El pasado 13 de mayo una noticia conmocionó al Perú entero: Yola Polastri, una de las animadoras infantiles más emblemáticas del Perú, se encontraba en estado crítico debido a un infarto cerebral.
A sus 74 años, Polastri, reconocida y querida en la televisión peruana, enfrentaba una enfermedad con alta tasa de mortalidad y discapacidad. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un infarto cerebral ocurre cada cinco segundos en el mundo, situándose como la segunda causa principal de fallecimiento a nivel global.
Sin embargo, tras casi dos meses de hospitalización, el último 7 de julio la famosa animadora infantil falleció luego de sufrir un infarto agudo de miocardio, que es la principal causa de muerte súbita en el mundo.
Infarto agudo de miocardio
El infarto agudo de miocardio, más conocido como infarto, ataque cardíaco o ataque al corazón, es un evento médico crítico que indica la muerte de células del corazón debido a la isquemia. Esta condición surge por un desbalance entre la demanda de oxígeno del músculo cardíaco y el suministro de sangre a través de las arterias coronarias.
El infarto agudo de miocardio es mayormente causado por la enfermedad de las arterias coronarias, donde el flujo sanguíneo insuficiente causa daño en una parte del corazón debido a la obstrucción de una arteria coronaria, ocurrida a menudo por la ruptura de una placa de ateroma vulnerable. Cabe señalar que el ateroma es una masa de grasa, colesterol y otras sustancias (placa) dentro y sobre las paredes de las arterias.
La isquemia resultante, que es el suministro deficiente de oxígeno, provoca angina de pecho. Si la obstrucción se resuelve rápidamente, no se produce la muerte del tejido cardíaco. Sin embargo, si persiste la anoxia o hipoxia, se produce la lesión del miocardio y, finalmente, la necrosis, es decir, el infarto.
La anoxia se refiere a la falta total de suministro de oxígeno al cerebro y la hipoxia cerebral ocurre cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro. Hay que tener en cuenta que las células del cerebro son extremadamente sensibles a la falta de oxígeno.
Síntomas de infarto agudo de miocardio
El infarto se identifica por la aparición repentina de síntomas distintivos, aunque en la mayoría de casos no se presentan todos los síntomas sino una combinación variable de algunos de ellos:
- Dolor intenso en el pecho, en la zona precordial, es decir, la que corresponde al corazón. Este dolor opresivo no se modifica con el movimiento ni con la respiración
- Malestar general
- Mareos
- Náuseas
- Sudor frío
- El dolor puede irradiar al brazo izquierdo y, en algunos casos, el brazo derecho; mandíbula, hombro, espalda o cuello
En otras ocasiones, el infarto se manifiesta con dolor en la parte alta del abdomen, dificultad para respirar, náuseas y pérdida de conocimiento.
Es importante señalar que aproximadamente la mitad de los infartos ocurren sin síntomas previos, siendo el infarto en sí mismo la primera manifestación de la cardiopatía isquémica.
En otras ocasiones, meses antes del infarto, el paciente experimenta molestias precordiales, malestar, cansancio, mayor irritabilidad o incluso molestias estomacales, lo que puede llevar a confundir los síntomas del infarto con los de otras condiciones.
Factores de riesgo del infarto agudo de miocardio
Muchos infartos agudos de miocardio surgen en individuos con factores de riesgo conocidos.
Estos factores incluyen, además de una predisposición genética y la edad, el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo y las alteraciones en los niveles de colesterol en sangre.
Cómo prevenir el infarto agudo de miocardio
La adopción de hábitos de vida saludables es fundamental para prevenir el infarto: no fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol, mantener un peso adecuado, consumir suficientes frutas y verduras, cuidar la salud mental y realizar ejercicio físico regular.
Aunque el infarto agudo de miocardio es más común a partir de los 40 años en hombres y los 50 en mujeres, puede afectar a cualquier persona sin importar su edad.
Por eso se recomienda un chequeo médico preventivo al menos una vez al año. Pero, si se tiene algún factor de riesgo, es aconsejable realizar el chequeo médico dos veces al año para la detección temprana de factores que podrían desencadenar un infarto agudo de miocardio.