Desde la negación hasta la aceptación: etapas del duelo por la muerte de un ser querido

Especialistas en salud mental del Ministerio de Salud del Perú (Minsa) recomiendan permitir que el duelo se exprese, brindarle un espacio y atravesarlo en compañía de redes de apoyo y personas cercanas

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La tristeza profunda y la
La tristeza profunda y la desesperanza son reacciones habituales en la fase de depresión (Masfe.org)

La pandemia global de covid-19 que azotó al mundo entre 2020 y 2023 provocó la muerte de más de 4 millones 500 mil peruanos. La gran cantidad de víctimas de coronavirus convirtió al Perú en el país con más muertes por esta enfermedad en 2021.

Las decenas de millones de peruanos que perdieron a sus familiares durante la pandemia tuvieron que enfrentarse al duelo, el período en el que se experimenta tristeza ante el fallecimiento de alguien. Este proceso emocional es uno de los momentos más dolorosos que se experimenta en la vida, caracterizado por emociones intensas de tristeza profunda, soledad y angustia.

La psiquiatra Kelly Castro, de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud del Perú (Minsa), señala que es fundamental entender el duelo como un proceso emocional, adaptativo, intenso y normal ante la pérdida de un ser querido. Aunque cada persona atraviesa el duelo de forma particular, existen etapas comunes que suelen experimentarse durante el duelo y son las siguientes: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

1. Negación

La pérdida de un ser
La pérdida de un ser querido puede representar uno de los momentos más dolorosos en la vida de una persona (Garayalde floristas)

La negación es una reacción común ante la pérdida, manifestándose de inmediato y a menudo vinculada a un estado de shock o embotamiento emocional. Esta etapa se caracteriza por la incredulidad, resumida en la expresión: “esto no me puede estar pasando a mí”.

La negación es un mecanismo de defensa que permite a las personas afrontar gradualmente la realidad de la pérdida, proporcionando un respiro temporal del dolor emocional intenso.

2. Ira

La frustración y el enojo son emociones que emergen tras la etapa de negación en el proceso de duelo. Estos sentimientos surgen cuando las personas se enfrentan a la incapacidad de cambiar las consecuencias de una pérdida significativa. Este fenómeno emocional es común y puede llevar a una sensación de impotencia, lo que a menudo intensifica el enojo y la ira.

La negación se manifiesta a
La negación se manifiesta a menudo vinculada a un estado de shock o embotamiento emocional (Imagen Ilustrativa Infobae)

Castro señala que los sentimientos de frustración e impotencia pueden provocar conflictos tanto con otros como consigo mismo: “algunas personas pueden quedar atrapadas en una reclamación continua durante esta etapa, lo que les puede impedir atravesar el duelo en su totalidad”.

3. Negociación

La negociación es una de las etapas del proceso de duelo donde la esperanza juega un papel crucial, ya que proporciona el impulso necesario para seguir adelante, incluso cuando las circunstancias parecen insuperables.

Según la psiquiatra del Minsa, es en la negociación que se inicia un diálogo interior para procesar la pérdida. En esta fase, la persona empieza a conectarse con la realidad de lo ocurrido y puede cuestionarse sobre lo que habría sucedido si hubiera actuado de otra manera, lo cual suele generar sentimientos de culpa por lo que no se pudo hacer.

4. Depresión

A medida que la realidad de la pérdida se asienta, es común que las personas se enfrenten a una serie de emociones complejas. La tristeza profunda y la desesperanza son reacciones habituales, y pueden ir acompañadas de un deseo de evitar las interacciones sociales. Este aislamiento puede ser tanto una respuesta emocional como una forma de encerrarse a solas con el dolor.

5. Aceptación

La aceptación consiste en entender
La aceptación consiste en entender la muerte o las pérdidas como una parte natural de la vida humana (Imagen Ilustrativa Infobae)

La aceptación de la pérdida es un proceso que implica reconocer la inevitabilidad del duelo y entender la muerte o las pérdidas como una parte natural de la vida humana. Este estado de calma y comprensión se asocia con la última etapa del duelo.

Castro explica que en este momento, la persona deja de resistirse a la realidad y empieza a convivir con el dolor emocional de saber que ya no está junto a la persona amada. Aunque persiste la tristeza, la ausencia es transitada con mayor comprensión y con una sensación de paz frente a lo inevitable.

“Aceptarlo no significa que la tristeza se vaya o que hayamos olvidado a la persona. Es importante recordar que no podemos evitar el dolor, el duelo hay que vivirlo, darle espacio y transitarlo. Intentemos aceptar lo que vamos sintiendo y busquemos redes de apoyo, pues es mejor vivirlo en comunidad”, afirma la especialista.

Para mayor información en temas de salud mental pueden comunicarse a la línea gratuita 113, opción 5. La Central 113 Salud es una plataforma informativa desarrollada por el Minsa.

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