Según el informe “Tendencias en la mortalidad materna” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo cada dos minutos ocurre el fallecimiento de una mujer durante el embarazo o el parto.
Esta situación no es ajena al Perú, ya que datos recientes del Ministerio de Salud (Minsa) indican que en 2023 se han registrado 262 muertes maternas. En otras palabras, una mujer embarazada muere cada 36 horas en el país por complicaciones en el embarazo o durante el parto.
Esta alarmante estadística subraya la urgencia de mejorar los servicios de salud materna y los sistemas de atención prenatal, especialmente en las regiones más remotas y desfavorecidas del territorio nacional.
Muerte materna en Perú
El pasado miércoles 5 de junio, un trágico suceso enlutó a Cerro de Pasco y dejó en evidencia la gravedad de la mortalidad materna en la región, problemática que ya ha cobrado seis vidas en 2024. Eliza Quemchiza Ballesteros, una mujer embarazada de la comunidad nativa Alto Lagarto, en Nuevo Progreso, distrito de Pozuzo, falleció debido a la ausencia de personal médico en su localidad. Este caso es solo un ejemplo de la emergencia por muertes maternas que atraviesa nuestro país.
Hay que tener en cuenta que todos los embarazos conllevan riesgos, incluso si una mujer ya ha tenido un embarazo sin complicaciones. Por ello, es crucial que las mujeres embarazadas sigan rigurosamente sus controles médicos. Durante el primer trimestre, hasta las 28 semanas, las consultas ginecológicas deben realizarse mensualmente. Luego de este periodo, los controles deben ser quincenales hasta la semana 36 y, finalmente, deben ser semanales hasta el parto.
Al respecto, para garantizar la salud materna, el doctor Walter Ventura, director médico de Medicina Fetal Perú, destaca que “es importante que las mujeres embarazadas se pongan siempre en manos de un especialista, ya que es la única forma de identificar los factores de riesgo y poder corregirlos en lo posible. Toda mujer debe iniciar su etapa de embarazo con un control de peso adecuado, tener una dieta balanceada, que incluya suplementos vitamínicos y sobre todo el ácido fólico, esta vitamina es muy importante porque permite la construcción del ADN del embrión”.
3 principales causas de muerte materna
Según Ventura, existen tres causas principales de muerte materna: las hemorragias, los trastornos en la presión arterial y las infecciones.
La primera causa son las hemorragias, que pueden ocurrir en cualquier momento del embarazo y, si no se controlan, podrían poner en riesgo la vida de la paciente. Las hemorragias o sangrados intensos pueden tener varias causas como las siguientes:
- Problemas con la placenta: como el desprendimiento placentario, que sucede cuando la placenta se separa del útero antes del nacimiento; o la placenta previa, que ocurre sucede cuando la placenta está muy baja en el útero y cubre todo o parte del cuello uterino.
- Ruptura uterina: la ruptura uterina ocurre cuando el útero se desgarra durante el parto, lo que puede ocasionar problemas con el bebé como sufrimiento fetal, evidenciado por una frecuencia cardíaca lenta durante el parto.
- Ruptura de embarazo ectópico: esto sucede cuando un embarazo ectópico se desgarra. Un embarazo ectópico ocurre cuando un óvulo fertilizado se implanta fuera del útero y comienza a desarrollarse. Este tipo de embarazo siempre termina en pérdida y puede ocasionar problemas serios.
La segunda causa son los trastornos de presión arterial, a partir del segundo trimestre si se producen elevaciones de la presión arterial se pueden dañar órganos vitales en la madre gestante y comprometer su salud al dar como resultado una preeclampsia.
La preeclampsia es una condición grave de la presión arterial que puede ocurrir después de la semana 20 de embarazo o inmediatamente tras el parto, conocida como preeclampsia posparto. Se manifiesta cuando la persona embarazada o en posparto presenta hipertensión y signos de que algunos de sus órganos, como los riñones y el hígado, no están funcionando adecuadamente.
La tercera causa son las infecciones cercanas al parto, las cuales pueden diseminarse y resultar en septicemia, llevando a la muerte. Durante el embarazo, el sistema inmunitario no responde con la misma rapidez a las infecciones, lo que aumenta la probabilidad de contraer enfermedades que pueden causar complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
Algunas de las infecciones que pueden ser mortales para las mujeres embarazadas son las siguientes:
- La corioamnionitis, es una infección del líquido amniótico y del tejido que rodea al bebé en el útero.
- La influenza, o gripe, es una enfermedad grave que puede provocar fiebre, escalofríos, tos, dolor de garganta y dolores corporales.
- Las infecciones del aparato genital, que afectan los órganos reproductivos como la vulva, la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
- La sepsis o septicemia, es la respuesta extrema del cuerpo ante una infección y puede poner en peligro la vida.