En periodos de alta inflación, algunos productos disminuyen su contenido en lugar de aumentar su precio de venta, de forma que el consumidor pasa a recibir menos por el mismo precio.
En ese sentido, la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) alertó sobre esta práctica poco transparente, y que, de manera silenciosa, se viene extendiendo en relación a diversos alimentos envasados.
“Esta práctica, denominada reduflación, y también conocida como ‘inflación invisible’, consiste en reducir la cantidad, tamaño o número de unidades de un producto que se vende al consumidor manteniendo o incluso elevando su precio”, comentó la institución.
El Aspec señaló que esta es una práctica antigua pero que se ha sistematizado y refinado en los últimos años luego de la pandemia de la covid-19 en nuestro país.
Por el lado del consumidor, esta ‘disminución’ lo perjudica pues afecta su economía familiar porque paga igual o más, pero recibe menos. En cambio, el proveedor se beneficia porque aumenta su margen de ganancias de manera significativa sin necesidad de invertir más.
“Aunque es una práctica ética y moralmente cuestionable, la reduflación es legal siempre que la menor cantidad de producto a la que estaba acostumbrado el consumidor le sea informada visiblemente en el envase”, dijo la entidad de defensa de los derechos de los consumidores.
En tal sentido, Aspec recomienda a los consumidores revisar con detenimiento los envases y si perciben un caso de reduflación, buscar y comprar un producto sucedáneo.
Del mismo modo se invita al público a enviar a sus redes sociales fotos de productos en los que se esté produciendo este fenómeno para alertar a los consumidores a fin de que eviten comprarlos.
¿Es legal la reduflación?
“Legal, pero no del todo popular”, lo califica la economista estadounidense de origen británico Philippa ‘Pippa’ Malmgren, quien comenta que, para el fabricante, este tipo de contracciones interesadas sirve para aumentar el margen de beneficio de manera significativa sin asumir la pérdida de competitividad y el coste asociado en términos de imagen de marca, que con frecuencia implica un incremento de precio.
“Aunque analistas como la propia Pippa Malmgren han descrito esta práctica como ‘cínica’ y ‘fundamentalmente deshonesta’, en comparación con el aumento de precios derivado de la inflación, que no deja de ser un efecto natural de la evolución de la economía, lo cierto es que la reduflación es legal siempre que se comunique de manera correcta y explícita el volumen de producto que se pone a la venta. Otro tema es cómo lo perciban los consumidores”, según refiere una publicación del BBVA.
Algunos expertos hablan de reduflación táctica o sibilina en los casos en que esta merma interesada pasa desapercibida. Por lo general, ocurre cuando la reducción se mueve en la franja entre el 5% y el 10% del volumen total del producto.
¿Por qué se aplica esta práctica?
Esta práctica está en auge en estos últimos meses debido a la inflación que afecta a las industrias, que están experimentando subidas en los costes de producción, tanto por el incremento de precio de las energías de las que se abastecen las fábricas como de la materia prima para confeccionar el producto final.
Además, la reduflación apela a nuestra percepción ya que en lo primero que nos fijamos es en el precio y si este sigue siendo el mismo, no nos damos cuenta de la situación.
Consejos para no caer en la reduflación y cuidar tus finanzas personales
Según Mapfre recomienda estos tips para cuidar tus finanzas personales ante la reduflación:
- Prepara la lista de la compra
- Revisa el recibo
- Compara el gramaje de los productos
- No caigas en falsas ofertas
- Compara en varios supermercados