Andrés Hurtado, de temeroso a déspota en Lurigancho: “No me quedaré mucho tiempo aquí”

El presentador, quien anteriormente solicitaba un trato especial al INPE, ha adoptado una actitud prepotente, aseguran. Además, su reacción ante las burlas de otros internos sería contundente: “¿Qué le pasa a estos pobres?”

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Andrés Hurtado se negó a recibir visitas de las madres de sus hijas en el Penal de Lurigancho
Andrés Hurtado se negó a recibir visitas de las madres de sus hijas en el Penal de Lurigancho

Andrés Hurtado, conocido como ‘Chibolín’, se encuentra actualmente cumpliendo 11 días en el penal de Lurigancho, donde estaría experimentando un notable cambio en su comportamiento.

Inicialmente, el presentador de televisión se mostraba como una persona asustada y temerosa de ser trasladado al centro penitenciario, solicitando un trato especial que no es concedido a otros reos.

Sin embargo, en los últimos días, ha emergido un nuevo Andrés Hurtado, caracterizado por una actitud déspota y prepotente.

Andrés Hurtado podría ir por 29 años a la cárcel.
Andrés Hurtado podría ir por 29 años a la cárcel.

“¿Qué le pasa a estos pobres?”

De acuerdo al dominical Panorama, al principio de su reclusión, Hurtado se mostraba inquieto y temeroso. Su constante solicitud de un trato especial al INPE reflejaba su deseo de ser tratado de forma diferente, un privilegio que no se concede a ningún otro reo.

Pero esta semana, la imagen del ‘Chibolín’ vulnerable habría quedado atrás; el INPE ahora se enfrentaría a un Andrés Hurtado déspota, amargado y prepotente.

Según el dominical, el cambio en su comportamiento se hizo evidente el último jueves, cuando, desde su celda, pidió ir a la clínica penitenciaria. Este establecimiento, situado a solo dos cuadras de su pabellón, ofrece atención médica las 24 horas y se encuentra al lado del pabellón 17, donde están recluidos internos con tuberculosis.

Andrés Hurtado la pasa mal dentro del penal de Lurigancho.
Andrés Hurtado la pasa mal dentro del penal de Lurigancho.

Al ser escoltado hacia la clínica, los internos habrían aprovechado la ocasión para saludarlo y hacer burlas: “Hola, Chibolín, ¿cómo estás, Chibolín?”. Las risas y los comentarios despectivos resonaron en los pasillos mientras él caminaba. Ante ello, la respuesta del presentador fue: “¿Qué le pasa a estos pobres?”, según cuentan las fuentes del dominical.

Además, su relación con las reglas del penal estaría siendo problemática. Pues, todos los internos deben llenar una solicitud para recibir visitas, en la cual pueden incluir hasta 10 nombres.

Sin embargo, Hurtado solo anotó recientemente el nombre de Damaris Moreno Sánchez, una ciudadana venezolana y asistente personal. A pesar de contar con nueve espacios adicionales para más nombres, él optó por no utilizarlos, alegando que “no me quedaré mucho tiempo aquí”.

Especialista sugiere equipar y capacitar a los agentes policiales. (Foto referencial/ Andina)
Especialista sugiere equipar y capacitar a los agentes policiales. (Foto referencial/ Andina)

¿Por qué fue detenido Andrés Hurtado?

Andrés Hurtado, conocido como ‘Chibolín’, fue detenido preliminarmente el 19 de septiembre de 2024 por agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) y el grupo de inteligencia Orión de la Dirandro.

La captura se llevó a cabo en una clínica en San Borja en el marco de una investigación por presunto tráfico de influencias y lavado de activos.

La Segunda Fiscalía Suprema Transitoria Especializada en Delitos Cometidos por Funcionarios Públicos presentó indicios de que Hurtado, junto a Luz Elizabeth Peralta Santur, estaría involucrado en tres hechos delictivos: la devolución de oro a la empresa Miu Lei, una denuncia contra Jimmy Pflücker Pinillos, accionista de la planta Paltarumi S.A.C., y el pago de 100 mil dólares para frenar la investigación contra Quantico Servicios Integrados S.A.C.

Además, Hurtado es investigado por presuntamente haber vendido vehículos de lujo a precios sospechosamente bajos. Pues, compró dos autos Lada Priora por 29 mil dólares y los revendió a S/500 cada uno, cuyos nuevos compradores, citados por la Fiscalía, revendieron los autos a precios mucho más altos.

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