Más de 2 millones de peruanos son adictos al tabaco: algunas recomendaciones para dejar de fumar

Uno de los riesgos más asociados al consumo de tabaco es el cáncer de pulmón, ya que el humo del cigarro contiene decenas de químicos que causan neoplasias malignas

El deseo de consumir tabaco puede ser más fuerte en lugares donde se solía fumar tabaco frecuentemente, como en fiestas, bares o momentos de estrés o al tomar café (Shutterstock)

A mediados de julio de 2023, se informó que en el Perú existen cerca de 2.5 millones de personas adictas al tabaco. Esa alarmante cifra fue anunciada por el psicólogo clínico Gustavo Gómez Sánchez Romero, especialista en el tema de adicciones de Cedro, una institución que se enfoca en trabajar con niños en situación de calle que están en peligro de abuso de drogas.

En dicha entrevista con Andina: Agencia Peruana de Noticias, Gómez Sánchez explicó que la adicción al tabaco es una de las más comunes y dejar de fumar resulta difícil debido a la nicotina, una sustancia altamente adictiva que está presente en el cigarro.

Uno de los riesgos más asociados al consumo de tabaco es el cáncer de pulmón, ya que el humo del cigarro contiene decenas de químicos que causan neoplasias malignas. Pero fumar también puede originar diversos problemas de salud como enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, problemas durante el embarazo como el aborto espontáneo e incluso la pérdida de la vista.

Adicción al tabaco

La adicción al tabaco puede provocar pérdida de la vista debido a un mayor riesgo de degeneración macular (Freepik)

La adicción al tabaco es en realidad adicción a la nicotina y se manifiesta cuando se necesita la sustancia y no se puede dejar de usar.

La nicotina, componente químico del tabaco, dificulta dejar de fumar porque produce efectos placenteros en el cerebro, aunque temporales, lo que lleva a consumir un cigarro tras otro.

Cuanto más se fuma, mayor es la necesidad de nicotina para sentirse bien. Intentar dejar de fumar provoca cambios mentales y físicos desagradables, que son síntomas de la abstinencia de nicotina.

Sin embargo, aunque no es fácil, es posible vencer la adicción y es importante hacerlo porque dejar de fumar, sin importar el tiempo de consumo, mejora la salud.

Los riesgos de fumar

Uno de los riesgos más asociados al consumo de tabaco es el cáncer de pulmón, ya que el humo del cigarro contiene decenas de químicos que causan cáncer (Imagen Ilustrativa Infobae)

Entre los principales riesgos de fumar se encuentran los siguientes:

  • Coágulos sanguíneos y debilitamiento de las paredes de los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que puede originar un accidente cerebrovascular.
  • Coágulos sanguíneos en las piernas, que pueden desplazarse a los pulmones.
  • Aumento temporal de la presión arterial después de fumar.
  • Flujo sanguíneo deficiente en las piernas.
  • Problemas de erección debido a la disminución del flujo sanguíneo al pene.
  • Cáncer, con mayor probabilidad en los pulmones, boca, laringe, nariz, garganta, esófago, estómago, vejiga, riñón, páncreas, cuello uterino, colon y recto.
  • Problemas pulmonares, como EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o asma difícil de controlar.
  • Complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro, aborto espontáneo y labio leporino.
  • Daño a los espermatozoides, causando esterilidad.
  • Pérdida de la vista debido a un mayor riesgo de degeneración macular.

Cabe señalar que la adicción al tabaco afecta no solo la calidad de vida sino también las relaciones sociales y familiares del fumador.

Recomendaciones para dejar de fumar

Dejar de fumar resulta difícil debido a la nicotina, una sustancia altamente adictiva que está presente en el cigarro (Europa Press)

De acuerdo a Mayo Clinic, luego de tomar la decisión de abandonar el cigarro, hay algunas recomendaciones que pueden ser útiles para dejar de fumar.

  • Evitar los factores desencadenantes: el deseo de consumir tabaco puede ser más fuerte en lugares donde se solía fumar frecuentemente, como en fiestas, bares o momentos de estrés o al tomar café. Es necesario identificar los desencadenantes y establecer un plan para evitarlos o manejarlos sin fumar un cigarro.
  • Retrasar el deseo: cuando se sienta que no se puede resistir el antojo de fumar, hay que decirse a sí mismo que primero se debe esperar 10 minutos más. Durante ese tiempo, hay que hacer algo para distraerse o ir a un lugar público donde esté prohibido fumar.
  • Masticar algo: mantener la boca ocupada puede ayudar a resistir el antojo de tabaco. Una opción puede ser masticar chicle sin azúcar. Otras alternativas son consumir zanahorias crudas, frutos secos, semillas de girasol u otros snacks saludables, crujientes y satisfactorios.
  • No fumar solo uno: aunque pueda parecer tentador fumar un solo cigarro para calmar el antojo de tabaco, es poco probable que eso sea suficiente. Un cigarro probablemente llevará a otro y se terminará fumando como antes.
  • Utilizar técnicas de relajación: fumar puede haber sido una manera de manejar el estrés, por eso enfrentar el antojo de fumar también puede resultar estresante. Para reducir el estrés, se puede utilizar técnicas de relajación como la respiración profunda, la relajación muscular, el yoga, la visualización, los masajes o escuchar música relajante.
  • Realizar actividad física: la actividad física puede ayudar a distraerse del antojo de consumir tabaco. Incluso realizar ejercicio durante un breve período, salir a caminar o correr o subir y bajar corriendo las escaleras, puede hacer que el deseo desaparezca. En casa o en la oficina, se puede hacer sentadillas.