Esta es la infusión que ayuda a reducir el colesterol en la sangre y previene enfermedades cardiovasculares

El té elaborado con hojas no fermentadas de la planta Camellia sinensis es altamente valorado por sus múltiples beneficios para la salud y su arraigo cultural

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     El té verde es una bebida arraigada en diversas culturas del continente asiático.     
(Composición Infobae: gadis.es / cienporciennatural.com)
El té verde es una bebida arraigada en diversas culturas del continente asiático. (Composición Infobae: gadis.es / cienporciennatural.com)

Un sector de la población peruana a menudo utiliza infusiones para prevenir enfermedades o tratar dolencias, basándose en conocimientos heredados de generación en generación. En un mundo cada vez más influenciado por la tecnología y los productos sintéticos, esta práctica proporciona una alternativa más natural y menos invasiva. La medicina herbal, representada en cada taza de infusión, ofrece una esperanza de salud y bienestar accesible.

Las infusiones naturales abarcan una amplia variedad de plantas y hierbas, cada una con propiedades respaldadas por la ciencia. La manzanilla, conocida por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes, se utiliza para tratar problemas digestivos y promover el sueño. La menta, con su alto contenido de mentol, es eficaz para aliviar problemas digestivos y síntomas de resfriados. El jengibre, con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, ayuda a combatir las náuseas y mitiga el dolor de garganta.

Estas son algunas de las infusiones beneficiosas para la salud y que se pueden preparar en casa de manera fácil, al igual que el té verde, una infusión que ostenta propiedades medicinales dignas de destacar.

Infusiones de menta y jengibre.   
(Composición Infobae: pulsoslp.com / cocinadelirante.com)
Infusiones de menta y jengibre. (Composición Infobae: pulsoslp.com / cocinadelirante.com)

Propiedades medicinales del té verde

Es una bebida arraigada en diversas culturas alrededor del mundo. Por ejemplo, en Japón, es indispensable tanto en la vida cotidiana como en las ceremonias del té, donde se valora por su pureza y sabor refinado. En China existen innumerables variedades y métodos de preparación que se transmiten de generación en generación. En Corea del Sur, se consume regularmente y también juega un papel importante en los rituales tradicionales.

El té verde, una infusión hecha de las hojas no fermentadas de la planta Camellia sinensis, es altamente valorado por sus múltiples beneficios para la salud y su arraigo cultural. Se caracteriza por su color verde claro y sabor suave, que puede variar desde dulce hasta levemente amargo. Entre sus principales componentes se encuentran los catequinos, un tipo de antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres, así como vitaminas y minerales que contribuyen a la salud general.

Su consumo regular se asocia con la mejora de la salud cardiovascular, un refuerzo del sistema inmunológico y la promoción de la longevidad, lo que refuerza su importancia en las culturas que lo han adoptado.

El galato de epigalocatequina, el componente 'mágico' del té verde.
El galato de epigalocatequina, el componente 'mágico' del té verde.

Respecto a las propiedades medicinales del té verde, Tania Hernández Figueroa, Elena Rodríguez-Rodríguez y Francisco Sánchez-Muniz, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, publicaron el artículo científico titulado “El té verde, ¿una buena elección para la prevención de enfermedades cardiovasculares?”. En sus conclusiones, los académicos señalaron lo siguiente:

“Los estudios revisados sugieren que un consumo superior a 7 tazas de té verde al día (3,5 g de catequinas diarias) sería una buena elección para la prevención de enfermedades cardiovasculares, siempre que su consumo se realice en el marco de un ambiente correcto donde dieta y ejercicio sean equilibrados y correctos”.

Las catequinas del té verde, como la epigalocatequina galato (EGCG), son absorbidas en el intestino delgado y distribuidas por el torrente sanguíneo. Actúan como antioxidantes neutralizando los radicales libres, además de poseer propiedades antiinflamatorias que reducen sustancias proinflamatorias. Mejoran la salud cardiovascular al optimizar la función endotelial y reducir riesgos de enfermedades cardíacas. Aumentan la tasa metabólica y promueven la oxidación de grasas.

El té verde, una infusión hecha de las hojas no fermentadas de la planta Camellia sinensis.        
(PIXABAY)
El té verde, una infusión hecha de las hojas no fermentadas de la planta Camellia sinensis. (PIXABAY)
El doctor José Luis Pérez Albela también se refirió en su página web a la infusión preferida por un sector de la población china. “Es rico en antioxidantes llamados catequinas, que pueden ayudar a reducir el colesterol LDL en la sangre. Pero no te excedas: dos tazas al día son suficientes”, se lee en su portal web.

