En la actualidad, los supermercados peruanos ofrecen una gran diversidad de productos relacionados con la higiene femenina como los jabones íntimos para la vulva, mientras que en las plataformas de venta online nacionales e internacionales se ofertan duchas vaginales.
La mayoría de mujeres piensa que necesita alguno de dichos productos para mantener sus genitales con un olor agradable. Sin embargo, ha llegado el momento de desmentir la creencia popular de que para mantener la vulva y la vagina limpias es necesario usar diversos productos para la higiene femenina cuando en realidad los genitales de las mujeres sólo necesitan agua o se limpian por sí solos
La vulva y la vagina
Debido a que la vulva suele ser confundida con la vagina es necesario primero aclarar las diferencias entre ambos genitales.
Por un lado, la vulva es el conjunto de los genitales femeninos externos y puede observarse con tan solo abrir las piernas y colocar un espejo frente a ella. Los órganos que se encuentran en la vulva son los siguientes: el monte de Venus, los labios vaginales mayores y menores, el clítoris, el meato urinario, las glándulas parauretrales, las glándulas lubricantes y la abertura vaginal.
Por otro lado, la vagina es un conducto tubular elástico y muscular que se extiende entre 8 a 11 cm desde la abertura vaginal hasta el útero, y que conecta la vulva con el cuello uterino o cérvix y con el útero. El cuello uterino es un órgano muscular con un orificio pequeño a través del cual se expulsa la sangre menstrual; y el útero es un órgano muscular en el que se desarrolla el feto durante el embarazo.
La industria de la higiene femenina
La industria de la higiene femenina ha creado productos específicos para combatir el olor de la vulva y la vagina, perpetuando la idea de que el olor natural de los genitales femeninos es desagradable.
La idea de que la vulva y la vagina huelen mal es algo que afecta la autoestima de muchas mujeres y que además contribuye al desconocimiento sobre el cuerpo femenino.
Prueba de ello es que muchas ignoran que la vulva y la vagina no necesitan de productos de higiene para su limpieza, porque pueden mantenerse saludables y con su aroma natural de manera mucho más sencilla y sin hacer ningún esfuerzo.
Cómo lavar la vulva
En el caso de la vulva, para su limpieza es importante evitar el uso de sustancias perfumadas ya que estas pueden provocar irritaciones, picor, escozor o infecciones.
La recomendación general es mantener una higiene básica sin recurrir a jabones o geles con fragancias que prometen modificar el olor natural de la vulva, lo cual es innecesario e incluso puede ser perjudicial.
Aunque no es necesario, si se desea lavar la vulva se recomienda usar solo agua sobre el pubis y entre los labios vaginales mayores o menores. Es importante mencionar que la limpieza debe realizarse de adelante hacia atrás para evitar que los gérmenes de la zona anal lleguen a la zona de la vulva.
La autolimpieza vaginal
En los últimos años, en el campo de las prácticas de higiene femenina, se ha comenzado a desaconsejar el uso de duchas vaginales. Estas, que alguna vez se consideraron beneficiosas, ahora se asocian a la alteración de la flora vaginal y el pH vaginal (grado de acidez del ambiente vaginal), lo que podría resultar en un mayor riesgo de sufrir infecciones vaginales e incluso infecciones de transmisión sexual (ITS).
Hay que tener en cuenta que el flujo vaginal varía a lo largo del ciclo menstrual, cuyas fases (preovulatoria, ovulatoria, premenstrual y menstrual) se caracterizan por la presencia de secreciones con diferentes colores y texturas. Por lo tanto, el flujo vaginal solo debe ser motivo de preocupación si va acompañado de síntomas como ardor, picazón y mal olor, ya que en ese caso se podría tratar de una infección.
Aunque parezca increíble, la vagina no necesita ningún tipo de lavado porque es un órgano que posee su propio mecanismo de autolimpieza que funciona de manera continua.
Esto ocurre porque la membrana mucosa que recubre la vagina, junto con las bacterias que componen la flora vaginal, protegen a este órgano contra las infecciones y lo mantienen sano. De esta forma, la vagina se limpia a sí misma gracias a las secreciones que se producen en ella, ya que su mucosa es capaz de eliminar la sangre menstrual, el semen y los diferentes flujos vaginales.