Según datos del Ministerio de Salud del Perú (Minsa), se estima que actualmente 135,333 personas son portadoras del virus de la hepatitis B, una cifra alarmantemente alta que subraya la gravedad de la infección al hígado causada por este virus.
En cuanto a la hepatitis C se calcula que 34,111 personas en el país están infectadas con este virus. Mientras que, en mayo de 2023, el Minsa distribuyó 134 mil vacunas contra la hepatitis A en los establecimientos de salud del país.
La elevada prevalencia de la hepatitis B y C junto con la incorporación de la vacuna contra la hepatitis A en el Esquema Regular de Vacunación del Perú, que se llevó a cabo hace un año, señala la necesidad de intensificar las campañas de prevención, diagnóstico y tratamiento en el sistema de salud pública a nivel nacional.
El Día Mundial contra la Hepatitis, que se conmemora cada 28 de julio, es una buena oportunidad para conocer un poco más sobre los 3 tipos de hepatitis más comunes: la hepatitis A, B y C.
La hepatitis
La hepatitis es una enfermedad originada por un virus y caracterizada por la inflamación del hígado, un órgano vital para diversas funciones del cuerpo humano. La inflamación, descrita como la hinchazón de los órganos cuando se lesionan o infectan, puede dañar gravemente el hígado y afectar su funcionamiento normal.
Existen dos formas principales de hepatitis: infecciones agudas y crónicas. Las infecciones agudas son de corta duración, mientras que las crónicas pueden prolongarse en el tiempo. Algunos tipos de hepatitis están limitados a causar solo infecciones agudas, mientras que otros pueden desencadenar tanto infecciones agudas como crónicas.
El virus de la hepatitis puede afectar a muchas personas sin que estas lo sepan, ya que no siempre presenta síntomas inmediatos. Cuando los síntomas sí se manifiestan, pueden incluir fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas o vómitos, dolor abdominal y orina oscura, heces de color arcilla, dolor en las articulaciones y la ictericia, que provoca una coloración amarillenta en la piel y en los ojos.
Los 3 tipos de hepatitis más comunes
1. Hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad viral que provoca una infección aguda y, generalmente, las personas se recuperan tras varias semanas sin necesidad de tratamiento. Este tipo de hepatitis es causada por el virus de la hepatitis A (VHA) y se transmite de la siguiente manera:
- Mediante el contacto con las heces de una persona infectada.
- A través del consumo de alimentos preparados por alguien infectado que no se haya lavado correctamente las manos después de usar el baño.
- Beber agua contaminada o ingerir alimentos lavados con esa agua representa otro riesgo significativo.
- El contacto cercano con una persona infectada también es una vía de transmisión, ya sea a través de ciertos tipos de actividad sexual, como el sexo oral-anal, o en situaciones de cuidado a personas enfermas o el uso compartido de drogas.
La hepatitis A destaca por su capacidad de transmitirse en entornos donde las prácticas higiénicas son insuficientes por eso para prevenir esta enfermedad es crucial lavarse las manos adecuadamente, especialmente después de ir al baño y antes de preparar o consumir alimentos. Este simple pero efectivo hábito puede reducir significativamente las posibilidades de contagio.
2. Hepatitis B
La hepatitis B es una infección grave del hígado, originada por el virus de la hepatitis B (VHB).
Frecuentemente, la hepatitis B tiene una duración breve cuando es aguda y se extiende por un periodo inferior a los seis meses. No obstante, en algunos individuos, la infección con hepatitis B se convierte en crónica, persistiendo más allá de dicho periodo de tiempo. Las formas más comunes de transmisión del virus de la hepatitis B son las siguientes:
- Es posible contraer hepatitis B manteniendo relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. El virus se transmite cuando la sangre, saliva, semen o secreciones vaginales de la persona infectada ingresan al cuerpo.
- El VHB se propaga con facilidad a través de agujas y jeringas contaminadas con sangre infectada. Por eso compartir agujas para el consumo de drogas intravenosas incrementa el riesgo de infección.
- La hepatitis B representa un riesgo significativo para los trabajadores de la salud y cualquier persona en contacto con sangre humana.
- De madre a hijo: las mujeres embarazadas portadoras del VHB pueden transmitirlo a sus bebés durante el parto. No obstante, vacunar al recién nacido puede prevenir casi siempre la infección.
3. Hepatitis C
La hepatitis C, es causada por el virus de la hepatitis C (VHC) y puede ser una infección aguda o crónica.
Las formas de transmisión son las mismas que la de la hepatitis B, pero también puede ser a través de: ser tatuado o perforado con herramientas o tintas que no fueron esterilizadas después de haber sido utilizadas en alguien que tiene el VHC, tener contacto con la sangre o heridas abiertas de alguien que tiene VHC o compartir artículos de cuidado personal que puedan haber estado en contacto con la sangre de otra persona, como máquinas de afeitar o cepillos de dientes.