La adicción a las apuestas deportivas virtuales se ha convertido en una preocupación creciente en la sociedad peruana, especialmente entre los jóvenes. Este fenómeno no solo afecta la salud mental de quienes lo padecen, sino que también tiene repercusiones en su vida social, económica y familiar.
Según informó el Seguro Social de Salud (EsSalud), cerca del 20% de los pacientes que asisten al Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen han sido diagnosticados con trastornos relacionados con la adicción a las apuestas deportivas digitales.
Jessica Barreto Castillo, psiquiatra del servicio de Conductas Adictivas del hospital, ha destacado que los casos se concentran principalmente en personas de entre 20 y 30 años. De acuerdo a la especialista, la mayoría de ellos manifestó haberse interesado en este tipo de juegos durante el aislamiento social provocado por la pandemia.
Signos de alerta identificados
Los pacientes con esta adicción muestran dos signos de alerta principales: la pérdida progresiva de dinero y el uso excesivo del tiempo navegando en internet.
Esto los lleva a descuidar su trabajo, estudios y relaciones familiares, prefiriendo relacionarse con personas que también comparten interés por las apuestas.
Asimismo, Barreto señala que la mayoría de pacientes del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen niegan el problema, minimizan las horas dedicadas al juego y el dinero invertido. Además, suelen presentar irritabilidad, fatiga, insomnio y, en algunos casos, desarrollan episodios de ansiedad y depresión.
La doctora Barreto exhortó a no pasar por alto estas señales de alerta en familiares y amigos. Si se detectan, es crucial acudir al centro de salud más próximo, donde especialistas en salud mental podrán proporcionar las herramientas necesarias para convencer al paciente y alentarlo a buscar ayuda.
Subrayó que, como en cualquier enfermedad mental, la prevención se fundamenta en promover la comunicación y fortalecer la autoestima dentro del entorno familiar. Además, es esencial informar sobre los riesgos y consecuencias de las adicciones.
Adolescentes con adicción a las redes sociales
La especialista también advirtió que uno de cada doce pacientes atendidos en el servicio de conductas adictivas del Hospital Almenara son adolescentes subdiagnosticados con adicción a las redes sociales. Es decir, los pacientes acuden por diagnósticos de depresión, ansiedad u otros problemas de salud mental y, durante el tratamiento, se descubre su dependencia de las redes sociales.
En este contexto, recomendó a los padres establecer un plan de uso tecnológico que permita supervisar y controlar de manera respetuosa el tiempo que sus hijos dedican a las redes sociales.
¿Cómo establecer el uso saludable de la tecnología en menores?
Establecer un horario y utilizar estrategias para monitorear el uso de redes sociales en menores es fundamental para fomentar un uso saludable de la tecnología. A continuación, algunas recomendaciones:
1. Establecer un horario específico
- Crear un calendario: Define un horario claro que incluya períodos específicos para el uso de redes sociales. Por ejemplo, permitir el uso durante una o dos horas después de las tareas escolares.
- Priorizar actividades: Asegúrate de que las actividades fuera de línea, como el deporte, la lectura o el tiempo en familia, tengan prioridad sobre el tiempo en redes sociales.
- Incluir días de descanso: Considera establecer días sin uso de redes sociales, especialmente durante fines de semana o vacaciones.
2. Comunicación abierta
- Conversar sobre el uso de redes: Habla con los menores sobre los riesgos y beneficios del uso de redes sociales. Asegúrate de que entiendan la importancia de la privacidad y la seguridad en línea.
- Fomentar la responsabilidad: Anima a los menores a compartir sus experiencias en redes sociales contigo. Esto puede ayudar a construir confianza y asegurar que se sientan cómodos hablando sobre lo que ven y experimentan.
3. Uso de herramientas de monitoreo
- Aplicaciones de control parental: Utiliza aplicaciones que permiten monitorear el tiempo de uso y las actividades en redes sociales. Estas aplicaciones pueden limitar el tiempo en redes y bloquear contenido inapropiado.
- Configuraciones de privacidad: Enseña a los menores a ajustar la configuración de privacidad en sus perfiles de redes sociales para proteger su información personal.
4. Establecer reglas claras
- Normas de uso: Define qué tipo de contenido es aceptable y qué no lo es. Asegúrate de que los menores comprendan las consecuencias de violar estas reglas.
- Espacios de uso: Designa lugares específicos en el hogar donde los menores pueden utilizar sus dispositivos, preferiblemente en áreas comunes para facilitar la supervisión.
5. Revisiones periódicas
- Monitorear y ajustar: Realiza revisiones regulares sobre el uso de redes sociales. Pregunta a los menores sobre sus experiencias y ajusta las reglas o el horario según sea necesario.
- Refuerzo positivo: Elogia a los menores cuando sigan las reglas establecidas y demuestren un uso responsable de las redes sociales.
6. Educación sobre ciberseguridad
- Charlas sobre seguridad: Proporciona educación sobre cómo mantenerse seguros en línea, incluyendo la importancia de no compartir información personal y cómo reconocer el acoso cibernético.