En los últimos años en el Perú se ha prestado cada vez más atención a la salud mental, de acuerdo a un informe de 2023 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Prueba de ello es la implementación de programas y servicios a nivel nacional para atender consultas correspondientes al área de psicología y psiquiatría como es el caso de los Centros de Salud Mental Comunitarios.
En el caso de los trastornos de la salud mental, hay dos que han ido ganando relevancia, se trata del trastorno bipolar y el trastorno límite de la personalidad (TLP), también conocido por su nombre en inglés: borderline.
En 2019, el Ministerio de Salud del Perú (Minsa) informó que más de 23 mil personas sufrían de trastorno bipolar en nuestro país. Mientras que en 2022, el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado–Hideyo Noguchi anunció que para el tratamiento del trastorno límite de la personalidad se había implementado la terapia dialéctica conductual, una de las psicoterapias que ha demostrado tener una alta efectividad para este tipo de trastornos mentales.
A pesar del interés y difusión que la bipolaridad y el borderline tienen actualmente, es común que ambos trastornos mentales sean confundidos, pero presentan síntomas diferentes y es importante identificarlos correctamente.
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar, conocido anteriormente como depresión maníaca, es un trastorno de salud mental que se caracteriza por provocar variaciones significativas en el ánimo de una persona. Dichas fluctuaciones emocionales van desde niveles muy altos de energía y euforia, conocidos como manía o hipomanía, hasta episodios severos de depresión. Este trastorno mental, que impacta de manera considerable en la calidad de vida del individuo, puede alterar el sueño, la energía y el comportamiento del afectado.
De acuerdo a Mayo Clinic, las manifestaciones del trastorno bipolar pueden presentarse con diferente frecuencia, desde varias veces al año hasta de forma más esporádica. A pesar de ser una condición crónica, con un adecuado plan de tratamiento, que generalmente incluye medicamentos y psicoterapia, las personas con bipolaridad pueden gestionar los cambios en su estado de ánimo y otros síntomas relacionados.
¿Qué es el trastorno límite de la personalidad (TLP)?
El trastorno límite de la personalidad (TLP) es una enfermedad mental que altera la percepción que una persona tiene de sí misma y sus relaciones, generando obstáculos significativos en su vida cotidiana. Este trastorno de la salud mental se manifiesta principalmente a través de una autoimagen problemática, una gestión emocional complicada, conductas inestables y vínculos interpersonales volátiles.
Los afectados por este trastorno mental suelen vivir con un miedo intenso al abandono y serias dificultades para tolerar la soledad. A pesar del deseo de construir relaciones estables y sanas, la ira excesiva, la tendencia a la impulsividad y los abruptos cambios de humor pueden resultar en el alejamiento de su entorno social.
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, las personas con borderline pueden experimentar variaciones intensas en el estado de ánimo y sus sentimiento hacia los demás pueden cambiar con rapidez y pasar de una cercanía profunda a una aversión extrema.
Es importante resaltar que la intervención terapéutica puede proporcionar las herramientas necesarias para que los pacientes con trastorno límite de la personalidad aprendan a vivir de manera más funcional.
¿Cuál es la diferencia entre bipolaridad y borderline?
Si bien es cierto que, a simple vista, dos trastornos mentales como la bipolaridad y el borderline parecieran ser iguales, tal como señala un estudio de 2022, existe una diferencia clave entre ambos.
En el caso del trastorno bipolar, la inestabilidad emocional suele manifestarse en cambios episódicos que van desde la euforia hasta la depresión. Mientras que en el caso del trastorno límite de la personalidad los cambios son más breves, de alta intensidad y con mayor reactividad, pueden incluir ansiedad, ira y depresión.
Dicho de otro modo, por un lado, en la bipolaridad las fases de manía y depresión pueden durar varios meses cada una, por ejemplo, pueden presentarse cuatro o más fases maníacas o depresivas en un año. Por otro lado, en el borderline, el estado de ánimo puede sufrir variaciones repetidas veces a lo largo del mismo día. Esto ocurre porque la duración de esos cambios emocionales pueden tener una duración de tan sólo unos minutos hasta varias horas y pocas veces se prolongan por varios días.