Los pezones: ¿sabías que las mujeres pueden tener orgasmos con tan solo estimular esta zona erógena?

Una de las operaciones estéticas más populares en nuestro país son las relacionadas con los senos. Las clínicas de cirugía plástica en Lima ya no ofrecen solo aumento de senos, que implica la colocación de implantes mamarios; sino que ahora también realizan levantamiento de senos, en el que se moldean las mamas para elevarlas junto con los pezones.

La demanda que existe por este tipo de intervenciones quirúrgicas está relacionada con la representación del cuerpo femenino que se ve en la televisión, el cine, las redes sociales y la cultura en general.

Sin embargo, aunque los senos de las mujeres son sexualizados a diario en los medios de comunicación, poco se conoce del gran potencial sexual que tienen cuando de placer sexual femenino se trata. Específicamente, son los pezones el área más sensible de los senos, ya que, al ser estimulados, las mujeres pueden llegar al orgasmo.

Los pezones femeninos, ubicados en el centro de los senos, juegan un rol fundamental en la lactancia y la respuesta sexual de las mujeres.

Los senos están compuestos de ganglios linfáticos, lobulillos, conductos, músculos y tejido adiposo (grasa) en su parte interna, mientras que externamente se pueden observar los pezones y las areolas.

Por un lado, los lobulillos son las glándulas que producen la leche materna y los conductos son los tubos que transportan la leche al pezón. Por otro lado, los pezones están rodeados por una zona pigmentada conocida como areola, que en las mujeres alberga entre 15 y 20 conductos lácteos esenciales para el amamantamiento de los bebés.

Tanto los pezones como las areolas constituyen zonas de alta sensibilidad erógena, lo que significa que su estimulación durante la excitación sexual resulta en un fenómeno conocido como telotismo, que implica la erección y mayor sensibilidad de estas áreas. Además, el frío puede provocar efectos similares en los pezones.

Cabe señalar que los cambios físicos durante el embarazo y la lactancia pueden incrementar el tamaño de los pezones, efecto que en algunos casos es permanente.

Por último, la estimulación de los pezones no solo incrementa la sensación de placer sexual en las mujeres sino que también desencadena la liberación de oxitocina en ellas, favoreciendo así la expulsión de la leche durante la lactancia.

Esto subraya la importancia y multifuncionalidad de los pezones en las mujeres, que van más allá de la lactancia, ya que impactan también en la respuesta sexual femenina.

Las zonas erógenas son partes del cuerpo que poseen una mayor cantidad de terminaciones nerviosas, por lo cual al ser acariciadas, besadas, lamidas o mordidas producen sensaciones de placer.

Aunque las mujeres poseen varias zonas erógenas como el cuello, los labios y las orejas, los pezones poseen una sensibilidad única y extraordinaria debido a que con solo estimularlos pueden provocar placer sexual y orgasmos en las mujeres.

Así lo demostró un estudio de 2019 enfocado en el deseo sexual, el placer y el orgasmo femenino. En dicha investigación se determinó que los nervios de los pezones cumplen un rol en la excitación y el clímax de las mujeres.

Esto se debe a que la estimulación de los pezones activa la misma zona del cerebro que se activa cuando se estimula el clítoris: la corteza sensorial genital. Esta región cerebral responde cuando los genitales son estimulados y desencadena la excitación sexual, que es la primera fase de la respuesta sexual humana.

Por lo tanto, si el clítoris es el órgano responsable del placer y el orgasmo femeninos, los pezones son la zona erógena con mayor sensibilidad, pues tienen un gran potencial para que las mujeres disfruten del sexo a solas o en compañía hasta llegar al clímax.