El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) ha informado que, tan solo en el primer trimestre de 2024, la tasa de personas sin un puesto de trabajo en Lima Metropolitana se ha incrementado en un 8% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
En total son 33 mil peruanos los que se han sumado a la lista de desempleados entre enero y marzo del presente año. Ante una situación tan preocupante como esta y teniendo en cuenta que en el Perú cada vez son más los casos de salud mental, es importante mencionar que la pérdida de trabajo genera un proceso emocional del que se habla poco: el duelo laboral.
El duelo laboral
El duelo es el período de tristeza tras la pérdida de alguien. Sin embargo, también puede originarse por el fin de una relación de pareja o amistad, la pérdida de un empleo, la muerte de una mascota o incluso la migración a otro país.
Este proceso de adaptación emocional, que enfrentan quienes han sufrido una pérdida, se caracteriza por sentimientos de tristeza, rabia y frustración, lo que conlleva un agotamiento físico, mental y emocional.
Fases del duelo laboral
Según la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross, el duelo por la muerte de una persona está dividido en 5 etapas: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación.
En el caso del duelo laboral, cada una de estas fases puede ser descrita de la siguiente manera:
- La negación: al perder el trabajo, es común atravesar un período inicial de negación y sorpresa. Cuesta aceptar que ya no se forma parte del entorno laboral al que se estaba acostumbrado.
- La ira: a medida que la realidad de la pérdida se asienta, se puede sentir enojo e incredulidad. La aparente injusticia de la situación puede generar frustración y rabia.
- La negociación: en esta fase del duelo laboral se busca formas de negociar y darle sentido a lo sucedido. Suelen surgir preguntas como si se podría haber hecho algo diferente o si hay alguna manera de recuperar el trabajo. También se reflexiona sobre el propósito de esta experiencia y las lecciones que pueden aprenderse.
- La depresión: se suele experimentar una tristeza y melancolía intensas. Se siente una pérdida profunda y se cae en la cuenta de que las rutinas y las relaciones laborales han cambiado drásticamente. Nacen cuestionamientos sobre si se volverá a encontrar un trabajo que brinde la misma satisfacción que el que se ha perdido.
- La aceptación: a medida que se avanza en el proceso del duelo laboral, se llega a aceptar la realidad de la pérdida. Entonces comienza la adaptación a la nueva situación y se busca formas de seguir adelante. Además, se reconoce que el cambio es inevitable y que, en realidad, representa una oportunidad para crecer y reinventarse.
Impacto del desempleo en la salud mental
La pérdida de un trabajo impacta en la salud mental porque puede afectar significativamente el bienestar emocional de quien atraviesa por el duelo laboral.
El desempleo puede vivirse como un periodo en el que se siente que se pierde una parte de uno mismo mientras se enfrenta un futuro incierto. Algunos de los efectos emocionales que se pueden experimentar incluyen los siguientes:
- Ansiedad y preocupación: las personas se preocupan por cómo sobrevivir sin un ingreso estable y cómo enfrentar los desafíos financieros.
- Miedo al futuro: les asusta enfrentar la incertidumbre del futuro y se preguntan qué les deparará.
- Sentimientos de rechazo: la pérdida del trabajo puede hacer que se sientan no valorados o rechazados, incluso si la causa del despido no fue personal.
- Baja autoestima: pueden cuestionar sus habilidades y valía como profesionales, lo que afecta su autoestima.
- Aislamiento social: pueden alejarse de amigos y colegas por vergüenza o incomodidad.