La educación en el Perú es uno de los temas más importantes que se deberían priorizar para que niños, niñas y adolescentes puedan desarrollar sus habilidades y conocimientos, y logren contribuir a mejorar el futuro del país. Cuando venía recuperándose del impacto de la Covid-19, este sector ha sido uno de los más golpeados en este 2023 por el Fenómeno El Niño.
Estos 12 meses coinciden con la gestión de Dina Boluarte, que cumple un año desde que llegó al Palacio de Gobierno —tras el fallido autogolpe de Pedro Castillo—. No obstante, cientos de escolares tuvieron que perder clases al verse afectadas las infraestructuras por el evento climatológico.
Además, se reveló que cerca de 700 mil bebés presentan anemia, siendo el 40,9% del grupo de edad entre 6 a 35 meses. Una situación que muestra el preocupante desarrollo que afecta al nivel educativo.
Frente a ello, el exministro de Educación, Ricardo Cuenca, comentó a Infobae Perú que el gobierno de Dina Boluarte ha tenido “bastantes altibajos” en este sector. Esto se debe a las contrarreformas, que, si bien no fueron protagonistas, las “acompañaron” durante este tiempo.
“Ha ido acompañando a las contrarreformas que han sido impulsadas por el Congreso de la República”, agrega.
Boluarte asume el mando del Perú por ser parte de la plancha presidencial de Castillo, una sociedad que solo duró en las elecciones y que empezó a quebrarse a fines de 2022. A pesar de ello, la mandataria se mantiene firme al señalar que la anterior gestión hizo poco o nada por la educación, sin mencionar que también fue parte de ella.
Asimismo, los cambios ministeriales no solo se han dado en el gobierno de Pedro Castillo, quien tuvo hasta tres representantes. La actual gestión hoy cuenta con su cuarto ministro de Educación; es decir, uno por cada tres meses.
Ellos son Patricia Correa, Óscar Becerra, Magnet Márquez Ramírez y Miriam Ponce Vértiz. Es así como se evidencia que es la gestión con más cambios en este sector en los últimos 10 años, junto con la del expresidente Alejandro Toledo.
“No es lo deseable tener tantos cambios de ministros porque demanda un poco de tiempo para poder concretar lo que cada uno decide como parte de la política”, menciona y aclara que puede haber nuevos representantes, pero se deben sostener las reformas.
Prueba PISA 2022 en Perú
Este mes también se publicó el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA 2022), el cual evalúa a los jóvenes de 15 años de los diversos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
El informe reveló que solo el 34% de los alumnos en el Perú logró al menos el Nivel 2 de competencia en matemáticas, cuyo promedio es del 69%. Asimismo, solo el 1% de los estudiantes alcanzó un alto rendimiento académico.
Un panorama que Infobae Perú analizó con Mercedes Mateo, jefa de la división de educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien menciona que Perú presentó una mejora en los últimos 10 años, pero esta vez tuvo una “caída”.
“Perú tiene un rol particular, porque venía en una tendencia de mejora de aceleración consistente desde el 2009. Es uno de los países que más había mejorado, [pero] esa evidencia de mejora se ve interrumpida en esta última ronda [...] donde cae entre 8 a 6 puntos en matemática. La caída no ha sido tan grande, pero sí se ha experimentado desaceleración”, explica.
Además, evidencia que las brechas socioeconómicas se han visto reducidas, pero no por existir una mejora en las personas consideradas en situación de pobreza, sino porque aquellos que se encuentran en una mejor categoría “bajaron su nivel”. “Se ha reducido la brecha de aprendizaje, pero no por lo que nos hubiese gustado, donde veamos la mejora de las personas en situación de pobreza”, añade.
“Los ricos de América Latina están cinco años atrás de los pobres de Singapur. O sea, más allá de los desafíos, dentro de la región tenemos brechas muy grandes, porque el nivel de aprendizaje está muy desacelerado en comparación con el promedio”, sostiene.
Mateo reveló que el alumno promedio de Perú está nueve años por detrás del alumno promedio de Singapur —país asiático que está primero en el informe—. “Es decir, un estudiante de 15 años está aprendiendo lo que otro de 6 años aprende en Singapur. Eso no es un problema de pandemia, sino estructural de los sistemas educativos que vienen con ritmo de aprendizaje muy lento”, precisa.
Por su parte, Cuenca señala que esta prueba demuestra que la pandemia “no afectó tanto como se creía”. Asimismo, evidencia que lo más grave de la educación en Perú sigue siendo “las desigualdades”, porque las brechas crecen en el ámbito rural. “Empiezan a aparecer brechas entre lo público y lo privado, donde uno es mejor que el otro”, agrega.
Anemia: la otra crisis que impacta en la educación
El estado de la alimentación escolar también es clave para que nuestras niñas, niños y adolescentes puedan acudir a sus centros educativos con la salud que deben contar. No obstante, la tasa por anemia es preocupante en el territorio nacional.
El BID también realizó un informe sobre la importancia de que el Estado llegue a los estudiantes más vulnerables a través de los programas integrados. En Perú, a través de Qali Warma, se brinda desayuno a los escolares. Sin embargo, se detalla que estos programas no alcanzan una cobertura total debido a los obstáculos que se presentan.
En toda la región, solo ocho de los 20 países tienen una cobertura total de estos programas escolares. Estos son Bolivia, Paraguay, Brasil, República Dominicana, Costa Rica, Chile, Cuba y Honduras. Mientras que, Perú solo puede cubrir un poco más del 60 %.
Ante ello, la decana del Colegio de Nutricionistas de Lima, Jessica Huamán, señala que tener resultados no tan favorables son consecuencias también de una mala alimentación que presentan los estudiantes. “La mala nutrición también significa un costo en el ámbito educativo [...] y un costo social, que podría traer un impacto negativo al país en el futuro, si seguimos normalizando la mala nutrición infantil”, enfatiza.
La nutricionista del portal Salud en Casa, Georgina Fresia Ríos, sostiene que la anemia podría tener graves consecuencias en el desarrollo cognitivo, afectando habilidades fundamentales como el lenguaje, la lectura y otros. Esta condición también se asocia con un menor coeficiente intelectual, un desarrollo motor reducido, y una menor habilidad para resolver problemas, lo que podría resultar en obstáculos significativos para la inserción en la fuerza laboral.
Para la jefa de la división de educación del BID es clave la inversión, debido a que se tiene que “gastar mejor los recursos”. En promedio, los países de la región invierten ⅓ de lo que lo hacen las naciones de la OCDE, afirma.
En otro punto, señala que desde el BID se realizó un informe que concluye que para acelerar las estrategias de aprendizaje se deben considerar las tutorías remotas. Es así como se comprobó que el 30% de estudiantes que reciben este tipo de enseñanza aprenden un 30% más rápido de las que no lo hacen.