Los contagios de la enfermedad del dengue, transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, se ha convertido en una preocupación para la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Según datos recientes, hay más de 3,5 millones de casos en América Latina y el Caribe, y más de 1.000 fallecimientos a causa de la enfermedad.
Los datos recopilados hasta el 26 de marzo indican un incremento significativo de contagios y muertes los cuales podrían estar relacionado con condiciones climáticas extremas exacerbadas por el fenómeno de El Niño y el cambio climático, señaló Jarbas Barbosa, director de la OPS.
De modo que “probablemente esta será la peor temporada de dengue que se haya tenido en América”, alertó durante una conferencia de prensa.
La situación es particularmente grave en el Cono Sur, con Brasil, Paraguay y Argentina. Estos tres países concentran la mayoría de los casos de dengue en la región, representando el 92% de todos los contagios y el 87% de las muertes relacionadas con el dengue en lo que va del año.
La OPS señala que el dengue sigue un patrón estacional en el lado sur de América Latina, con la mayor parte de la transmisión ocurriendo durante los meses más cálidos y lluviosos del año, que corresponden al primer semestre. Este patrón estacional coincide con el período de mayor actividad del mosquito Aedes aegypti, facilitando la transmisión del virus del dengue.
“El aumento de las temperaturas y la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos como olas de calor, sequías intensas que llevan a la población a almacenar agua de forma inadecuada y tormentas e inundaciones pueden aumentar la proliferación del mosquito vector”, explicó Barbosa.
Según el organismo, hay cuatro serotipos de dengue y la circulación simultánea de dos o más de estos serotipos en 21 países de las Américas incrementa significativamente el riesgo de epidemias y la gravedad de la enfermedad.
Situación del dengue en Perú
El dengue en el país inca no es la excepción dentro del contexto de la creciente problemática que enfrenta América Latina. Para la Semana Epidemiológica 11 Perú ha reportado 14 mil 031 casos de dengue, sumando un total de 79 mil 741 casos confirmados y 82 muertes por dengue en el 2024, según datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC).
Sin embargo, la cifra habría incrementado en los últimos días. En La Libertad, una de las regiones más afectadas por dengue en el Perú, se pasó de 16 mil 247 casos hasta la semana 11 a 19 mil 620 casos reportados en las últimas horas. Esta última cifra aún es evaluada ya que no se ha terminado de confirmar los casos sospechosos.
Cabe mencionar que, en la última semana, de acuerdo con los informes de Gerencia de Salud de La Libertad, se han contabilizado 3 mil 386 casos adicionales (con un registro previo el 20 de marzo de 16 mil 234 casos), lo cual representa un aumento del 20.86%.
Las autoridades sanitarias peruanas han manifestado su preocupación para este feriado largo con motivo de la conmemoración de la Semana Santa, fechas que son aprovechadas por muchos peruanos que optan por salir de viaje y asistir a centros vacacionales. La situación podría aumentar el riesgo de propagación del dengue, dada la mayor movilidad y la congregación de personas en lugares específicos, lo que podría resultar en un incremento de casos que ponga en desafío al sistema de salud del país.
Criaderos en casa
Los factores sociales como el rápido crecimiento poblacional, urbanización sin planificación, viviendas inadecuadas, deficiente saneamiento y mala gestión de residuos contribuyen a la proliferación de criaderos del mosquito transmisor del dengue, ubicados principalmente en los hogares.
Porque “alrededor del 80% de los criaderos de mosquitos están en las casas de las personas o en las cercanías”, en objetos que almacenan agua, asegura Barbosa.
Frente a esto, la eliminación de estos criaderos resulta ser la estrategia más efectiva en la actualidad, más aún que las vacunas disponibles o tecnologías emergentes como la bacteria Wolbachia, que aún está en fase de estudio.
La vacunación, limitada en su alcance y requiriendo ocho años para impactar significativamente la transmisión, y la Wolbachia, vista como una potencial herramienta futura, son elementos que, aunque prometedores, por ahora no superan la eficacia de erradicar los criaderos en la prevención de la epidemia.