiedad y malestar si no logran mantener el control sobre sus relaciones, lo que puede llevarlas a actuar de forma impulsiva para asegurar que sus deseos sean cumplidos.
- Celos: los celos suelen ser un indicador claro de inseguridad en quienes los experimentan. En el caso de un acosador, los celos pueden manifestarse en diferentes tipos de relaciones y motivar acciones destinadas a interferir o controlar aquellos vínculos que despiertan estas inseguridades.
- Comportamientos manipuladores: una característica común de los acosadores es el uso de la manipulación para influir en las personas de su entorno. A través de tácticas como el chantaje emocional o el distorsión de la realidad, intentan controlar las decisiones y acciones de los demás en su beneficio.
- Dependencia emocional: las personas acosadoras a menudo presentan una fuerte dependencia emocional en sus relaciones. Este patrón de dependencia está relacionado con un profundo miedo e inseguridad en sus vínculos afectivos, lo que les lleva a intentar aferrarse a los demás de manera controladora y destructiva.
- Baja autoestima: aquellos que recurren al acoso, ya sea sentimental, psicológico o violento, suelen tener una percepción negativa de sí mismos. La falta de confianza y el sentimiento de insuficiencia personal son comunes en su perfil, lo que los impulsa a intentar dominar o dañar a los demás para compensar su propia falta de autoestima.
Tipos de acosadores
Respecto a los acosadores se han identificado diversos perfiles que explican las actitudes y motivaciones detrás del acoso. Estos perfiles se clasifican de la siguiente manera:
- Rechazado: este tipo de acosador ha experimentado el rechazo en una relación significativa y se siente profundamente herido por ello. El acoso se convierte en una forma de buscar venganza o reivindicación ante lo que perciben como una injusticia o abandono.
- Resentido: los acosadores resentidos sienten enfado o amargura hacia una persona, creyendo que esta los ha ofendido o dañado con sus acciones. El acoso surge como una respuesta emocional, impulsada por el deseo de castigar a la otra persona.
- El que busca intimidad: algunos acosadores recurren al acoso con la esperanza de establecer una relación más cercana o íntima. Creyendo que a través de su comportamiento pueden ganar el afecto o amor de la víctima, buscan una conexión emocional que se manifiesta de manera destructiva.
- Incompetente: este tipo de acosador carece de habilidades sociales para formar relaciones saludables. La falta de comprensión de las normas sociales y emocionales puede llevarlos a comportarse de manera inapropiada, sin entender cómo interactuar de forma respetuosa con los demás.
- Controlador: en este caso, el acosador tiene como objetivo principal el control total sobre otra persona. Son individuos que, a menudo, planifican y ensayan sus acciones, e incluso fantasean sobre la dominación y el poder que ejercen sobre su víctima.