Reducir el colesterol LDL, conocido como ‘colesterol malo’, es importante porque altos niveles de LDL pueden acumularse en las paredes de las arterias. Esta acumulación forma placas que estrechan y endurecen las arterias, una condición llamada aterosclerosis. A medida que las arterias se estrechan, el flujo sanguíneo hacia el corazón y otros órganos vitales se reduce, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.

Finalmente, el doctor en Microbiología de los Alimentos, Manuel Manzano, señaló que “el té verde incide directamente sobre el ‘colesterol malo’, reduciéndolo considerablemente”. “No es recomendable tomar esta infusión si padeces alguna enfermedad del corazón o tienes alguna enfermedad hepática grave”, agregó en su canal de YouTube.

Más información:

¿Cómo preparar té verde en casa?

Preparar té verde en casa es un proceso sencillo que requiere pocos pasos y materiales. Primero, necesitarás hojas de té verde de buena calidad, agua filtrada y una tetera o infusor. Calienta el agua hasta que alcance una temperatura de entre 70 °C y 80 °C; es importante evitar que el agua hierva, ya que el exceso de calor puede hacer que el té se vuelva amargo y pierda algunos de sus beneficios saludables. Si no tienes un termómetro, deja hervir el líquido y luego deja que se enfríe durante unos dos minutos antes de usarlo.

Coloca aproximadamente una cucharadita de hojas de té verde por cada taza de agua en la tetera. Vierte el agua caliente sobre las hojas y deja reposar durante unos 2 a 3 minutos. Si prefieres un sabor más suave, puedes reducir el tiempo de infusión a 1 minuto; si deseas un sabor más intenso, puedes dejarlo hasta 4 minutos. Una vez pasado el tiempo de infusión, cuela las hojas de té y sirve la infusión en una taza. Puedes disfrutarlo solo o añadirle algún aditivo como miel o limón, según tu gusto.

¿Cuáles son las diferencias entre el té verde y el té negro?

El té verde y el té negro provienen de la misma planta, Camellia sinensis, pero se diferencian en su proceso de producción. El té verde no fermentado se obtiene secando las hojas frescas poco después de recolectarlas, lo que conserva sus propiedades antioxidantes y su sabor fresco y herbal. En cambio, el té negro se deja fermentar completamente antes de ser secado, lo que resulta en un sabor más robusto y complejo, además de un color más oscuro.

Otra diferencia radica en su contenido de cafeína. El té negro generalmente contiene más cafeína que el té verde, lo que puede influir en la elección de uno u otro según las preferencias de consumo. Además, los beneficios para la salud varían; el primero contiene otros compuestos beneficiosos como los teaflavinos, mientras que el segundo es conocido por su alta concentración de catequinas, unos potentes antioxidantes.

Diferencias entre el té verde de China y Japón

El té verde chino y el japonés se diferencian principalmente en su proceso de producción y sabor. En China, se produce mediante un método de secado que generalmente involucra el uso de calor seco, como el tostado en una sartén, lo que le da un sabor más suave y ligeramente ahumado. Las hojas de té chino suelen ser de formas variadas, dependiendo del tipo específico, y pueden presentar sabores que van desde dulces y florales hasta más robustos y herbáceos.

Por otro lado, el té japonés se produce a través de un proceso de vapor, que detiene la oxidación rápidamente y conserva el color verde de las hojas. Este método de producción le otorga un sabor más fresco y vegetal. Las hojas de este producto natural suelen ser más finas y delicadas.

¿Té verde natural o procesado?

El té verde natural es aquel que se obtiene de las hojas de la planta Camellia sinensis sin que estas pasen por procesos industriales que alteren sus propiedades originales. Estas hojas suelen ser recolectadas y secadas de manera tradicional, preservando así sus antioxidantes, polifenoles y catequinas en su estado más puro. Este producto de la naturaleza habitualmente no contiene aditivos, conservantes ni saborizantes artificiales, lo que lo convierte en una buena opción en cuanto a sabor y beneficios para la salud.

Por otro lado, el té verde que se vende en los supermercados, aunque también provenga de la misma planta, generalmente pasa por procesos industriales que pueden afectar la cantidad y calidad de sus nutrientes. Además, estos productos suelen tener añadidos como saborizantes, conservantes y en algunos casos hasta colorantes para mejorar su apariencia y vida útil.

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