En los días más calurosos del verano o tras episodios de enfermedades, la deshidratación se convierte en una amenaza real para los perros. Al igual que en los humanos, la falta de agua puede afectar gravemente el organismo de un animal, comprometiendo sus funciones vitales. Pero, mientras que nosotros podemos reconocer rápidamente nuestra sed, los perros dependen de nuestra atención para evitar que esta condición llegue a un punto crítico.
La deshidratación en los perros tiene diversas causas, y su gravedad puede variar desde una leve incomodidad hasta una emergencia veterinaria. Conocer los grados de deshidratación y entender cómo se manifiestan es esencial para actuar de manera oportuna y proteger la salud de tu mascota.
Síntomas de la deshidratación en perros
Detectar los signos de deshidratación en los perros, según la clínica veterinaria Kivet, es crucial para evitar que el problema se agrave. Uno de los síntomas más comunes es la saliva espesa y pegajosa, un indicador de que el perro ha perdido líquidos esenciales.
Asimismo, las encías secas y una mucosa labial pegajosa también son señales de alerta. Otros signos incluyen la orina oscura, que indica que el cuerpo está reteniendo líquidos, y los ojos hundidos, los cuales pueden reflejar un nivel avanzado de deshidratación. El letargo y la pérdida de apetito son otros síntomas que no deben pasarse por alto, ya que el perro puede estar experimentando malestar general debido a la falta de agua.
Cómo comprobar la deshidratación en casa
Un método sencillo para verificar si un perro está deshidratado es realizar la prueba de la piel. Esta consiste en tomar un pliegue de piel de la zona de la cruz (detrás del cuello) y tirar suavemente. Si la piel vuelve rápidamente a su lugar, el perro está bien hidratado; sin embargo, si tarda en recuperar su forma original o queda levantada, es señal de que el animal necesita líquidos con urgencia. Además, otro indicador importante es el tiempo que tarda en recuperarse el color de las encías después de presionarlas: si el flujo sanguíneo no retorna de inmediato, puede haber un problema de hidratación.
Tratamiento de la deshidratación en perros
Si un perro muestra signos de deshidratación, es fundamental acudir al veterinario para que determine la causa y establezca el tratamiento adecuado. En casos leves, puede ser suficiente con administrar suero subcutáneo o agua por vía oral, siempre y cuando el perro no presente vómitos. Sin embargo, en casos más graves, el tratamiento suele requerir la reposición de líquidos intravenosos, donde el veterinario coloca una vía para suministrar fluidos directamente en el cuerpo del animal, restableciendo así su equilibrio hídrico.
El método más común es la administración de líquidos por la vía intravenosa a través de las patas delanteras, aunque existen otras opciones como la vía intraperitoneal o intraósea, dependiendo de la gravedad del caso. Estos procedimientos permiten que el perro recupere rápidamente los líquidos perdidos, una medida vital en situaciones críticas.
Deshidratación en cachorros
La deshidratación en los cachorros es especialmente peligrosa debido a su tamaño y la velocidad con la que pueden perder líquidos. Por esta razón, los cachorros que presenten diarrea, vómitos o letargo deben recibir atención veterinaria urgente. Algunos de los síntomas clave de deshidratación en cachorros incluyen la boca seca, que se puede comprobar ofreciendo un dedo para que lo chupen, y la pérdida de elasticidad en la piel. Además, los cachorros suelen mostrar una notable debilidad general, lo que puede ser un signo claro de que su cuerpo no está recibiendo la cantidad de líquidos que necesita para mantenerse saludable.
Estos síntomas requieren atención inmediata, ya que los cachorros, al ser más vulnerables, pueden entrar en una situación crítica en poco tiempo.
Consejos para prevenir la deshidratación en perros
Mantener a un perro bien hidratado es esencial para su salud, sobre todo durante los meses más calurosos. Los especialistas sugirieron algunos consejos prácticos para evitar la deshidratación en los animales:
- Asegura acceso constante a agua fresca y limpia: coloca varios bebederos en distintos puntos de la casa o el jardín, especialmente si el perro tiende a moverse por varias áreas. Cambia el agua con frecuencia para evitar la acumulación de bacterias.
- Evita las horas de mayor calor: en días calurosos, limita los paseos y actividades al aire libre a las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando la temperatura es más fresca. Esto reduce el riesgo de un golpe de calor y de deshidratación.
- Ofrece alimento húmedo: incluir comida húmeda en la dieta del perro es una excelente forma de incrementar su ingesta de líquidos. También puedes agregar un poco de agua al pienso seco para hacerlo más hidratante.
- Proporciona hielo en pequeñas cantidades: si el perro presenta vómitos, los cubos de hielo pueden ser una alternativa suave para mantenerlo hidratado, ya que podrá lamer y masticar sin causar más malestar estomacal.
- Precauciones especiales para cacho: incluso con las ventanas abiertas, las temperaturas dentro de un vehículo pueden subir rápidamente en días de calor, alcanzando niveles peligrosos en minutos. Este es uno de los factores más comunes en los casos de golpes de calor severos en perros.
- Nunca dejes a tu perro en el coche: Incluso con las ventanas abiertas, las temperaturas dentro de un vehículo pueden subir rápidamente en días de calor, alcanzando niveles peligrosos en minutos. Este es uno de los factores más comunes en los casos de golpes de calor severos en perros.