Al mismo precio con menos cantidad: ¿cómo afecta la reduflación a los consumidores que compran alimentos en mercados y supermercados en Perú?

A pesar de ser una estrategia legal para fabricantes de alimentos, especialistas de defensa al consumidor señalan que esta medida es antiética e inmoral en tiempos donde la inflación, la desocupación y la pobreza ha afectado a muchos peruanos.

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Ahora una persona necesita como mínimo S/ 415 al mes para poder sobrevivir en el Perú, según datos del INEI.
Ahora una persona necesita como mínimo S/ 415 al mes para poder sobrevivir en el Perú, según datos del INEI.

Desde los fideos hasta las conservas de duraznos han sido impactadas por la reduflación, un fenómeno que se ha expandido de manera silenciosa en diversos alimentos que uno suele comprar a diario en mercados y supermercados en el Perú.

Esta práctica conocida también como ‘inflación invisible’, consiste en reducir la cantidad, tamaño o número de unidades de un producto que se vende al consumidor manteniendo o incluso elevando su precio. “Una práctica legal pero éticamente cuestionable”, consideran los defensores al consumidor.

Ante esta estrategia utilizada por fabricantes de alimentos y que afecta al bolsillo del consumidor, Infobae hizo un recorrido por supermercados y mercados de Lima para comprobar si algunos alimentos envasados han reducido su tamaño por el mismo precio.

En una conocida cadena de supermercados se pudo comprobar que el paquete de fideos spaghetti de la marca ‘Don Vittorio’ ya no contiene 1 kilo como era habitual, sino se ha reducido 50 gramos, ahora su peso es de 950 gramos y su valor asciende a S/ 6.20.

De igual manera sucede con el paquete de fideos spaghetti de la misma marca de 450 gramos, que antes se podía encontrar en 500 gramos en los mercados y supermercados. Su precio es de S/ 4.00.

Este cambio suele pasar desapercibido por la gran mayoría de los consumidores peruanos, que no están tan pendiente de si un paquete de fideos tiene 50 gramos menos, pero sí suelen darse cuenta de si pagan más por él al pasar por la caja del supermercado.

Otros productos afectados por la reduflación son las botellas de aceite de las marcas Primor, Cocinero y Máximo que ya no tienen la cantidad de 1 litro, sino ahora cada botella contiene 900 mililitros.

También en las góndolas de los supermercados se pudo observar otro producto como la bolsa de arroz, donde en algunas marcas ya no se encuentran con la cantidad de 1 kilo, sino de 750 gramos en las marcas como Metro y Costeño.

Lo mismo sucede con la lata de conservas de duraznos en almíbar de las marcas Dos Caballos, Arica y Compass que se encuentra con un peso de 820 gramos, cuando antes su peso era mayor.

La inflación ha hecho que muchos productos en los supermercados sean cada vez más pequeños aunque su precio se mantenga o incluso encarezca.
La inflación ha hecho que muchos productos en los supermercados sean cada vez más pequeños aunque su precio se mantenga o incluso encarezca.

¿Una medida moral o legal?

Ante esta situación, Crisólogo Cáceres, presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), dijo a Infobae que, en un contexto de alta inflación en el Perú, sobre todo en el precio de los alimentos, se viene extendiendo esta práctica que tiene dos niveles de valoración, una moral y otra legal.

“En el nivel legal, el proveedor te informa el contenido real del empaque y su precio. Es decir, que te comunica que está reduciendo el empaque a 450 gramos a tal precio, por lo cual no hay infracción”, señaló el abogado.

En ese sentido, el especialista indicó que se busca que no se viole el derecho a la información del consumidor. “El consumidor tiene derecho a enterarse de lo que va a comprar de manera previa, entonces la obligación legal está cerrada”, acotó.

Fideos con 450 gramos
Fideos con 450 gramos

Mientras que, en el ámbito moral, Cáceres sostuvo que no es adecuado ni ético que las empresas, sabiendo que el consumidor ya compra por costumbre determinadas presentaciones, se aprovechen de esa costumbre que tiene el consumidor para darle menor peso en los productos que habitualmente compra.

“Si bien legalmente no hay problema, éticamente sí es cuestionable; más aún en tiempos en los cuales la economía de los consumidores se ha visto mermada por todas las cosas que ya conocemos, como la inflación, la desocupación, la pandemia, entre otras”, comentó el especialista en defensa al consumidor.

Fideos con 950 gramos
Fideos con 950 gramos

Además, Cáceres manifestó que teniendo en cuenta que los consumidores compran con confianza cuando se trata de proveedores reconocidos. En ocasiones estas se aprovechan de la buena fe y de la confianza del consumidor para darles productos con menor cantidad.

