Hay enfermedades que, aunque parezcan silenciosas, impactan profundamente la salud de quienes las padecen. Este es el caso del herpes zóster, una condición que, aunque afecta a una de cada tres personas en algún momento de su vida, sigue siendo poco conocida para muchos. La pregunta que surge es: ¿Realmente necesitamos vacunarnos contra el herpes zóster? Para algunos, esta vacuna es apenas una preocupación adicional en una larga lista de inmunizaciones. Para otros, es una salvavidas que podría prevenir complicaciones graves.
A medida que envejecemos, la vulnerabilidad de nuestro sistema inmunológico aumenta, haciendo que la prevención sea una prioridad. Según la Dra. Kaori Shimabukuro Higa, médica de detección temprana y prevención del Centro de Bienestar Auna, “la prevención es especialmente importante a medida que envejecemos”, una afirmación que subraya la necesidad de mantenernos informados y protegidos frente a esta insidiosa enfermedad.
¿Qué es el herpes zóster?
El herpes zóster se manifiesta como una erupción en la piel extremadamente dolorosa, que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Su aparición más común es en el torso, en forma de una franja de ampollas que afecta solo un lado del cuerpo. La aparición de esta infección está directamente relacionada con la reactivación del virus de la varicela. Esta reactivación puede ocurrir años después de haber sufrido varicela, especialmente cuando el sistema inmunológico se debilita debido al envejecimiento, el estrés, enfermedades crónicas o tratamientos médicos inmunosupresores.
Según las estimaciones, hasta el 20% de las personas que han tenido varicela sufrirán una reactivación en forma de herpes zóster en la edad adulta. Este fenómeno es más común a partir de los 60 años, ya que con la edad disminuyen las defensas naturales contra el virus, como afirma la Dra. Kaori Shimabukuro Higa.
¿El herpes zóster es contagioso?
Es normal preguntarse si esta enfermedad es contagiosa, especialmente en un contexto de post-pandemia donde la conciencia sobre la transmisión de los virus está a flor de piel. Los brotes de herpes zóster no son contagiosos de persona a persona. Sin embargo, la varicela sí se puede transmitir si una persona no inmunizada tiene contacto con el líquido dentro de las ampollas del zóster.
El riesgo de transmitir el virus es bajo si se mantienen cubiertos los brotes. Además, el virus no se propaga antes de que aparezcan las ampollas ni después de que se formen costras. Por lo tanto, con las precauciones adecuadas, el riesgo de contagio puede ser significativamente reducido.
¿Cuáles son las complicaciones del herpes zóster?
Cuando el virus se reactiva, desciende por los nervios sensoriales, produciendo lesiones en la piel parecidas a las de la varicela. Esta localización en la zona que inerva el nervio es lo que genera un dolor neuropático intenso, que no mejora con los analgésicos habituales. Además, el herpes zóster puede desencadenar complicaciones neurológicas graves, como la encefalitis.
El herpes zóster también aumenta significativamente el riesgo de accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio, y puede provocar sordera o ceguera en casos severos. Estas complicaciones subrayan la importancia de la prevención y el control de esta enfermedad mediante la vacunación.
¿Por qué es importante vacunarse?
La vacuna contra el herpes zóster representa una herramienta clave para reducir el riesgo y las complicaciones asociadas con esta enfermedad. Está dirigido tanto a personas que han tenido varicela como a aquellas que no han sido expuestas, especialmente a adultos de 50 años y mayores ya personas con el sistema inmunológico comprometido.
Vacunar no solo ayuda a prevenir la aparición de esta dolorosa enfermedad, sino también a minimizar las posibilidades de experimentar sus severas complicaciones. El Centro de Bienestar Aún enfatiza la importancia de esta inmunización a medida que la población envejecer.
¿Cómo afecta el herpes zóster la vida cotidiana?
El dolor neuropático causado por el herpes zóster puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas afectadas. Este dolor, a menudo incontrolable con analgésicos convencionales, puede impedir el desempeño de actividades diarias y afectar el sueño, el trabajo y la vida social.
Además, las complicaciones como la neuralgia postherpética (dolor prolongado después de que la erupción ha desaparecido) pueden durar meses e incluso años, perpetuando el sufrimiento y la discapacidad. Por lo tanto, la vacuna contra el herpes zóster no solo es una medida preventiva, sino también un medio para preservar la calidad de vida.
¿Qué opinan los expertos?
Expertos como la Dra. Kaori Shimabukuro Higa enfatizan que la vacunación es crucial para la prevención eficaz del herpes zóster. El aumento de la conciencia y la educación sobre la enfermedad, junto con la disponibilidad de la vacuna, son pasos fundamentales para proteger a la población, especialmente a los grupos más vulnerables.
En un país como Perú, donde la población está cada vez más consciente de la importancia de las vacunas, agregar la vacuna contra el herpes zóster al calendario de inmunizaciones puede ser un paso clave para mejorar la salud pública y reducir la carga de enfermedades prevenibles.
La vacunación contra el herpes zóster es una herramienta esencial para prevenir una enfermedad dolorosa y potencialmente peligrosa que afecta a un gran número de personas. Con la información y prevención correctas, es posible disminuir los riesgos y complicaciones asociadas, para mejorar así la calidad de vida de quienes podrían verse afectados.