La hierba santa (Cestrum auriculatum), una planta nativa de la sierra y la selva del Perú, crece entre los 500 y 3.400 metros sobre el nivel del mar en los alrededores de las acequias, riberas de los ríos y quebradas. Se caracteriza por ser un arbusto de unos tres metros de alto, poseer hojas de ápice agudo y flores tubulares amarillas. Sin embargo, el aspecto que más la destaca son sus propiedades medicinales.
Esta planta ha sido utilizada por los pueblos indígenas durante siglos en la medicina tradicional para tratar diversas afecciones. No obstante, en los últimos años, numerosos estudios científicos han arrojado luz sobre sus beneficios para la salud, lo que revela su potencial terapéutico y abre nuevas vías de investigación.
Propiedades medicinales
Uno de los estudios más relevantes, publicado en la revista científica Journal of Natural Medicine, se centró en la evaluación de la actividad antiinflamatoria de los extractos acuosos y etanólicos (por maceración) de la hierba santa. Los resultados demostraron que ambos extractos exhibieron una potente capacidad para inhibir la producción de mediadores inflamatorios, como las prostaglandinas y el óxido nítrico, así como las enzimas involucradas en este proceso, tales como la ciclooxigenasa (COX) y la lipoxigenasa (LOX).
Asimismo, se identificaron varios alcaloides en la hierba santa que poseen propiedades analgésicas. Estos compuestos tienen la capacidad de interactuar con los receptores del dolor en el sistema nervioso central y periférico. Los alcaloides también pueden inhibir la acción de las enzimas que descomponen los neurotransmisores responsables de la sensación de dolor, lo que prolonga su efecto inhibitorio en las vías del dolor.
Otro estudio, cuyos resultados se alojan en Journal of Ethnopharmacology, se enfocó en la actividad antimicrobiana de los extractos de hierba santa. Los investigadores evaluaron la capacidad de los extractos para inhibir el crecimiento de una variedad de bacterias y hongos patógenos, incluídos Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Candida albicans. Los resultados revelaron que los extractos exhibieron una potente actividad antimicrobiana contra estos microorganismos, lo que sugiere su potencial uso en el desarrollo de nuevos agentes antimicrobianos naturales.
En tanto una revisión académica en Pharmacognosy Reviews proporciona una visión general de las propiedades farmacológicas de la hierba santa. Además de confirmar su actividad antiinflamatoria y antimicrobiana, el documento destaca otras propiedades interesantes de la planta, como sus efectos analgésicos, antipiréticos, antiespasmódicos y relajantes sobre el músculo liso. Estos hallazgos sugieren su potencial uso en el alivio del dolor, la fiebre y los trastornos gastrointestinales.
Un estudio más reciente publicado en el repositorio de la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote, se centró en la evaluación de la actividad antioxidante del extracto acuoso de la hierba santa. Los resultados demostraron que el extracto posee una alta capacidad para neutralizar los radicales libres, lo que podría ser beneficioso en la prevención de enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo, como enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Además de estas propiedades específicas, una serie de estudios han identificado los compuestos bioactivos presentes en la hierba santa, como flavonoides, taninos, alcaloides y saponinas. Estos compuestos son responsables de las actividades farmacológicas observadas en la planta y representan una fuente valiosa para el desarrollo de nuevos fármacos.
Si bien se han realizado numerosos estudios in vitro y en modelos animales, se necesitan más investigaciones clínicas en humanos para evaluar la seguridad y eficacia de esta planta.
Precauciones
A pesar de sus posibles beneficios, es importante tener en cuenta los efectos adversos que pueden surgir con el uso prolongado o inadecuado de la hierba santa. Según los estudios revisados para la elaboración de esta nota, existen riesgos de toxicidad hepática y renal con el uso excesivo de la planta. Por ello, es crucial que su uso se realice bajo la supervisión de un profesional de la salud, especialmente si se van a consumir en dosis elevadas o se administra durante largos periodos.
No se han reportado interacciones específicas entre la hierba santa y otros medicamentos. Sin embargo, al igual que con cualquier suplemento a base de hierbas, se recomienda precaución al consumirla junto con otros fármacos, especialmente aquellos que afectan el sistema inmunitario o inflamatorio, ya que la hierba santa posee propiedades antiinflamatorias.