Los días soleados volverán paulatinamente a Lima y el resto de la costa peruana a mediada que se aproxima el inicio del verano. En ese contexto, uno de los accesorios más demandados son los lentes de sol, cuyo característico color oscuro cubren los ojos de muchos transeúntes en las calles de la capital.
Uno de los beneficios de las gafas oscuras es la reducción de la fatiga en la vista causada por los rayos solares. Sin embargo, se suele pasar por alto la que debería ser su función principal: proteger de los ojos de la radiación ultravioleta (rayos UV) proveniente de la estrella.
Hay tres formas de rayos UV que llegan a la Tierra: UVA, UVB y UVC. Mientras el último se queda atrapado en la capa de ozono, los otros impactan en nuestra piel, principalmente en la dermis y la epidermis.
Lentes oscuros: un arma de doble filo
De acuerdo con el sistema de atención médica de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, los usuarios de estos accesorios deben asegurarse de que cuenten con protección UV.
En ese sentido, solo la oscuridad de los lentes de sol no garantizan que protejan más. De hecho, si no cuenta con la protección mencionada, puede representar un peligro aún mayor para el usuario.
“Las gafas de sol oscuras que no bloquean los rayos nocivos pueden reducir la necesidad de entrecerrar los ojos cuando hay mucha luz, pero eso es todo. Cuando te pones unas gafas de sol muy oscuras, tus pupilas se abren y permiten que entre mucha más luz en tus ojos que si no las usaras”, indica la institución en su página web.
Al filtrar la luz ambiental y el resplandor, se produce una exposición adicional a los rayos UV. Ello aumenta el riesgo de sufrir cataratas, degeneración macular y melanoma ocular, un tipo de cáncer en los ojos.
Asimismo, se la persona se expone a daños en la visión a corto plazo, como la fotoconjuntivitis o fotoqueratitis, que son inflamaciones dolorosas de la córnea y la conjuntiva.
¿Cómo saber si los lentes de sol tienen protección UV?
El principal consejo es comprar lentes de sol en ópticas o centros oftalmológicos. El producto debe tener una etiqueta que indique la protección UV. Por ejemplo, puede decir “100% de protección contra rayos UVA y UVB” o “100% de protección contra rayos UV 400″.
No obstante, si la persona ya cuenta con lentes de sol y no sabe si protegen de la radiación ultravioleta, debe dirigirse a cualquier óptica o centro oftalmológico formal para realizar la evaluación.
“Los lentes se colocan en un uveometro, esta máquina nos va dar un valor: si es de protección UV de 100, 200, 300 o 400 nanómetros. Debería tener 400, ese es el indicador adecuado para protegernos de los rayos UV”, explica Juan Carlos Martínez, cirujano oftalmólogo del Hospital Nacional Alberto Sabogal, en un comunicado de Essalud.
“El consejo más importante es que te pongas gafas de sol siempre que estés al aire libre”, dice Jeff Pettey, oftalmólogo del sistema de salud de la Universidad de Utah.
“Las gafas de sol son para los ojos lo que el protector solar es para la piel. Ya sea que esté nublado o soleado, son un escudo esencial para proteger tu salud”, finaliza.