La longevidad es un regalo que no está al alcance de todos, pero que ofrece la oportunidad de presenciar los cambios y el crecimiento de aquellos que amamos; así como de experimentar las maravillas del mundo y ser testigo del progreso de la humanidad.
Con el transcurso de los años se adquiere sabiduría y se encuentra paz al aceptar la finitud de la vida. En Perú, el ser longevo es un desafío, sabiendo que la edad promedio en el Perú es de 77 años.
Un caso emblemático es el del señor Marcelino Abad Tolentino, conocido en Huánuco como Don ‘Mashico’, quien nos recuerdan que cada día es valioso y debemos disfrutarlo al máximo, apreciando cada momento y agradeciendo todo lo que la vida nos brinda.
En su pueblo se escuchaban rumores acerca de él, se comentaba que era un ser sobrenatural, un solitario que aparecía y desaparecía según su necesidad de cambiar productos como frutas y paltas por arroz y azúcar. Se decía que había elegido la soledad tras aceptar que no tendría éxito en el amor.
El hombre más longevo del Perú
La Comunidad de Cochachinche, ubicada en la región de Huánuco, tiene a un vecino que se ha ganado el corazón de los pobladores. Nació el 5 de abril de 1900. Miles de historias han pasado frente a sus ojos y sigue enterneciendo con su mirada, además de inspirar con su estilo de vida.
Aquellos que lo conocen lo llaman con cariño Don ‘Mashico’, un hombre de 1.30 que creció rodeado de la naturaleza. Sus 123 años los recibió en la casa hogar “Los abuelitos”, espacio donde se celebró una misa de salud a su nombre.
Nunca se casó y no tuvo hijos. Cuidadores y compañeros en la residencia se convirtieron en su familia, los mismos que lo cuidan y comparten su vida.
Quienes conocen su historia lo consideran un mil oficios. Los relatos indican que trabajaba en construcciones, como peón y vendiendo almuerzos mientras se trasladaba de pueblo en pueblo.
A la temprana edad de 7 años, perdió a sus padres cuando estos cruzaban el río Huallaga en una embarcación rústica llamada rondana. A partir de entonces, fue acogido por los dueños de una hacienda en Cormilla, ubicada en el distrito de Chaglla.
¿Cuál es el secreto de la longevidad?
El carismático huanuqueño ha conservado un estilo de vida saludable a base de frutas y verduras que el mismo siembra en su chacra. Al no tener un trabajo fijo, la cosecha se convirtió en su actividad que desarrolló diariamente.
En un reportaje que realizó el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), se describió que, a sus 120 años, él mismo se encargaba de cultivar sus alimentos, cortar la leña con su acha, así como caminar por su terreno para plantar.
Se presume que, el mantenerse activo realizando estas actividades, habrían ayudado a que alcance una edad que desafía al tiempo.
Durante toda su vida, vivió en solitario y sin tener acceso a ningún tipo de avance tecnológico. Sin embargo, el 7 de febrero del 2019, fue hallado por el Programa Pensión 65, lo que hizo que el hombre más anciano del país se convirtiera en beneficiario del mismo.
Un peruano sin partida de nacimiento
El no tener la documentación obligatoria para estar registrado en el sistema de RENIEC causó que no sea apto para recibir algún tipo de bono que entrega el Estado, considerando que es una persona que requiere un apoyo económico.
Con ayuda de algunas autoridades locales y pobladores, se le ha hecho entrega del Documento Nacional de Identidad, y con esto, su correcta inscripción para recibir un subsidio bimensual gracias al programa de Pensión 65.