Durante el 2022, la pobreza monetaria afectó al 27.5% de la población del Perú incrementándose en 1.6 puntos porcentuales al compararlo con el 2021 (25.9%) y en 7.3 puntos porcentuales respecto a lo registrado en el 2019. Esta cifra señala que 9 millones 184 mil peruanos viven en esta condición, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Ante esta crítica situación, Víctor Fuentes, jefe del Instituto Peruano de Economía (IPE), sostiene que los principales factores que explican el incremento de la pobreza durante el 2022 en nuestro país son debido a un “crecimiento económico mediocre” y las “altas presiones inflacionarias” registradas en los últimos años.
“La inflación de los alimentos empezó a subir en junio del 2021 con el desajuste mundial de la oferta de insumos claves para la producción de alimentos y bebidas. Esto se agravó con la invasión rusa a Ucrania a inicios de 2022″, comentó el especialista.
Asimismo, durante el año pasado, el porcentaje de productos con inflación superior al promedio prepandemia llegó hasta 78% en el rubro de alimentos y bebidas. En el resto de rubros, dicha cifra tocó un máximo en 51%, según un estudio del IPE.
“Con la caída de las cotizaciones internacionales, la inflación empezaría a ceder, pero conflictos sociales, fuertes lluvias y la gripe aviar hicieron que inflación sea más persistente de lo esperado. Entre diciembre de 2022 y abril de 2023, el ajuste en Perú ha sido más reducido que en Latinoamérica”, sostuvo Fuentes.
Seguridad alimentaria en riesgo
Además, el economista del IPE dijo que la alta inflación de alimentos pone en riesgo la seguridad alimentaria del país, principalmente de los más pobres. En el último año, se redujo el consumo de productos ricos en proteínas como la carne, la leche y los huevos debido al fuerte aumento de sus precios.
“La inflación de alimentos tiene comportamientos diferenciados según regiones. La disminución lenta en Lima contrasta con el rápido ajuste en el sur luego del impacto de los bloqueos de carreteras a inicios de año. En el norte, el ajuste está proceso”, comentó el experto.
Si bien el descenso de la inflación está en curso, Fuentes indicó que nuevas protestas o fenómenos climáticos podrían demorarlo. “Para hacerle frente a los precios altos, urge poner en marcha los motores de inversión que permitan acelerar el crecimiento y generar más y mejores empleos”, remarcó.
Menor crecimiento económico
A partir de un débil resultado de la economía peruana en diciembre, el 2022 finalmente culminó con apenas un crecimiento de 2.7%, lo que refleja un mediocre desempeño de la actividad productiva del país.
Esta cifra se ubica por debajo del crecimiento de 4.6% que ha tenido la economía durante las dos últimas décadas y, además, es inferior al que lograron el resto de países en la región con los que el Perú se suele comparar, entre ellos Colombia, Argentina y Brasil. En esta línea, por primera vez en 18 años y sin considerar la pandemia, el Perú tuvo un crecimiento inferior al promedio de América Latina.
Para Teodoro Crisólogo, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), esta situación debe alarmarnos porque, precisamente, una de las principales fortalezas macroeconómicas del Perú es el crecimiento. Pero sin las condiciones propicias para que despegue el consumo y la inversión se puede perder el liderazgo a nivel regional.
Para abordar la reducción de la pobreza, Fernando Gonzáles, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), dijo que se requiere impulsar el crecimiento económico del país a fin de dinamizar la creación de empleo de calidad y que permita promover mejores ingresos para las familias.
Sin embargo, si se crece a una tasa de 2% similar a la obtenida el año pasado, al país le tomaría casi tres décadas volver a los niveles de pobreza previos a la pandemia (2019).