Una camioneta Cadillac Escalade, utilizada por el presentador de televisión Andrés Hurtado y cuyo precio original en 2007 podía llegar a los 60,000 dólares, ha captado la atención debido a una serie de transacciones sospechosas reveladas este domingo en Cuarto Poder. El vehículo, aunque empleado por el conductor, nunca figuró a su nombre en los registros de propiedad.
El dominical detalló que el empresario y extesorero de Hurtado, Abraham Mina, adquirió la camioneta en 2012 por 36,500 dólares. Posteriormente, fue transferida en 2016 por 10,000 dólares, luego en 2017 por 7,000 dólares, y finalmente, en julio de 2018, fue cedida por apenas 3,000 soles a su actual propietario, Juan Yuc Puy Ramírez, un anciano que afirma nunca haber visto la unidad.
El octogenario, quien tiene su licencia cancelada, se declaró sorprendido cuando fue consultado por los documentos que lo acreditan como dueño del auto de lujo. “La verdad que desconozco esa parte, no sé. No, yo no sé nada. Yo desconozco totalmente. Primeramente, yo no tengo brevete para manejar”, señaló.
De acuerdo con el dominical, Hurtado fue visto en múltiples ocasiones con esta camioneta, a la que llamaba ‘La Bestia’. En julio de 2015, fue detenido mientras la conducía en Barranco, donde se le realizó una prueba de alcohol que resultó positiva. En 2022, cuando el vehículo ya estaba en propiedad del anciano, volvió a ser noticia por una avería de en Ate.
Para el exfiscal anticorrupción Martín Salas, esta cadena de transferencias podría involucrar un delito de lavado de activos. “En este momento ya estaríamos en un acto de conversión, que es ingresar el patrimonio ilícito al mercado formal. (El actual propietario) podría haber sido inducido a algún acto involuntario mediante engaño por alguien de su círculo íntimo de confianza, para poder suscribir los documentos correspondientes que luego le terminan dando propiedad sin que él lo sepa”, explicó.
El octogenario, de hecho, es padre de Juan Luis Yucpuy Ramírez, quien apareció en el programa del presentador como director ejecutivo de Molisalud, un centro médico privado que fue mencionado por Hurtado durante una audiencia de control de identidad después de ser detenido.
“(Tengo) 33 años en la televisión. Trabajo en Panamericana y fui recientemente contratado por este tema en un centro médico, Molisalud, pero está con otra razón social que no me acuerdo, el nombre comercial no me acuerdo”, dijo al juez supremo Juan Carlos Checkley. Sin embargo, horas después, el establecimiento emitió un comunicado para desmarcarse de él y referir que “jamás ha mantenido, ni mantiene, contrato laboral con nosotros”.
Días atrás, el programa Ocurre Ahora reveló que Hurtado adquirió dos vehículos Lada Priora por 29 mil dólares en total, que luego vendió por únicamente 500 soles cada uno, a través de su empresa A. H. Company Entertainment. Esta diferencia de precios también ha despertado interés por posibles maniobras de lavado de activos.
El conductor enfrenta actualmente 18 meses de prisión preventiva e investigaciones simultáneas por dos despachos del Ministerio Público. Una fiscalía investiga el lavado de activos, mientras que la Segunda Fiscalía Suprema Transitoria se enfoca en sus presuntas operaciones junto a la fiscal Peralta. Ambos procesos tienen un plazo de ocho meses, pero solo el segundo ha sido declarado “complejo”.
El empresario Abraham Mina, cuya empresa facturó casi tres millones de soles en publicidad para el programa de del presentador, admitió haber realizado envíos de dinero en moto lineal como método rápido de transacción. Mina declaró que utilizó este método unas diez veces y que movió al menos 6,000 dólares fuera de la fiscalización, pero no reveló los destinatarios ni los motivos.
Además, indicó no temer a la prisión ni a lo que eventualmente Hurtado pudiera decir mientras cumple la orden judicial en prisión. “Lamentablemente, yo vengo de un mundo informal, de trabajar en cumbia. Nosotros en este mundo hemos ido aprendiendo de a pocos”, alegó.
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