El gobierno de Nueva Zelanda tomó la decisión de prohibir las carreras de galgos a partir de 2026, como principal motivo las tasas altas de lesiones y muertes entre los perros de carreras. Esta medida surge tras años de críticas públicas y múltiples informes independientes que señalaron el maltrato y la negligencia dentro de la industria.
A pesar de los esfuerzos previos por mejorar las condiciones, como la implementación de reformas, el porcentaje de perros heridos sigue siendo elevado, y el gobierno determinó que es necesario actuar en beneficio del bienestar animal.
En palabras de Winston Peters, Ministro de Carreras, en un comunicado levantado por la agencia de noticias Reuters: “Aunque mueren menos perros, las tasas de lesiones, aunque han disminuido ligeramente, se han estabilizado y siguen siendo inaceptablemente altas”.
Para llevar a cabo esta prohibición, el gobierno presentó un proyecto de ley en el que se establece un cierre gradual de la industria a lo largo de los próximos 20 meses. Además, se creó un comité asesor que trabajará en la reubicación de aproximadamente 2.900 galgos de carreras para garantizar que no se produzca la matanza innecesaria de los animales.
El gobierno también anunció que en 2025 se presentará una legislación adicional para formalizar el fin de las carreras, lo que marca el inicio de un proceso legislativo destinado a reformar profundamente la industria y asegurar que se proteja el bienestar de los animales involucrados.
La respuesta de la industria de carreras de galgos ante la decisión del gobierno fue de gran descontento y preocupación. Sean Hannan, presidente de Greyhound Racing New Zealand, calificó la propuesta como un “golpe devastador”, según Reuters.
Respuestas de grupos de derechos animales y partidos políticos
Por otro lado, la decisión de prohibir las carreras de galgos fue recibida con entusiasmo por varios grupos de derechos de los animales, quienes llevan años luchando por el cierre de la industria.
Organizaciones como Safe, que pregona por los derechos de los animales, calificaron la medida como una “victoria monumental para los derechos de los animales”, según BBC.
La SPCA (Sociedad Protectora de Animales) también expresó su satisfacción. La directora científica de la SPCA, Dra. Arnja Dale, dijo según The Guardian: “Gracias por escuchar las pruebas, a los expertos y al público de Nueva Zelanda. Gracias por allanar el camino para que estos perros vivan una buena vida”.
Además, la medida recibió el respaldo de partidos de oposición, como el Partido Laborista y el Partido Verde, quienes habían presionado durante años para una reforma en la industria.
Tangi Utikere, portavoz del Partido Laborista en temas de carreras: “El Partido Laborista está dispuesto a trabajar con el gobierno para garantizar una implementación oportuna de la prohibición”.
Por su parte, el portavoz del Partido Verde, Steve Abel, también se mostró a favor de la medida. “Reconocemos la decisión decisiva del Ministro Winston Peters de hacer lo que se debería haber hecho hace años”, dijo según The Guardian.