La poliomielitis es una enfermedad devastadora que, gracias a las campañas de vacunación, ha sido controlada a nivel mundial. Perú no es la excepción; sin embargo, relajar los esfuerzos de inmunización podría desencadenar un nuevo brote en el país. Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), solo el 82.5% de los niños menores de 12 meses han recibido las tres dosis de la vacuna contra la polio.
De acuerdo con el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa), Perú ha estado libre de poliomielitis desde 1991, cuando se registró el último caso positivo en el distrito de Pichanaqui, en la provincia de Chanchamayo (Junín). Este hito se logró gracias a una intensa campaña de vacunación que permitió erradicar esta enfermedad en el país. Actuar con prontitud es fundamental para garantizar que la poliomielitis no vuelva a convertirse en un problema de salud pública.
Alerta en 2023
Treinta años después de que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) declarara a Perú libre de poliomielitis, se reportó un contagio de poliovirus en un niño no vacunado en el departamento de Loreto. Este caso vuelve a encender las alarmas sobre las bajas tasas de vacunación y las precarias condiciones de vida de la población, ya que, según la OMS, el virus se propaga principalmente en “áreas con poca higiene y sistemas de saneamiento deficientes”.
“La polio es una enfermedad muy grave y contagiosa que puede ocasionar la muerte o dejar lesiones muy severas en los pacientes afectados. Es importante no echar a perder el esfuerzo de miles de profesionales de la salud para eliminar este virus del país. Para ello, la clave está en continuar con una estrategia proactiva de vacunación”, señaló Daniel Escobar, Medical Lead en Sanofi para América Latina.
Además, la reintroducción del virus en cualquier país es una posibilidad concreta, como lo advirtió recientemente la OPS tras detectar poliovirus circulante en muestras de aguas residuales de Guayana Francesa. Esta situación también ha sido observada recientemente en países como Francia y España, a lo que se añade el primer contagio de un niño en Gaza después de 25 años de control del virus.
¿Qué es la poliomielitis?
Se trata de una enfermedad altamente contagiosa provocada por el virus que lleva su nombre. Aunque la mayoría de los casos son asintomáticos, cuando se presentan síntomas pueden ser devastadores.
Según la OPS, entre el 5% y el 10% de las personas infectadas muestran síntomas similares a los de la gripe. No obstante, en menos del 1% de los casos, el virus puede dañar partes del sistema nervioso, causando lesiones permanentes o incluso la muerte.
Generalmente, la polio se transmite a través de aguas residuales contaminadas, aunque también se han reportado contagios por secreciones respiratorias. La vacunación es la mejor forma de prevenir esta enfermedad, y gracias a esta estrategia, desde 1994, todo el continente americano se declaró libre de polio.
Vacuna
En agosto de 1991, el pediatra Roger Zapata encontró el último caso de poliomielitis en Perú. Se trataba de un niño contagiado en la localidad de Pichanaqui. La respuesta fue establecer una brigada “a pie” que investigó en toda la región el origen del contagio. A su vez, se desplegó una campaña de vacunación que permitió vacunar a una serie de personas que circulaban por rutas de migración en cafetales rurales. Con este último esfuerzo se erradicó la polio en el país y todo el continente.
La vacuna es la única solución contra la polio, pero eso no significa que no se pueda mejorar este método. Desde 1991 a la actualidad, se ha avanzado lo suficiente para elaborar una vacuna incluso más efectiva.
La tradicional vacunación oral, que se mantiene aún en varios lugares, tiene la particularidad de que, al suministrarse el virus activado, la persona puede expulsarlo en sus excreciones abriendo la posibilidad de un contagio en raras ocasiones. De hecho, en los últimos 20 años se han detectado ocho casos de poliovirus derivado de la vacuna oral.
¿Cómo erradicarlo?
La alternativa más efectiva es la vacuna hexavalente acelular que, al ser inoculada mediante una inyección, evita el riesgo de la vacuna oral. Además, protege de polio y otras cinco enfermedades infecciosas.
“Las estrategias de prevención en el área de la salud siempre apuntan a mejorar la protección de las personas y reducir, incluso más, cualquier tipo de riesgo. Las vacunas hexavalentes acelulares son un hito que garantizan una mayor seguridad del bebé y, además, al ser acelulares, generan menos efectos adversos, como inflamación o síntomas”, finalizó el doctor Escobar.