El año pasado, en el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra cada 24 de marzo, el Ministerio de Salud del Perú (Minsa) informó que en 2022 se diagnosticaron más de 29 mil casos de tuberculosis en nuestro país y el 56% de ellos se encontraban en Lima y Callao.
Además, Perú es el segundo país de América con el mayor número de casos de tuberculosis después de Brasil, tal como advierte un informe de 2021 sobre esta enfermedad realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Resulta preocupante este lugar que ocupa nuestro país entre los 35 países de América cuando se trata del número de personas que sufren tuberculosis, una grave enfermedad que afecta principalmente los pulmones y que se caracteriza por su alta tasa de mortalidad, que es de alrededor del 50%.
La tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad grave causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis, conocida como Bacilo de Koch, y que afecta principalmente los pulmones. El contagio ocurre fácilmente cuando una persona con tuberculosis tose o estornuda ya que, a través de las gotitas que se liberan de la boca, las bacterias pueden ingresar a los pulmones de otra persona.
Esta enfermedad puede presentarse de dos maneras: latente y activa. La tuberculosis latente ocurre cuando la bacteria está en el organismo en estado inactivo, por lo tanto no presenta síntomas. Mientras que la persona que sufre tuberculosis activa sí presenta síntomas y puede contagiar a otros.
El tratamiento contra la tuberculosis se lleva a cabo con antibióticos, pero puede ser mortal si no se recibe el tratamiento adecuado.
Síntomas de la tuberculosis
En el caso de la tuberculosis activa, de acuerdo a Mayo Clinic, los síntomas son los siguientes:
- Presencia de tos con flema que dura tres semanas o más
- Presencia de tos con sangre o flema
- Sensación de dolor en el pecho o dolor al respirar o toser
- Pérdida de peso involuntaria
- Sensación de fatiga, cansancio o debilidad
- Presencia de fiebre, sobre todo por las noches
- Presencia de sudoraciones nocturnas
- Sensación de escalofríos
- Pérdida del apetito
Factores de riesgo de la tuberculosis
Las personas que tienen más probabilidades de contagiarse tuberculosis activa son las que tienen un sistema inmunitario debilitado. Al respecto, existen varias afecciones o tratamientos que bajan las defensas del cuerpo como los siguientes:
- Diabetes mellitus
- VIH o SIDA
- Insuficiencia renal crónica
- La quimioterapia, uno de los tratamientos más comunes contra el cáncer
- Uso prolongado de esteroides
- Cáncer de la cabeza, el cuello o la sangre
- Consumo excesivo de alcohol
- Uso de drogas ilegales inyectables
- Fumar o consumir otros productos que se derivan del tabaco
Por otro lado, según la plataforma digital única para orientación al ciudadano Gob.pe, también existen factores socioeconómicos que contribuyen a la aparición de tuberculosis como los siguientes:
- Pobreza
- Desempleo o subempleo
- Malnutrición
- Condiciones higiénicas insuficientes
- Exclusión social
- Hacinamiento
- Dificultades de acceso a los servicios sociales
- Bajo nivel educativo
Cómo prevenir la tuberculosis
El Minsa indica que para prevenir la tuberculosis se pueden tomar varias medidas, algunas para evitar contraer la enfermedad y otras para reducir las probabilidades de contagiar a otros:
- Aplicar la vacuna BCG (Bacilo de Calmette-Guérin) al recién nacido, que lo protege contra la tuberculosis
- Realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno a las personas con tuberculosis
- Administrar pastillas de prevención (quimioprofilaxis) a los menores de 19 años que se encuentren en contacto con una persona enferma de tuberculosis
- Consumir una alimentación balanceada y respetar los horarios de comida para evitar la malnutrición
En el caso de una persona que ya tiene la enfermedad, se recomienda:
- Cubrir la boca con un pañuelo al toser y estornudar,
- Botar la flema del tos o estornudo en un papel para desecharlo de inmediato
- Tapar la boca con el antebrazo al toser, estornudar y hablar
- No escupir en el suelo
- Mantener una buena ventilación y aire fresco tanto en la vivienda como en el lugar de trabajo para evitar contagiar a otras personas