En Perú el 10% de los adolescentes sufre de bulimia y anorexia: cómo detectar estos trastornos alimenticios

De acuerdo a Gaba (Grupo de Autoayuda en Bulimia y Anorexia) se estima que más del 10% de adolescentes peruanos, tanto mujeres como hombres, sufre anorexia y bulimia. Estos dos trastornos de la conducta alimentaria (TCA) representan serios problemas de salud física y mental y, sin tratamiento adecuado, pueden incluso ser fatales.

Por este motivo, en el marco del Día Mundial de la Acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria, Gaba llevará a cabo durante el mes de junio una campaña gratuita para detectar la bulimia y la anorexia en adolescentes y adultos.

Por un lado, la anorexia nerviosa, comúnmente llamada anorexia, se caracteriza por un peso corporal peligrosamente bajo, un temor intenso a ganar peso y una percepción distorsionada del propio cuerpo. Las personas con anorexia priorizan el control de su peso y figura corporal, restringiendo drásticamente su ingesta de alimentos o usando de manera indebida laxantes, suplementos dietéticos, diuréticos o enemas para controlar las calorías.

Por otro lado, la bulimia nerviosa, conocida como bulimia, consiste en darse atracones, es decir, consumir grandes cantidades de comida en un corto periodo de tiempo y sintiéndose fuera de control. Esto suele ocurrir en secreto y genera sentimientos de culpa y vergüenza. Para eliminar el exceso de comida y calorías, las personas que sufren bulimia recurren a métodos poco saludables como vomitar o abusar de laxantes, en un proceso llamado purga.

En resumen, tal como explica Diana Pacheco Ponce, psicóloga y coordinadora de Gaba, la anorexia y la bulimia se caracterizan por el miedo a subir de peso. “El 60% de los casos está asociado a factores socioculturales debido a que nuestra sociedad impone la delgadez como el físico ideal”, precisó la especialista.

Esta imposición, destacó, hace que los adolescentes busquen alcanzar ese físico y adopten comportamientos para lograrlo. Si no lo consiguen, se critican, desvalorizan y deprimen. Detrás de este deseo de delgadez se ocultan miedos al fracaso, la competencia, asumir responsabilidades y ser rechazados por sus pares.

Según Mayo Clinic, algunos de los síntomas que se pueden notar en las personas anoréxicas o bulímicas son los siguientes:

Anorexia:

• Saltar comidas o rehusarse a comer con frecuencia
• Negar el hambre o poner excusas para no comer
• Consumir solo alimentos “seguros”, generalmente bajos en grasas y calorías
• Adoptar rituales rígidos en las comidas, como escupir la comida después de masticarla
• Negarse a comer en público
• Mentir sobre la cantidad de comida ingerida
• Pesarse o medirse con frecuencia
• Quejarse de estar gordo o tener partes del cuerpo con grasa

Bulimia:

• Preocuparse constantemente por la alimentación o el sobrepeso
• Comer cantidades extraordinariamente grandes de comida en una sola ocasión
• Seguir dietas estrictas o hacer ayuno después de los atracones de comida
• Negarse a comer en público o frente a otras personas
• Ir al baño inmediatamente después de comer o pasar largos periodos allí
• Tener llagas, cicatrices o callosidades en los nudillos o las manos
• Presentar daños en los dientes y las encías

Tanto en el caso de la anorexia como de la bulimia, ambos TCA afectan la salud física y mental porque son el origen de diversas enfermedades o condiciones como las siguientes:

Anorexia:

• Anemia
• Osteoporosis
• Estreñimiento
• Insuficiencia renal

Bulimia:

• Malnutrición
• Insuficiencia cardíaca
• Amenorrea
• Ansiedad
• Depresión
• Trastorno bipolar
• Abuso de alcohol y drogas
• Autolesiones
• Pensamientos suicidas
• Suicidio

Ante la gravedad de los problemas de salud mencionados, Pacheco recomienda a los padres de familia estar atentos a las conductas mencionadas y a los signos de alarma que pueden presentar los adolescentes.

Estos problemas pueden llevar a una desnutrición severa y ser causa de mortalidad si no se recibe tratamiento médico, apoyo familiar y terapia psicológica.

Precisamente, el tratamiento para la anorexia y la bulimia debe incluir a profesionales de la salud física (un médico general), la salud mental (un psicólogo o un psiquiatra) y la alimentación (un nutricionista), que estén especializados en dichos TCA.

Es imprescindible intervenir para ayudar a los adolescentes a vencer sus miedos, corregir su conducta alimentaria y poder soñar con el futuro.