La salud dental tiene un efecto directo en la salud general, el bienestar y la calidad de vida, según el Ministerio de Salud del Perú (Minsa). Mantener una higiene adecuada de los dientes no solo evita enfermedades como caries, gingivitis y periodontitis sino que además ayuda a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Teniendo en cuenta que en nuestro país solo el 26.7% de los menores de 12 años va al dentista, se puede concluir que un alto porcentaje de peruanos puede sufrir alguna enfermedad cardíaca derivada de una mala salud bucal. Esto se debe a que las enfermedades de las encías, como la gingivitis y la periodontitis, pueden afectar la salud del corazón.
Relación entre salud dental y salud cardiaca
Para comprender por qué existe una estrecha relación entre las enfermedades de las encías y la salud del corazón hay que tener en cuenta que una mala higiene bucal contribuye a la acumulación de placa y sarro llenos de bacterias, lo que provoca caries y enfermedades de las encías como gingivitis y periodontitis.
Estas bacterias pueden ingresar al torrente sanguíneo e infectar las válvulas cardíacas, causando afecciones cardíacas infecciosas e inflamatorias, como la endocarditis bacteriana. El vínculo entre las enfermedades de las encías y las del corazón es aún más relevante para las personas que tienen válvulas cardíacas artificiales.
La gingivitis es una de las patologías bucales más comunes, caracterizada por la inflamación, enrojecimiento y sangrado de las encías. Esta condición suele ser causada por la acumulación excesiva de bacterias en el espacio entre la encía y el diente, formando sarro.
Cuando la gingivitis no recibe el tratamiento adecuado, puede derivar en periodontitis, una enfermedad inflamatoria e infecciosa provocada por bacterias presentes en la boca, que generan una inflamación persistente en las encías. Esta condición desencadena efectos proinflamatorios, altera el sistema inmunológico y promueve la trombosis.
Estos procesos biológicos explican la conexión entre la enfermedad periodontal y las enfermedades cardiovasculares. La inflamación de las encías eleva diversos marcadores, incluidas sustancias protrombóticas y proinflamatorias, que pueden contribuir al daño vascular.
Cabe señalar que los individuos que presentan periodontitis están un 25% más expuestos a desarrollar una enfermedad cardiaca coronaria. Además, la periodontitis y la pérdida de dientes también se han asociado con la enfermedad coronaria. Por último, la inflamación causada por infecciones bacterianas puede desencadenar daños vasculares en todo el cuerpo.
Cómo prevenir prevenir enfermedades cardiovasculares
En cuanto a la prevención de las enfermedades cardiacas relacionadas con la salud dental, los expertos de Dentaid buscan concienciar sobre la importancia de mantener una buena higiene bucal para cuidar la salud general, y en particular, la salud del corazón.
La Dra. Vanessa Blanc, responsable de Investigación Traslacional y Desarrollo en Dentaid, señala además que “el vínculo entre los infartos de miocardio y la mala salud bucal se propuso en la década de los 80. Desde entonces, numerosos estudios han confirmado una relación positiva entre la periodontitis y las enfermedades cardiovasculares. Además, la presencia de varios patógenos orales en las lesiones cardiovasculares contribuye a la progresión de estas enfermedades”.
Por lo tanto, el cuidado de la salud bucal ejerce un impacto muy positivo en la salud cardiovascular. Mantener una adecuada higiene bucal disminuye la placa bacteriana en la cavidad oral, lo que se traduce en una reducción de la inflamación en las encías y, a su vez, en una disminución de la inflamación a nivel sistémico.
Algunos consejos para disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas son los siguientes:
- Mantener una buena higiene bucal, cepillándose dos veces al día con pasta dental fluorada, usando hilo dental y limpiando la lengua.
- Dejar hábitos nocivos como el tabaquismo.
- Evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol.
- Incluir frutas y verduras frescas en la dieta.
- Evitar alimentos altamente procesados y ricos en grasas.
- Mantener un peso saludable.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Asistir a revisiones dentales periódicas para limpiezas profesionales y prevención de enfermedades dentales.