Joran van der Sloot es el culpable de dos asesinatos: el primero fue el de la estadounidense Natalee Holloway en 2005 y el segundo; el de la peruana Stephany Flores en 2010. Debido a este último crimen, en 2012 fue condenado en Perú a 28 años de cárcel.
En ambos casos, van der Sloot actuó con violencia contra sus víctimas. A Holloway, luego de patearla y dejarla inconsciente, le arrojó un bloque de cemento en la cara. A Flores, la golpeó en la nariz y en la nuca antes de estrangularla.
Sin embargo, en 2014, tan solo dos años después de ser condenado, se casó con la peruana Leydi Figueroa con quien tuvo una hija y, aunque en 2022 inició su proceso de divorcio, al holandés no le ha faltado compañía femenina.
En la actualidad, este criminal mantiene relaciones sexuales hasta con tres mujeres diferentes mientras está recluido en prisión. Así que la pregunta que surge en muchas personas es, ¿cómo es posible que haya mujeres que puedan relacionarse con un asesino peligroso, violento y despiadado como lo es van der Sloot? Pues se trata de la hibristofilia, una parafilia que hace que algunas se sientan atraídas por criminales.
Hibristofilia: la atracción sexual por los asesinos
Según la Asociación Americana de Psicología (APA), la atracción sexual que algunas personas sienten hacia quienes cometen crímenes, incluso si se encuentran encarcelados, se llama hibristofilia. También puede incluir a individuos que han perpetrado acciones de alta gravedad, incluyendo asesinatos, violaciones y robos armados.
Para entender mejor la hibristofilia es necesario señalar que se trata de una parafilia. Este concepto hace referencia a la presencia de conductas o fantasías sexuales frecuentes e intensas que provocan excitación. Existen diversos tipos de parafilias: pueden implicar objetos inanimados (fetichismo), niños (pedofilia) o adultos (exhibicionismo) que no son capaces o no desean dar su consentimiento, respectivamente; o el sufrimiento o humillación de la propia persona (masoquismo) o de la pareja (sadismo).
Esta parafilia no solo se destaca por sentir atracción sexual hacia sujetos responsables de actos criminales violentos sino que, en algunos casos, se trata específicamente de sentirse atraída hacia quienes ganan notoriedad debido a los delitos cometidos. Como en el caso de Joran van der Sloot, cuyo nombre goza de popularidad en la prensa nacional e internacional.
Esto explica por qué es común que criminales de alta notoriedad que están tras las rejas reciban correspondencia amorosa e incluso propuestas de matrimonio de parte de personas, especialmente mujeres, que, motivadas probablemente por la hibristofilia, desarrollan una afinidad hacia ellos pese a sus crímenes. Este fenómeno, a veces considerado como un enigma dentro de la psicología forense, sugiere una complejidad en las dinámicas de atracción sexual que trasciende las normas sociales establecidas.
Causas de la hibristofilia
Con la intención de darle una respuesta a la pregunta de por qué las mujeres sienten atracción sexual por los criminales violentos, la psicóloga forense Katherine Ramsland ha entrevistado a quienes sufren de hibristofilia y se han casado con asesinos.
La mayoría de ellas creían que su amor tenía un poder transformador que iba a convertir a estos hombres malos en buenas personas porque la idea de salvarlos es el mayor aliciente para quienes tienen esta parafilia. Una mujer con hibristofilia cree que, aunque el hombre que le atrae tenga la capacidad de ser violento, va a dejar de serlo por el amor que ella le da.
Este patrón de mujeres que salvan y transforman a los hombres con su amor es algo que frecuentemente puede observarse en el cine, la televisión y la literatura, pues en la cultura en general se romantizan las relaciones en las que el “chico malo” es el interés amoroso de la “chica buena”.