“Si bien las consecuencias de estos actos impactan negativamente en el presupuesto familiar, quienes se ven más afectados por esta práctica son las familias con menores ingresos económicos. Ellos son quienes sufren con esta práctica de la mala reducción debido a que tienen menos ingresos”, señaló Cáceres.

Fabricantes no sinceran tamaño y precio de productos

Por su parte, Jaime Delgado, excongresista y expresidente de la Aspec, señaló que este fenómeno no es nuevo, ya que en épocas de inflación es muy común. Esto sucede porque los fabricantes de alimentos no quieren sincerar el incremento de precios, por lo cual lo trasladan al tamaño del producto.

El consumidor al ser muy sensible a los precios, entonces para no revelar ese incremento de precio, le bajan 50 gramos o 50 mililitros al producto. Entonces, así se está jugando con la gente, en el sentido que una botella o paquete está estandarizado y posicionado en el mercado durante 40 años, y el cliente que tiene como costumbre no revisar las etiquetas asume que está comprando un producto a un litro o a un kilo”, argumentó el experto.

Menos cantidad pero más caro: así es la reduflación.
Menos cantidad pero más caro: así es la reduflación.

Asimismo, Delgado indicó que en el marco de la inflación global y en el marco de una economía de mercado, los fabricantes deberían ser más transparentes e informar al público sobre los cambios de tamaño y precios de un producto.

De acuerdo a una investigación del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), solo un 17% de los peruanos ha podido sostener su capacidad de gasto en alimentos; mientras que otro grupo ha tenido que reducir la cantidad de la canasta básica debido a que no puede pagar esos altos precios.

“Esto es dramático porque no solamente se está sacrificando la cantidad, sino la calidad del alimento y nos estamos llenando de carbohidratos y productos procesados. Estamos además renunciando a la necesidad de alimentos de mejor contenido proteico”, advirtió Delgado.

Arroz costeño con 750 gramos
Arroz costeño con 750 gramos

¿Se puede sancionar la reduflación?

Ante la interrogante sobre ¿si se puede sancionar o regular la reduflación?, el presidente de Aspec respondió que, en el caso de prohibirla, se interpondrían acciones que llegarían a la justicia constitucional porque los afectados dirían que por esta acción no hay ninguna violación. “Estas acciones legales se interponen si hay alguna ley o norma violada, pero al no haberla, no se puede hacer nada”, añadió.

No obstante, Crisólogo opinó que es inmoral que las empresas lucren a expensas de los consumidores para obtener mayores ganancias con esta práctica llamada reduflación, de la cual el consumidor no es consciente.

En ese sentido, comentó que Aspec viene realizando campañas de sensibilización a la población para que revisen bien el etiquetado de cada producto. “Con esto nos vamos a convertir en policías o fiscalizadores de los productos. Si se detecta un producto que tiene reducción, por más acostumbrados que estemos, lo recomendable es que no lo compremos y busquemos productos que no tengan reducción en su tamaño”.

Hogares peruanos se muestran resilientes en su consumo a pesar de la presión inflacionaria.
Hogares peruanos se muestran resilientes en su consumo a pesar de la presión inflacionaria.

Peruanos con menos dinero para compra de alimentos

De acuerdo a un estudio sobre el consumo de alimentos, realizado en marzo, por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), revela que el 66% de peruanos redujo su consumo de alimentos en los últimos tres meses por el encarecimiento de productos básicos e incluso las carnes.

De manera más detallada, el 39% dijo que “se ha reducido mucho”; un 27% indicó que “se ha reducido poco”; un 24% mencionó que “se ha mantenido, pero ha tenido que sacrificar otros gastos”; solo el 7% indicó que “se ha mantenido sin problemas”, 3% no sabe ni precisa.

Además, el 46% de los encuestados afirmó que en los últimos tres meses alguna vez sus hogares se quedaron sin alimentos. Esta es una cifra muy similar a la medición realizada en junio de 2022.

Inflación impacta al bolsillo de los peruanos
Inflación impacta al bolsillo de los peruanos

Asimismo, un 30% mencionó que el día anterior a ser encuestados no tuvo pollo, cerdo, carne o pescado en sus comidas. En los estratos D/E, la misma respuesta la dieron un 43% así como el 44% de las zonas rurales. En cambio, en los estratos A/B 94% sí consumió alguna carne el día anterior. En tanto, el 40% de los que consumen habitualmente leche mencionó que en los últimos tres meses dejó de consumir este producto cinco a más veces.

Según cifras del INEI, Perú tuvo en 2022 la inflación más alta de los últimos 26 años, esto ha provocado que haya una alarma en la crisis alimentaria, donde hoy gran parte de los peruanos enfrenta una crisis de acceso económico a los alimentos, señaló a Bloomberg la exministra de Desarrollo e Inclusión Social e investigadora del IEP, Carolina Trivelli.

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