El 20 de junio marca el Día Nacional de la Lucha contra la Hepatitis B, una enfermedad que, aunque prevenible y tratable, afecta a millones de personas en todo el mundo. En el Perú, la situación es alarmante: solo en 2023, se reportaron 2 mil 316 casos de hepatitis B, según el Ministerio de Salud.
Esta enfermedad puede pasar desapercibida durante años, ya que muchos de sus síntomas iniciales son tan sutiles que los infectados no se dan cuenta de que la portan. Esta situación subraya la importancia de la concienciación y del conocimiento sobre los signos a los que debemos estar atentos. Los síntomas, aunque inicialmente leves, pueden afectar significativamente la calidad de vida y, en ausencia de un diagnóstico y tratamiento oportunos, pueden conducir a complicaciones graves como cirrosis hepática y cáncer de hígado. En este Día Nacional, es esencial recordar la relevancia de la prevención y el diagnóstico temprano para combatir esta silenciosa pero peligrosa enfermedad en nuestro país.
¿Qué es la Hepatitis B?
La hepatitis B es una infección viral que afecta el hígado, provocada por el virus de la hepatitis B (VHB). Esta enfermedad puede manifestarse de manera aguda, con síntomas que duran unas pocas semanas, o convertirse en una condición crónica que puede durar toda la vida. El VHB se transmite principalmente a través del contacto con la sangre, el semen u otros fluidos corporales de una persona infectada. Las principales vías de transmisión incluyen el intercambio de agujas, el contacto sexual sin protección y de madre a hijo durante el parto.
Una de las características alarmantes de la hepatitis B es su capacidad para pasar desapercibida durante mucho tiempo, lo que permite que el virus cause daño progresivo al hígado. Sin un tratamiento adecuado, la hepatitis B puede llevar a complicaciones graves como cirrosis (daño crónico del hígado), insuficiencia hepática e incluso cáncer de hígado. A nivel global, la hepatitis B es una de las principales causas de enfermedad hepática y mortalidad, lo que subraya la importancia de la prevención, la vacunación y el tratamiento oportuno.
¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?
De acuerdo con el portal especializado Mayo Clinic, la hepatitis B puede ser asintomática, especialmente en sus fases iniciales, lo que significa que muchas personas no saben que están infectadas. Sin embargo, cuando los síntomas aparecen, pueden incluir:
- Fatiga extrema
- Fiebre
- Náuseas y vómitos
- Dolor en el abdomen, especialmente en la zona del hígado
- Orina oscura
- Heces de color claro
- Ictericia (color amarillo en la piel y los ojos)
- Dolor en las articulaciones
En casos crónicos, la hepatitis B puede causar síntomas más graves a medida que avanza el daño al hígado. Estos pueden incluir:
- Hinchazón en las piernas y el abdomen
- Pérdida de peso inexplicada
- Debilidad general
- Confusión y pérdida de memoria debido a la acumulación de toxinas en el cerebro, una condición conocida como encefalopatía hepática
Los síntomas de la hepatitis B pueden variar en intensidad y no todas las personas infectadas experimentarán todos los síntomas mencionados. La mejor manera de confirmar una infección es mediante pruebas de sangre.
¿Qué consecuencias trae esta enfermedad?
Si no se trata adecuadamente, la hepatitis B puede llevar a varias complicaciones graves que afectan la salud a largo plazo. Entre las principales complicaciones se encuentran la cirrosis y el cáncer de hígado.
- La cirrosis es un daño crónico del hígado donde el tejido sano es reemplazado por tejido cicatricial. Este proceso impide que el hígado funcione correctamente, lo que puede llevar a insuficiencia hepática. Los síntomas de la cirrosis pueden incluir fatiga, hinchazón en las piernas y el abdomen, y problemas de coagulación sanguínea. La progresión de la cirrosis es lenta pero, sin tratamiento, puede ser fatal.
- El cáncer de hígado, particularmente el carcinoma hepatocelular, es otro riesgo significativo para las personas con hepatitis B crónica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis B es una de las principales causas de cirrosis hepática y cáncer de hígado en todo el mundo. La detección temprana es crucial, pero el riesgo de desarrollar cáncer de hígado aumenta considerablemente con la duración de la infección.
Además de cirrosis y cáncer, la hepatitis B puede llevar a una variedad de otros problemas de salud. Entre ellos se encuentran la insuficiencia hepática, que puede ser fatal si no se recibe un trasplante de hígado a tiempo. También pueden surgir problemas renales y vasculares, complicaciones que pueden afectar aún más la calidad de vida de los pacientes.
¿Cómo se trata la hepatitis B?
Prevenir la hepatitis B es crucial para reducir su impacto en la salud pública. Entre las principales medidas de prevención se encuentran:
- Vacunación: La vacuna contra la hepatitis B es altamente efectiva y segura. Se recomienda la vacunación universal para todos los recién nacidos, así como para adolescentes y adultos en grupos de riesgo.
- Prácticas de higiene: Lavar bien las manos y evitar compartir objetos personales como cepillos de dientes o cuchillas de afeitar que puedan estar contaminados con sangre.
- Uso de equipos esterilizados: Asegurarse de que agujas, jeringas y otros equipos médicos estén adecuadamente esterilizados antes de su uso, especialmente en procedimientos médicos y dentales.
- Protección durante el sexo: Usar preservativos para reducir el riesgo de transmisión sexual de la hepatitis B.
- Pruebas prenatales y profilaxis para recién nacidos: Las mujeres embarazadas deben hacerse pruebas de hepatitis B, y los recién nacidos de madres infectadas deben recibir inmunoglobulina y la vacuna contra la hepatitis B dentro de las primeras 12 horas de vida.