Viajar con mascotas se convirtió en una tendencia creciente entre los dueños que desean incluir a sus animales en sus planes de vacaciones. Esta práctica responde a la estrecha relación que se ha desarrollado entre humanos y sus compañeros de cuatro patas, quienes para muchos dejan de ser simplemente mascotas para convertirse en parte de la familia. Este vínculo explica el deseo de muchos de compartir con ellos también los momentos de ocio y descanso fuera de casa. Sin embargo, para que esta experiencia sea realmente agradable, los expertos recomiendan tener en cuenta una serie de factores y planificar el viaje de manera exhaustiva, pensando no solo en la comodidad humana, sino especialmente en el bienestar de los animales.
Uno de los primeros aspectos a considerar es si la mascota está realmente preparada para acompañar a su dueño en un viaje. Lilian Wong, veterinaria e instructora de la Facultad de Medicina Veterinaria Carlson de la Universidad Estatal de Oregón, opinó en una entrevista con National Geographic, que es esencial evaluar tanto el estado de salud como la personalidad del animal. Wong señala que, aunque la idea de llevar a una mascota de vacaciones pueda ser emocionante para el dueño, no todos los animales están en condiciones de disfrutar de un cambio de entorno.
Esta evaluación previa es fundamental, pues algunos animales pueden sufrir altos niveles de estrés al exponerse a nuevos sonidos, olores y situaciones. Los gatos, por ejemplo, suelen ser más sensibles a los cambios de ambiente, mientras que los perros, dependiendo de su carácter y edad, pueden adaptarse mejor si se toman ciertas precauciones. En el caso de mascotas mayores o con problemas de salud, Wong recomienda acudir al veterinario para obtener una opinión profesional antes de tomar la decisión definitiva.
Una vez que se ha determinado que la mascota puede acompañar a su dueño, es importante asegurarse de que cuenta con toda la documentación en regla. Para viajes internacionales, muchos países exigen un pasaporte especial para animales, que puede obtenerse en clínicas veterinarias, así como certificados de vacunación y pruebas de salud al día. Por ejemplo, en la Unión Europea es obligatorio que el animal tenga las vacunas actualizadas, y en algunos casos, incluso se exige un periodo de cuarentena. Brandi Munden, portavoz del American Kennel Club, mencionó en una entrevista con National Geographic que cada aerolínea tiene sus propias normas y restricciones para el transporte de mascotas, y algunas permiten solo un número limitado de ellas en cabina, por lo que es recomendable reservar con anticipación.
El American Kennel Club (AKC) es una organización estadounidense sin ánimo de lucro dedicada a la promoción y registro de perros de raza pura. Se encarga de establecer estándares para razas, organizar eventos como exposiciones caninas y ofrecer programas de educación sobre el cuidado responsable de los perros.
Además, Munden contó a National Geographic que las mascotas que no pueden viajar en cabina deben hacerlo en la bodega, lo que representa un desafío para muchos dueños debido al estrés que puede suponer para los animales este tipo de transporte. Para aquellos que optan por el avión, también se recomienda informarse sobre los requisitos específicos del destino, ya que algunos países tienen regulaciones estrictas para la entrada de animales.
La elección del medio de transporte es otro aspecto crucial. LaDell Carter, asesora de viajes de Royal Expression Travels, destaca a National Geographic, que el auto es una de las mejores opciones para viajar con mascotas, ya que permite hacer paradas frecuentes y ajustar el ritmo del viaje a las necesidades del animal. Carter sostiene que este tipo de transporte da al dueño un mayor control sobre el ambiente y permite responder rápidamente en caso de emergencia. No obstante, cuando el coche no es viable y se opta por el avión, Wong aconseja elegir vuelos directos para reducir el tiempo de viaje y minimizar el estrés en el animal.
Para las mascotas que deben viajar en la bodega, es recomendable preparar un transportín amplio y ventilado, y asegurarse de que el animal haya hecho lo suficiente ejercicio antes del vuelo para reducir su ansiedad. En el caso de otros medios de transporte, como el tren o el barco, las normas pueden variar. En algunos trenes de cercanías en España, por ejemplo, los perros pueden viajar sin transportín si están atados y con bozal, mientras que en barcos algunas compañías permiten a las mascotas acompañar a sus dueños en camarotes especialmente acondicionados.
La selección del alojamiento también es determinante en la experiencia de viaje con mascotas. Actualmente, existen numerosas opciones de hoteles y apartamentos “pet-friendly” que ofrecen facilidades especiales para estos acompañantes, como camas, dispensadores de agua y áreas de esparcimiento. Según el sitio Respetamascotas, es recomendable informar al alojamiento sobre las características y necesidades específicas del animal, lo cual puede ser de gran ayuda para evitar situaciones incómodas y garantizar una estancia placentera tanto para el dueño como para la mascota.
Una vez en el destino, es importante permitir al animal explorar el lugar para que se sienta seguro y familiarizarse con su entorno. La veterinaria Ingrid Ramón, contó en una entrevista con La Vanguardia, que llevar objetos familiares para el animal, como su cama, juguetes y platos, lo cual puede reducir su ansiedad y facilitar su adaptación. Ramón explica que algunos perros pueden necesitar un proceso de adaptación más largo, especialmente si son ansiosos o están muy apegados a sus dueños, en cuyo caso se recomienda realizar prácticas de separación previas al viaje para que el animal se acostumbre a estar solo en un ambiente nuevo.