Las sombras que acechan la visión en Perú

La oftalmóloga Patricia Lira analiza la situación de la salud visual en el país, estrechamente ligada al bienestar general

Investigadora advierte sobre la situación de la salud visual en Perú. | Andina

La situación de la salud visual en Perú presenta desafíos significativos, especialmente para los pacientes diabéticos. La diabetes puede llevar a complicaciones oculares graves, como la retinopatía diabética, que puede resultar en la pérdida irreversible de visión si no se trata a tiempo.

A pesar de la gravedad de estas complicaciones, muchos pacientes diabéticos no acuden al oftalmólogo con la regularidad necesaria. Las recomendaciones médicas sugieren que cualquier persona con diabetes debe someterse a un examen ocular completo, al menos, una vez al año. Sin embargo, la falta de conocimiento y la limitada accesibilidad a servicios de salud especializados contribuyen a que esta práctica no se siga adecuadamente.

En este contexto, es crucial que la población diabética priorice su salud ocular. La detección temprana de anomalías puede prevenir cuadros severos de retinopatía diabética y proteger la calidad de vida. Es indispensable fomentar campañas de concienciación que subrayen la importancia de las visitas regulares al oftalmólogo.

La catarata, otra afección ocular prevalente en el país, se caracteriza por la opacidad del cristalino y es una de las principales causas de ceguera reversible. Las largas listas de espera para cirugías y la falta de recursos en el sistema de salud pública agravan la situación, especialmente en zonas rurales y entre poblaciones de bajos recursos económicos.

Los desafíos en la salud ocular incluyen deficiencias en la infraestructura hospitalaria, la escasez de profesionales de la salud visual en áreas rurales y la falta de programas gubernamentales efectivos orientados a la prevención y tratamiento de enfermedades oculares. La implementación de políticas públicas inclusivas y la inversión en la formación de especialistas en oftalmología son fundamentales para mejorar la situación actual.

En 2023, el Instituto Nacional de Oftalmología (INO) registró más de 13,000 consultas en todas las especialidades. De estas, el 25% correspondieron a consultas de retina. Las principales causas de estas consultas fueron la retinopatía diabética (65%), seguida por la degeneración macular (13%), el desprendimiento de retina (5%), el agujero macular (3%) y la catarata (10%).

En cuanto a las cirugías, se realizaron 11,637 intervenciones quirúrgicas. El 40% de los pacientes operados fueron tratados por catarata, una de las principales causas de ceguera en el país, a pesar de ser reversible. La demanda supera ampliamente la oferta de cirugías disponibles, dejando a muchos pacientes en listas de espera prolongadas, afectando particularmente a la población de zonas rurales y de bajos recursos. Se estima que alrededor de 2 millones de personas en Perú padecen de catarata, afectando aproximadamente al 50% de los mayores de 50 años.

Siempre con data del INO, solo el 1% de las cirugías fueron por problemas maculares y el 3% por retinopatía diabética, a pesar de que el 65% de las consultas son por esta última. Esto es llamativo, ya que muchos pacientes con retinopatía diabética no acuden a tiempo para la cirugía, resultando en casos irrecuperables. Esta falta de acción se debe al desconocimiento de la necesidad de controles oftalmológicos anuales desde el diagnóstico para evitar la pérdida irreversible de visión.

Los problemas maculares operables incluyen el agujero macular, la membrana epimacular y el síndrome de tracción vítreo-macular. La baja tasa de cirugías para estos casos puede estar relacionada con la falta de especialistas o el desconocimiento de los pacientes sobre las opciones de tratamiento.

En mi consulta privada de retina y mácula, alrededor del 40% de los pacientes llegan por degeneración macular seca o atrófica irreversible. De este grupo, un 10% presenta enfermedades maculares operables, pero muchos lo desconocen debido a la idea errónea de que la mácula no se puede operar. Es crucial informar a los pacientes que patologías como el agujero macular, la membrana epimacular y el síndrome de tracción vítreo-macular tienen solución quirúrgica.

La salud ocular está estrechamente ligada al bienestar general. Muchas condiciones sistémicas presentan manifestaciones oculares que pueden detectarse durante un examen oftalmológico. Por lo tanto, el cuidado de los ojos no solo protege la visión, sino que también contribuye a la detección temprana de otros problemas de salud.

Patricia Lira