Al igual que en otros países, la nomofobia o el temor a estar desconectado del teléfono móvil es una realidad también en Perú. De acuerdo con un estudio reciente realizado por Nomophobia, un portal especializado en esta “enfermedad tecnológica”, el 50% de los peruanos experimenta ansiedad al separarse de su smartphone.
Además, el 49% de los encuestados considera que podría estar sufriendo de este trastorno, mientras que el 76% se siente dependiente de su celular para llevar a cabo sus actividades diarias. Es probable que un alto porcentaje de peruanos que sufre nomofobia use su celular incluso cuando va al baño sin saber que pasar sentado más de 10 minutos en el inodoro puede afectar su salud, tal como advierte un experto cirujano colorrectal.
Sentarse más de 10 minutos en el inodoro afecta la salud
Es común que las personas lleven sus teléfonos al baño, una práctica que muchos han adoptado mientras se encuentran en ese lugar. Por eso lo que podría comenzar como un breve viaje de 3 minutos al baño, fácilmente se convierte en una sesión de 15 minutos en la que se ve una publicación tras otra en redes sociales.
Aunque esto pueda parecer una forma inofensiva de aprovechar el tiempo mientras se realizan necesidades fisiológicas como miccionar y defecar, un experto en el tema advierte que estar sentado en el baño durante períodos prolongados puede tener efectos negativos en la salud.
En conversación con CNN, el Dr. Lai Xue, cirujano colorrectal del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas, señala que este comportamiento se ha asociado con un mayor riesgo de hemorroides y debilitamiento de los músculos pélvicos. “Cuando los pacientes se quejan, uno de los aspectos principales que debemos investigar es el tiempo excesivo que pasan en el baño”, explica el especialista.
Pasar más tiempo del necesario en el baño trae consigo varios problemas para la salud como los siguientes:
- Contacto con bacterias y virus: debido a que los baños son ambientes propensos a contener bacterias y virus, existe el riesgo de que se entre en contacto con diversos agentes patógenos. En los baños pueden encontrarse bacterias y virus que pueden causar enfermedades como gastroenteritis, diarrea e infecciones del tracto urinario.
- Hemorroides: el asiento del inodoro, al ser abierto y ovalado, comprime los glúteos, colocando el recto en una posición más baja que la que tendría si la persona estuviera sentada en un sofá. La gravedad, al tirar de la parte inferior del cuerpo hacia abajo, aumenta la presión sobre la circulación sanguínea. Como resultado, las venas y los vasos sanguíneos alrededor del ano y el recto inferior se dilatan y se llenan de sangre, lo que incrementa el riesgo de hemorroides.
- Debilitamiento del suelo pélvico: los músculos del suelo pélvico también se debilitan con el tiempo debido a la presión prolongada sobre ellos al estar sentados en el inodoro. Según el Dr. Xue, los músculos del suelo pélvico son fundamentales para coordinar el movimiento intestinal, ya que trabajan en conjunto con otros músculos para garantizar que las heces sean expulsadas de manera eficiente. La presión de la gravedad sobre el suelo pélvico, al estar sentado por largos períodos, tensa estos músculos y dificulta su funcionamiento adecuado.
- Prolapso rectal: permanecer sentado durante largos periodos en el inodoro también puede aumentar el riesgo de prolapso rectal. Este problema ocurre cuando el recto, que forma parte del intestino grueso, se desliza hacia abajo y sobresale del ano.
- Estreñimiento: pasar mucho tiempo en el baño puede causar estreñimiento, ya que el cerebro se centra en otras actividades en lugar de enviar la señal para defecar. El estreñimiento se produce cuando las heces se endurecen y secan, lo que dificulta su evacuación.
¿Cuánto tiempo debes sentarte en el inodoro?
Para evitar pasar demasiado tiempo en el baño se recomienda dejar el celular fuera de él, ya que lo ideal es que se permanezca sentado en el inodoro el menor tiempo posible.
El tiempo ideal para estar sentado en el inodoro debería ser entre 3 a 5 minutos con un máximo de 10 minutos como promedio.
Para acelerar el proceso de defecación se sugiere caminar un poco, ya que el movimiento puede ayudar a estimular los músculos intestinales y promover una evacuación. Además, el Dr. Xue aconseja mantenerse bien hidratado y consumir alimentos ricos en fibra, como avena y frejoles, para favorecer evacuaciones regulares y evitar el esfuerzo innecesario, ya que tanto el agua como la fibra ayudan a ablandar las heces, facilitando su expulsión.