Lubricación sexual: 3 consejos para mejorar la humedad de la vagina

La lubricación de los genitales femeninos es un proceso natural que ayuda a disfrutar de las relaciones sexuales que incluyen penetración vaginal. Pero si se sufre resequedad vaginal hay algunos consejos para lubricar más y mejor

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Si la vagina no se humedece lo suficiente como para facilitar la fricción provocada por el pene, el coito puede causar incomodidad (Self)
Si la vagina no se humedece lo suficiente como para facilitar la fricción provocada por el pene, el coito puede causar incomodidad (Self)

Tanto en las boticas más pequeñas como en los locales de las cadenas de farmacias más grandes a nivel nacional, es común encontrar diversos lubricantes íntimos o lubricantes sexuales que prometen solucionar un problema común para las mujeres: la falta de una adecuada lubricación vaginal.

La lubricación de los genitales femeninos es un proceso natural que ayuda a disfrutar de las relaciones sexuales que incluyen penetración vaginal. Si la vagina no se humedece lo suficiente como para facilitar la fricción provocada por el pene, el coito puede causar incomodidad, dolor o incluso infecciones. Por eso es importante saber cómo mejorar la lubricación sexual.

¿Qué es la lubricación sexual?

Conocida coloquialmente como el acto de “mojarse”, la lubricación sexual o lubricación vaginal es una reacción fisiológica propia de la excitación sexual. Una mujer puede sentirse excitada a partir de diferentes estímulos: con besos o caricias de su pareja y también puede excitarse a solas cuando tiene fantasías sexuales o cuando se masturba.

La excitación produce ciertos cambios corporales que son la respuesta de la mujer ante el estímulo sexual: la piel comienza a enrojecerse, los pezones se erectan y los senos aumentan de tamaño. El clítoris crece y los labios vaginales mayores se abren, mientras que los labios vaginales menores experimentan un crecimiento. Es entonces cuando la vagina comienza a lubricarse y se siente relajación muscular en todo el cuerpo.

Cuando se sufre de resequedad vaginal, el coito no resulta placentero (Blossom & Sol)
Cuando se sufre de resequedad vaginal, el coito no resulta placentero (Blossom & Sol)

Lo que hace posible la lubricación sexual es un aumento del flujo de sangre hacia los genitales, que causa congestión vascular o, en otras palabras, hinchazón de los vasos sanguíneos. Es en este momento que actúan las glándulas lubricantes, más conocidas como glándulas de Bartolino. Ubicadas a ambos lados de la abertura vaginal, estas glándulas responden al incremento en el flujo de sangre secretando un líquido acuoso que se dirige hacia la superficie de las paredes vaginales: ese fluido es la lubricación sexual.

Aunque el tejido de la vagina siempre está naturalmente húmedo, la función de las glándulas lubricantes es mantener la vagina lo suficientemente lubricada como para reducir la fricción propia de la penetración, que se caracteriza por el movimiento hacia adelante y hacia atrás del pene dentro de la vagina.

Cuando se sufre de resequedad vaginal, el coito no resulta placentero, sino que, por el contrario, genera sensaciones desagradables e incluso produce infecciones vaginales y fisuras en las paredes de la vagina. Entonces, ¿qué se puede hacer para mejorar la lubricación sexual?

1. Más besos y caricias

Para alcanzar la excitación sexual, las mujeres necesitan sentirse relajadas (Europa Press)
Para alcanzar la excitación sexual, las mujeres necesitan sentirse relajadas (Europa Press)

Se suele llamar “juego previo” a todo tipo de estimulación anterior al coito, pero usar ese nombre hace que la penetración continúe siendo la actividad central dentro de un encuentro sexual.

Por lo tanto, en vez de llamarle “juego previo” se le puede llamar “estimulación sensual” y es una práctica sexual tal como lo es el coito. Consiste en los besos, las caricias o masajes, los aromas, los sonidos o palabras y las miradas que se usan para despertar los sentidos durante el sexo. La estimulación de los cinco sentidos favorece notoriamente la excitación y, por ende, la lubricación vaginal.

Hay que tener en cuenta que, para alcanzar la excitación sexual, las mujeres necesitan sentirse relajadas y para ello no hay nada mejor que la estimulación sensual.

2. Cuidado con los tampones y las duchas vaginales

Los productos que se usan durante la menstruación como los tampones también pueden provocar resequedad vaginal debido a los materiales plásticos con los que están hechos. Al entrar en contacto con la vagina, los tampones absorben cualquier tipo de flujo alrededor, pero también pueden alterar el pH vaginal y afectar la lubricación sexual.

Entre los lubricantes sexuales los más comunes están hechos a base de agua, aceite, silicona y petróleo (Imagen ilustrativa Infobae)
Entre los lubricantes sexuales los más comunes están hechos a base de agua, aceite, silicona y petróleo (Imagen ilustrativa Infobae)

Hay que señalar que la vagina necesita mantener estable su propio PH, que es un grado de acidez vaginal saludable. Por eso hay que tener mucho cuidado con los productos que colocamos en los genitales femeninos. Actualmente existen alternativas que no afectan el pH vaginal como, por ejemplo, la copa menstrual.

Otro factor que puede alterar el pH vaginal es la realización de duchas vaginales, en las cuales se introducen productos de limpieza y agua en la vagina. Es importante recordar que no es necesario lavar la vagina porque este órgano posee un sistema de autolimpieza.

3. Elegir los mejores lubricantes

Entre los lubricantes sexuales los más comunes están hechos a base de agua, aceite, silicona y petróleo. Es preferible elegir los que son de base acuosa, se consideran la mejor opción porque el principal ingrediente que tienen es el agua. Por lo tanto son más ligeros y hay menos probabilidades de que afecten el pH vaginal.

¿Qué es la resequedad vaginal?

La sensación de ardor, dolor o picazón en la vagina es síntoma de la resequedad vaginal (Farmacia Ferrer)
La sensación de ardor, dolor o picazón en la vagina es síntoma de la resequedad vaginal (Farmacia Ferrer)

La resequedad o sequedad vaginal ocurre cuando los tejidos de la vagina no están bien lubricados y sus síntomas son los siguientes:

  • Sensación de ardor al orinar
  • Presencia de sangrado leve después de la penetración vaginal o coito
  • Sensación de dolor durante el coito o penetración vaginal
  • Presencia de flujo vaginal leve
  • Sensación de dolor, ardor o picazón en la vagina
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