En febrero de 2024, previo al inicio de las clases escolares, el Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud) advertía que las dificultades en el rendimiento escolar y los problemas de aprendizaje podían esconder dificultades auditivas como la pérdida de audición en uno o ambos oídos.
Cristian Mejía, director de la carrera de Terapia de Audición, Voz y Lenguaje en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), afirma que la pérdida auditiva suele manifestarse de forma sutil, y tanto padres como docentes a menudo no perciben que un niño podría no estar escuchando correctamente.
La detección temprana es fundamental, ya que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.500 millones de personas en el mundo presentan algún grado de pérdida auditiva. De ese total, 430 millones padecen una pérdida moderada o severa.
Por otro lado, en la región de las Américas, el 21,52% de la población padece esta condición, y se proyecta que la cifra aumente a 322 millones para el año 2050. Mientras que, en la actualidad, en el Perú hay 532 mil personas que padecen sordera.
Señales de que tu hijo tiene problemas de audición
“La deficiencia auditiva debe detectarse lo antes posible, para evitar retrasos en el aprendizaje y problemas en el desarrollo lingüístico y comunicativo del niño. Si no se diagnostican a tiempo, las dificultades auditivas pueden afectar no solo su rendimiento académico, sino también sus oportunidades profesionales en el futuro. La mayoría no recibe rehabilitación, lo que afecta significativamente su vida. Es crucial tomar medidas urgentes para prevenir y tratar la pérdida auditiva y mitigar sus efectos a lo largo de la vida”, sostiene Mejía.
En esa línea, el experto destaca las siguientes señales de advertencia de que un niño padece dificultades auditivas:
- Dificultad para comprender palabras: si se observa que el niño solicita repetición al recibir una instrucción sencilla, es posible que tenga dificultades auditivas, lo que puede ocasionar confusiones tanto en la escuela como en el hogar.
- Problemas de atención: si parece distraído o le cuesta concentrarse en ambientes con mucho ruido, podría no estar percibiendo claramente todo lo que se dice.
- Volumen elevado: si acostumbra a aumentar el volumen por encima de lo habitual, esto podría indicar una dificultad auditiva. En ocasiones, recurren a esto para captar mejor lo que sucede a su alrededor.
- Retraso en el desarrollo del lenguaje: si se percibe que su vocabulario es más limitado o le resulta complicado formar oraciones, puede deberse a que no ha escuchado adecuadamente las palabras que debería estar aprendiendo a su edad.
- Variaciones en el rendimiento escolar: si sus calificaciones han bajado o presenta mayores dificultades académicas sin una causa aparente, es posible que no esté escuchando bien las explicaciones del docente.
A pesar de la importancia de un diagnóstico temprano, Mejía señala que el país enfrenta un déficit de profesionales en Terapia de Audición, Voz y Lenguaje. Esta falta de especialistas dificulta la detección y tratamiento oportuno de los problemas auditivos en muchos niños. Es por ello que resulta crucial no solo estar atentos a las señales de alerta, sino también promover la formación de más profesionales en esta área para garantizar que todos los niños puedan acceder a una atención adecuada y mejorar su calidad de vida.
Enfermedades que provocan dificultades auditivas
Durante la niñez, enfermedades como la otitis media aguda y la otitis media serosa no atendidas de manera adecuada pueden generar algún grado de hipoacusia, que es la incapacidad total o parcial para escuchar sonidos en uno o ambos oídos.
La otitis media aguda se origina por la inflamación e infección del oído medio, ubicado justo detrás del tímpano. Esta infección se desarrolla de manera rápida y resulta dolorosa. Las infecciones de oído que persisten durante un largo tiempo o que se presentan de forma intermitente se conocen como infecciones crónicas del oído.
La otitis media serosa (o secretora) puede surgir a partir de una otitis media aguda que no haya sanado por completo, o debido a una obstrucción de la trompa de Eustaquio, que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz. La otitis media serosa puede presentarse a cualquier edad, aunque es más común después de una otitis media aguda en niños, y puede durar semanas o incluso meses.