Cinco señales de alerta que requieren atención médica inmediata en niños

El cuidado de la salud de los niños requiere de una labor de observación de indicadores que podrían ser una señal de que se requiere atención médica urgente. Es por eso que el médico pediatra del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, César Carozzi Punis, indicó que hay varios síntomas a tomar en cuenta.

“Con la llegada del cambio de temporada, las enfermedades digestivas, respiratorias y el dengue se intensifican, especialmente en zonas con alta concentración de contagios”, indicó el doctor. Es crucial que una vez que se detectan estos síntomas, sobre todo si se presentan al mismo tiempo o se extienden por varios días, los padres busquen asistencia médica.

Según Carozzi Punis, estos son los cinco síntomas de alarma en los niños y con los que se debe tener especial atención:

Si el niño presenta una fiebre superior a 38.5° C por más de tres días, sobre todo si es el caso de un menor de un año, los padres deben estar atentos a la posible aparición de otros síntomas como sudoración, dolor muscular o falta de apetito.

La atención médica urgente en estos casos es crucial, pues se trata de un menor que aún no ha desarrollado su capacidad para comunicarse y, por lo tanto, depende del cuidado y observación de sus padres.

El pediatra del Hospital Arzobispo Loayza también indicó que la tos puede ser un síntoma de alarma, sobre todo si se trata de una con duración prolongada de más de cuatro o cinco días. Si esta condición es muy exigente, ya sea seca o con flema, es posible que se generen otros síntomas.

Una consecuencia que se debe considerar como alerta es la posible aparición de vómitos o dificultad para respirar, que puede ser un indicador de una condición médica grave.

Respiración rápida, hundimiento de los músculos del pecho, aleteo nasal o coloración morada en la piel, también son señales claras de dificultad respiratoria y que deben ser atendidos por especialistas adecuados, pues estos podrían ser un indicador de enfermedades como neumonía, asma u otras afecciones graves.

En el caso de los vómitos, si el niño vomita más de tres veces en una hora o presenta este síntoma acompañado con diarrea o fiebre, es posible que se produzca un cuadro de deshidratación que requiera de atención médica urgente.

Si el niño está muy decaído, irritable, tiene ojos hundidos, llanto sin lágrimas y no quiere comer, podría ser signo de deshidratación, infección u otra condición médica que necesite tratamiento lo más pronto posible.

También es importante que los padres no consideren algún tipo de medicación antes de acudir a un centro médico. El uso de cualquiera de ellos sin la autorización de un especialista podría generar efectos adversos o incluso agravar más el estado de salud del menor.

El Doctor Carozzi también enfatizó en la importancia de prácticas preventivas saludables, como la asistencia regular a los controles pediátricos de los menores, la actualización del esquema de vacunación, la promoción de la lactancia materna, y la administración de suplementos de hierro recomendados por el Ministerio de Salud para combatir la anemia.

Ya que la cantidad de contagiados con dengue se ha incrementado, los padres deben estar atentos a la aparición de síntomas específicos como fiebre, somnolencia, irritabilidad, sarpullido, sangrado inusual (en encías, nariz o moretones) o vómitos.

Síntomas de deshidratación leve o moderada son: Boca, lengua o labios secos, y pocas lágrimas o ninguna cuando llora.

Los casos graves de deshidratación son: Ojos hundidos, Manos o pies fríos con cambio de color, orina una o dos veces al día.