Pese a que aún supera el rango meta (3%), la inflación general de Lima Metropolitana— indicador con el que se mide el índice de precios a nivel nacional— registró una leve desaceleración en agosto y se ubicó en 5,58% en términos anualizados, según reportó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Sin embargo, en lo que respecta a la inflación de alimentos, aún se mantiene elevada y duplica al índice general de los precios, al registrar una tasa de 0,85% en agosto y en términos anuales en 11,02%.
La mayor incidencia recayó en los precios de las frutas (6,7%), especialmente en el limón que se incrementó en 67% en 26 ciudades, la manzana corriente (25,4%), palta fuerte (16,1%), sandía (10,2%) y uva negra (7,5%).
También registraron un alza la cebolla de cabeza roja (19,2%) en 26 ciudades, zanahoria (11,8%) en 20 ciudades, zapallo (10,1%) en 16 ciudades, ají pimiento 9,3% y papa amarilla 5,7% en 11 ciudades del país.
De acuerdo con el investigador del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), Eduardo Zegarra, la crisis agraria y alimentaria sigue golpeando fuerte a los hogares peruanos, mientras los ingresos se mantienen paralizados.
“Se esperaba una menor inflación en las cifras de inflación de agosto, sobre todo la de alimentos. Estamos en más de 11% en inflación anualizada de alimentos y ya vamos 3 años, es decir la gente sí está sintiendo la pegada fuerte del alza porque los alimentos se han encarecido y los ingresos se han estancado”, indicó en entrevista con Canal N.
¿Qué factores han incidido en un alza de precios de los alimentos?
El economista afirmó que no se trata de una presión de demanda, la que está detrás del incremento de precios, sino que el sector agrario en el Perú está muy golpeado debido a que la producción ha caído más del 5%. “Esto tiene que ver con la sequía que hubo en la Sierra y el Fenómeno de El Niño Costero, por eso es que tenemos menos alimentos producidos”, manifestó.
Pese a que la importación de alimentos ha bajado, mostró su extrañeza de que ello no se ha trasladado en menores precios al consumidor y atribuyó responsabilidad a los privados.
“Estamos teniendo el peor de los mundos: alimentos caros porque estamos produciendo menos y alimentos caros porque pese a que los alimentos importados bajaron de precio, la industria no traslada esa reducción de precios a los consumidores”, explicó.
Por lo tanto, el efecto final es que los más vulnerables y pobres son los más golpeados, debido a que han perdido capacidad de compra de alimentos. “Estimo entre 15 a 20% de pérdida en los últimos 2 años. Eso implica menos alimentos, menos calidad de alimentación y mayor inseguridad alimentaria”, anotó.
Esa etapa se empezó a agravar en nuestro país, porque la crisis agraria no fue atendida a mediados del 2021. Si se hubiera atendido a tiempo, hubiéramos podido quizás enfrentar de mejor manera este problema de la inflación de alimentos, mencionó en el programa No hay Derecho.
Por su parte, el economista Armando Mendoza señaló que se está entrando a una suerte de meseta o estabilización en el proceso de la inflación, pero el hecho que desaceleran, no implica que los precios empiezan a caer rápidamente. “La inestabilidad que se siente es muy fuerte. Tendría que haber una política agraria decisiva a fondo”, manifestó en una anterior comunicación con Infobae Perú.
¿Cambiará en corto plazo?
Zegarra advierte que en este momento todavía no hay una perspectiva de un cambio drástico. En un principio, se puede esperar a una reversión, sin embargo, “los temas climáticos siguen complicando y la situación no parece la más prometedora”, mencionó.
Tenemos tres años de crisis agraria en el Perú. El año de la pandemia del Covid-19 fue un año duro para la agricultura. Hubo caída fuerte de la demanda y los precios. “Al año siguiente se esperaba una reactivación, pero hubo crisis de fertilizantes debido a un mal manejo, y cuando estaba terminando esa crisis, vino la severa crisis climática que ha sido la más fuerte desde hace bastante tiempo”, indicó.
Precios de alimentos importados cayeron
Enfatizó que la sequía en la Sierra, no registrada desde hace más de 40 años, generó que no lloviera durante tres meses, sobre todo en un momento fundamental de siembra.
“Cuando uno ve la caída de los productos agrarios, mucho es de la producción de la Sierra como la papa, los tubérculos, cereales y hortalizas”, indicó.
Peor aún, la llegada de El Niño Costero y el ciclón Yaku, que golpeó con lluvias fuertes en el norte, suma a un mal año agrícola en términos de producción y de precios.
“Podríamos tener una reducción de precios de alimentos cuyos componentes importados han bajado. La industria está importando insumos más baratos que hace un año. Es decir, podría bajar el precio del fideo, aceite, algunos productos procesados que subieron mucho el año pasado, pero no vemos eso y eso es preocupante. Vemos que el mercado de productos procesados está concentrado. Eso aliviaría un poco esta presión inflacionaria”, criticó.