Invierno en Lima: las 4 enfermedades más comunes en los gatos durante el frío limeño y cómo prevenirlas

Mientras, a mediados de agosto, Lima comenzó a experimentar las temperaturas más bajas en lo que va del año originadas por una ola de frío, hoy el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha anunciado que entre finales de septiembre e inicios de octubre el fenómeno de La Niña llegará al Perú. Esto provocará que la primavera en nuestro país sea más fría de lo normal en comparación con años anteriores.

Ambas noticias implican que los peruanos tendrán que mantenerse abrigados para evitar enfermedades, en especial las respiratorias, cuyo riesgo aumenta durante el invierno. En el caso de Lima, debido a la alta humedad de la Ciudad de los Reyes, es necesario cuidar la salud no solo de los humanos sino también de las mascotas como los perros y los gatos. En cuanto a los felinos, hay 4 enfermedades que tienen como origen la humedad del clima limeño y que pueden poner en riesgo su salud.

La médica veterinaria Claudia Quinteros advierte que la humedad de Lima afecta a los gatos de una manera más intensa que a los humanos. “Al tener unos pulmones pequeños, los gatos son más sensibles a los contaminantes ambientales, que son transportados a través de la humedad y que provocan inflamación en dichos órganos. Adicionalmente, la humedad también favorece la proliferación de hongos como el Aspergillus que usualmente no generan problemas en los gatos, pero se presentan en grandes cantidades pueden generar irritación de las vías respiratorias de los felinos”, señala la especialista.

Entre las enfermedades más comunes en los gatos durante el invierno en Lima, se destacan 4: la hipotermia, la rinitis alérgica, la bronquitis y la crisis asmática.

1. Hipotermia: la hipotermia en gatos ocurre cuando su temperatura corporal cae por debajo de los niveles normales. En estos animales se considera hipotermia cuando su temperatura es inferior a 38 grados centígrados. Algunos síntomas de la hipotermia en felinos son los temblores constantes, la rigidez y la dificultad para respirar. Los gatos cachorros y seniles, así como los pequeños y de pelaje corto son especialmente vulnerables al frío durante el invierno.
2. Rinitis alérgica: la rinitis alérgica en los gatos es una respuesta alérgica al polen. Generalmente, el polen es inhalado por los gatos o ingerido a través de la boca y la nariz, aunque también puede entrar en contacto con los ojos y la garganta. Aunque el polen de las flores es un desencadenante frecuente, la rinitis alérgica en gatos también puede ser provocada por el polen del césped y los árboles. Los síntomas de la rinitis alérgica se caracterizan por la picazón e irritación de la piel.
3. Bronquitis: la bronquitis alérgica en los felinos es una patología respiratoria relativamente común en los gatos. Sus síntomas pueden variar, desde episodios leves e intermitentes de tos o dificultad respiratoria (disnea), hasta broncoespasmos agudos con cianosis y colapso. El factor inicial y más relevante en la bronquitis alérgica en los felinos es la inflamación, que genera broncoconstricción y una obstrucción reversible de las vías respiratorias. Esta inflamación es provocada por una hiperreactividad del árbol traqueobronquial del gato ante diversos estímulos.
4. Crisis asmática: el asma en los felinos se debe a la inflamación de las vías respiratorias bajas (bronquios) o los pulmones. Es una enfermedad crónica que suele originarse a partir de la inhalación de sustancias irritantes como polen, tabaco, polvo, productos de limpieza o moho. Las crisis asmáticas se caracterizan por síntomas como tos seca, dificultad para respirar (disnea) y mucosas azuladas, debilidad y apatía, enrojecimiento, hinchazón y posible aparición de ronchas en la piel y mucosas, y picor intenso. Además, dependiendo de la gravedad de la reacción alérgica, el asma puede llevar a un shock anafiláctico potencialmente peligroso.

Con el objetivo de cuidar la salud de los gatos, Quinteros comparte algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta durante el invierno en Lima:

• Identificar las corrientes de aire frío en los lugares en los que el gato descansa. A veces los felinos eligen los lugares más insólitos para reposar, y puede ser que ese sitio de noche tenga una fuerte corriente de aire frío. En ese caso, hay que poner una manta polar en dicho lugar, una estufa o hay que cerrar la ventana más cercana.
• Si se puede invertir en uno, hay que comprar un deshumedecedor. Si el gato suele sufrir rinitis alérgica, crisis asmática o bronquitis este aparato ayudará mucho a aliviar los síntomas o a prevenir estas enfermedades.
• Los gatos no toman mucha agua y menos en invierno. Por eso hay que incentivarlos con sopas y calentando su comida húmeda.

Por último, la médica veterinaria advierte que el invierno no solo trae frío sino también menos horas luz, lo cual afecta las actividades sociales, los juegos y la reproducción en los gatos. El frío también puede incrementar el dolor, que puede disminuir la actividad física de los felinos adultos mayores.

Más información:

La salud y el bienestar de los gatos dependen en gran medida del entorno en el que vive. Aunque la alimentación y el ejercicio suelen considerarse los pilares principales del cuidado de los felinos, el ambiente juega un papel igualmente importante. Un factor ambiental que a menudo se pasa por alto es la humedad, la cual puede influir significativamente en la salud del gato, afectando desde su comodidad hasta su bienestar físico de maneras que no siempre son evidentes para los humanos.

Un nivel elevado de humedad, por ejemplo, promueve la proliferación de moho y ácaros, lo que puede desencadenar problemas de salud en los gatos, como alergias y dificultades respiratorias. Además, un ambiente demasiado húmedo puede interferir con la capacidad del gato para regular su temperatura corporal, generando estrés y otros problemas de salud. Por otro lado, un ambiente excesivamente seco tampoco es ideal, ya que puede causar irritaciones en la piel y las vías respiratorias.

Por ello, es crucial mantener un equilibrio adecuado en los niveles de humedad dentro del hogar, creando un ambiente saludable y cómodo para los gatos. Ajustar este balance no solo mejora su calidad de vida, sino que también previene problemas de salud que pueden ser difíciles y costosos de tratar.